TENDRÁ QUE SER ASÍ

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EditorialTENDRÁ QUE SER ASÍ - Víctor Valera MoraSinuosos tiempos, estaciones, caminos que nos tocan,propicios para el heroísmo más completoo para guardarnos como cautelosos erizos.Tempranamente fuimos aventadosal margen de las cosas más simples y necesarias,clavados con alambradas alrededor de nuestra sangrey candados en la boca para oscurecernos.No tenía remediola vida atada a lo melancólico.Terribles días.Pero recoge las páginasdonde los enamorados escriben contando con navajas,revisa los librosbusca en las grandes piedras talladas y en los manuscritos delmar,desde Gutenberg hasta las dos Declaraciones de La Habanabusca, acumula, reúne, clasifica,sal a la calle con balanza y metro, pesas y mideblanco y negro, amor y olvido, agua y fuego,filo geográfico y campana celeste.Al final todo más claro.Bañamos nuestra cabalgadura sólo una vez en aguas del mismorío.Camina a paso de monte y hasta amigo del vientoque llevará los pesares al sitio de tu arrebato.Que los solitarios no te enfaden, pero resuélvete en multitud.Habla lo necesario con la gente sencillay a su lado vive con ardor.A los soberbios embóscalos, tírales por mampuesto.Si nada tienes llénate de coraje y pelea hasta el final.No te amargues.Agarra a la amargura por los cuernos y rómpele la nucay si la muerte te señala, sigue cantandoy en el primer bar que encuentres pide un trago de viejo rony bébete la mirada de la novia y bébete su risay la proximidad de su cadencia y el saludo de su cabellera.Bébete la vida.No hay que dejar que el camello de la tristezapase por el ojo de nuestros corazones.

Relaciónabuelo-nietoSub/Insp. (PF) Gerontóloga. Sandra QuinteroLa abuelidad como fenómeno en las familias venezolanasEn los estudios de la familia venezolana los abuelos están prácticamenteausentes en la sociodinámica del grupo familiar. Mientras que los ancianoscomo grupo social tienen cada día más peso en las consideraciones que sehacen sobre política y seguridad social, a los abuelos, por el contrario,pareciera asumirse que son menos vigentes en la estructura familiar. Porlo general, los estudios existentes sobre los abuelos, se remiten a tratarloscomo los ancianos de la familia y tienden a enfocarlos sobre la base de losproblemas que generen por su condición de fragilidad o enfermedad. Estascondiciones preliminares fueron utilizadas como plataforma referencialpara la revisión de los estereotipos existentes sobre la ancianidad oabuelidad, en función de la presente existencia de mujeres que sonabuelas a los 45 años o menos; debido a la influencia delproceso de modernización y transculturación de la familiaen nuestro país en los últimos años, aumentando tambiénla estadística de madres adolescentes (de 10-19 años),como consecuencia de la abuelidad en la actualidad.Función de la abuelaLa abuela se introduce en una función básica de susroles, la de cuidadora, con la cual adquiere la potestadde sus nietos total o parcial cuando falta alguno delos padres o ambos; compartiendo con sus nietosactividades cotidianas relacionadas con elcuidado rutinario (aseo personal, vestimenta,sueño, y alimentación) y al mismo tiempoparticipación en la formación de tales hábitosen los nietos.Por otra parte se ha determinado que laabuela es de gran importancia para ejercercontrol del comportamiento de los nietos. Laabuela en las zonas rurales es quien se encargade hacer cumplir las normas en el hogar y

funciona como organizadora o cuidadora ayudando a la madre, sobretodo cuando se relaciona con la crianza, manteniendo sus límites bienclaros. La abuela en general no es la principal encargada de proporcionarel castigo a los nietos al momento de controlar su comportamiento aúncuando en ocasiones se sienta en la necesidad de hacerlo.También la abuela ejerce la función educadora (formal e informal)aún cuando en las sociedades las experiencias de los nietos seanradicalmente distintas de la de los abuelos los abuelos trasmiten a susnietos conocimientos del pasado, y a los nietos les gusta la compañía desus abuelos y los relatos que ellos les cuentan de los viejos tiempos, locual contribuye al conocimiento de su origen y pasado.Es importante resaltar que el rol de cuidar a los nietos prevalecemás en las abuelas que en los abuelos, debido que esta mantuvo mayorpresencia -durante toda su vida- en la casa y el abuelo se encontrabatrabajando.Una abuela en casa como antiguamente se hacia, trae beneficiosen el cuidado de los niños, sobre todo por la relación particularmenteamistosa que se puede desarrollar entre los miembros de dos generaciones alternas.Es importante mencionar que el rol de laabuela está cambiando socialmente, ya queforma parte indispensable del desempeño comoparte de las trasformaciones que se vienendando en la ancianidad dentro de la familiavenezolana.Referencias:-Albercrombie, N. y otros (1992),Diccionario de sociología. EdicionesCátedra. Madrid España.-Fericgla. J. (1992) Envejecer. Unaantología de la ancianidad. AnthroposEditorial del hombre. BarcelonaEspaña.-Fernández Ballesteros(2004). Gerontologíasocial. Habilidades delGerontólogo. EdicionesPirámide. Madrid España.

Otravez ella Gregorio MeléndezYo estaba en la salita. Máximo y Alejandra ya se habían retirado parauno de los cuartos. Quedaba botella y media del vino portugués, queMariela había negociado con su comadre y como los otros dos sifrinos semetieron a hablar en la biblioteca, yo, moreno resignado, busqué consueloen el vino.La morenita que se llama Daysi (¡cómo me gusta!) me habíademostrado que no tenía ningún interés en sostener bochinche algunoconmigo, por lo que, sacando fuerzas de flaquezas, abracé con muchoamor a un cojín del sofá.Pasaba el tiempo y para mí era cuestión de honor la perdurabilidaddel vino, así que pensaba, o soñaba, con llenar de parras al país, y cuandoimaginaba cómo sería el entramado bajo este cielo que nos vio nacer,camino al baño, a la altura de la biblioteca se abrió la puerta, y salióDaysi tomándome la delantera. “Qué casualidad, te antojas en el mismomomento en que yo también tengo ganas”, entró al baño se bajó laspantaleticas y se sentó, entonces como si fuera poco lo que me estabahaciendo dijo: “Me cuesta hacer pipí cuando me miran, pero me gustaque me miren”. Por sus actitudes anteriores comprendí que la frasetenía mala intención, así que no le dí el gusto y seguí camino hacia lacocina, en donde para hacer tiempo, simularía tomar agua.Cuando la luz de la nevera me alumbraba, y yo pensaba si valíala pena soportar el olor en mis manos, del queso queplanificabacortar,

apareció la flaca, yo le digo así pero es un mujerón, inmaculada en bikincitoy una franela que supongo del hijo que no ha tenido: Yelitza, como essu nombre, comenzó con sus ardides desde que su figura se dibujó en elmarco de la puerta, sin saber que yo con sólo enterarme que está cercaentro en el desconcierto.La estatura que es esa mujer se paró a mi lado y no tuve otra opciónque llenar un vaso con jugo de naranja y fue de esa manera como me retiréun poco para dejarle espacio, pero ella sin ningún bochorno se arrimóhacia donde yo estaba y me dijo: “Cónchale flaco -más patético no podíaser-, estoy mortificadísima. Mira como tengo la cara”, yo la ví igual debella, pero complaciente sin perdón que soy le seguí el juego. “Estás linda,flaca”, así le dije, y fue cuando se puso histérica diciéndome: “Tú eres loco,no sabes que hoy cuando estuvimos en la playa no utilicé protector solar,y eso puede traer efectos posteriores sobre mi rostro”.Juro por Dios y mi madre que así me dijo, entonces yo vengo y lecomento: “No te preocupes mi reina bella, piensa siempre lo mejor. Túverás que el sol mañana será más benevolente y será sólo porque desde yalo invoqué para ti”.

Usted es la culpable de todas mis angustias de todos mis quebrantos.Ese fue el momento, tras mi mensaje anterior, cuando inesperadamenteme abrazó y comenzó a sollozar, igualmente le retribuí su abrazo, peromanteniendo la compostura. “Abrázame fuerte, flaquito, es que me sientomal”, me dijo, y yo posé mis manos sobre sus caderas con un gesto inocentey de paciencia.“Que me aprietes, te dije”, y yo, como buen cachorro pastor alemán,obedientes que son todos, pasé la mano derecha sobre sus costillas y laotra la dejé en el mismo sitio, y ella entonces, “Te dije que así no, que meaprietes”.Entonces fue así como en breve tiempo, con un trabajo que no fue tal,estuvo sentada sobre un gabinete de la cocina, y así nos encontró la Daysi,mas como yo tenía la molestia por su proceder anterior lo hice, o mantuvemás bien las circunstancias, y con mis jeans e interiores en las rodillas laignoré.Era de cajón que ella sólo buscaba a Yelitza, y yo pensé que ese era elmomento de mi desquite, la muy zorra me miró y conoció la intención,entonces se acercó yme preguntó si podíadarme unos besitos enlas tetillas.Yo quería seguircontando hasta llegar ala conclusión delrelato,perootra vez llegaella con laintención de corregir micuerpo.

Usted llenó mi vida de dulces inquietudes y amargos desencantos.Atiempo completoNéstor Andrés RangelVi a una pareja de indigentescaminando tomados de la mano: iban deespaldas a mí, que desde mi asiento enla buseta los contemplé. con sus ropasy su piel sucia.Años atrás, yo pasaba frente a unaconstrucción abandonada y el hombreestaba desnudo mientras la mujerlo bañaba. Era el hombre que habíavendido polos y se dejó llevar por elalcohol y las drogas a ese extremo. Elindigente que dentro de ese mundo tuvodos mujeres y una de ellas murió de uninfarto.Ahora, a lamedia mañana, de este mesde este año le queda una ydesde la buseta los vi a losdos: caminaban tomados dela mano bajo el sol de ese día,sin importar las miradasde nadie porque el estar enla nada les permite seramantes a tiempocompleto.

Poema deBenito MiesesPorque hay tardes más oscurasque el restoque caen silenciosamentehacia la nochedonde entrelazado te recuerdoenroscada como una culebraengatillada como unaculebrao una pistolasin mas objetivos que mis sieneso el telón más débily los huesos quebradizosporque hay noches mas hondasque tus piernas o tu vientrey noches en que sin ellastodos los culos son tristesporque te me atraviesas enla nocheen las palabras, las páginasque leo para borrar la nochey sus recuerdos, la nocheen que cierro los ojos yse cierne otra nochey una caída y un abismoparecido a tu cuerpo.Porque el libro pierde susentido y avanzo y retrocedoen la nochecomo en tu corazón enla distancia y aumentavertiginosamente la distanciaque separa tu boca y tu sexode algo que ansioso hacetictac a la izquierday algo se encresta y rabia

y promete explorar esas distanciastan insalvables como losque van de línea a párrafode párrafo a páginadonde me pierdoen tu cuerpo que es uncapítulo que extiendepoco a poco su finalno cierra esta pequeñahistoria que a vecescoqueteaba en nuestrasvidas quepoco a poco y enrumbo diversofueron adentrándose en la nocheporque poco a poco las calles quese entrelazaban algunas nochesse iban separando definitivamenteen el bullicio de la genteen un sordo estallido depalabras huecashondas como la noche que se tragan nuestros pasoscada vez menos nuestrosmas perdidos en un mapaque no nos sitúay mientras cae la nochecambiando aceleradamentelos coloresvamos definitivamentehacia el ocasode nuestras vidaschiquitasdiminutasdonde un pequeño Diosimpotenteabre sus ojos a la nochese sumerge anhelanteen la noche y los recuerdosque mantienen tímidamenteuna llamaque luchaesperanzadacontra una furiosa tormenta.

Escritosdel hablaCelsa AcostaMi padreera un ángel con cabellos de pelusahablaba una lengua particulardecía montaña y cada letra venia olorosa a bestiasa ríosa monteEn sus manoslas marcas de un paísaños que la memoria desgarra y ofuscaaños en que la tierra huérfana de refugiosin lugar de sosiego para el hombrebuscó la otra orillasin descansobajo el peso del hambre y el desamparobajo el miedo de huesos y carneasí mi padre se hizo hombrede allí su afán de ahorromanía de anotarel centavo, el real o el bolívardado por la compra de un racimo de camburo dado en las manos de sus hijosde allí su precisiónde guardar lo necesario para días austerosleía periódicos y veía los noticierosal otro día hablaba de un país salidode la memoriaparodiaba el discurso políticocon los cuentos del mercadolas bromas a carniceros y yerbaterasla renta petrolera venia con punta trasera recién cortada,la crisis del Medio Orientellegaba con la ruda amarilla y el rabo e ratón,el discurso del presidente en la OPEP10

caía como el hombre asesinado de navajaentre Isla y Libertad,era otro país o el mismo del 12?atrás los caminos para llevaría cargaatrás el país de unos años marcados por la trampael espejo dorado bocabajono hay rostrossólo unos ojos que albergan la pena y el desamparo.Vinieron otros días padrey tu con ellos andandoentre el tabaco y tus chacaritasaún con tu contabilidad de bolsillo,eran días cansadosentre tantos cuerpos de olvidola pérdida se hizo cotidianay se albergó en los rinconesdebajo de los puentes,en las aceras, en el rostro de mujeres y niñosen las manos de nuestros hombres,en los sueños de todoshasta en la guarda de mi ángel.otros días y los mismoscuando la enfermedadya era presencia conocidapoco importaba la noticialos mercados y su Bolsalos atropellos del imperiola decadencia del capitalismoel bloqueo a Cuba la Bellala caída de otro mundoo la mudanza de la casa de hierbas, verduras y carnesal sureste de la ciudado mas acá y aquínuestra gente dándole campanadas a la concienciacorriendo entre reces, muertos, bultos de comidasaltando entre disparos y machetessólo imagino tus ojos en esos díasahora el espejo recuperado del estanqueahora tu aliento bajo el ronquido11

pienso en estos días de mi paíspienso en ti padresabrás que la siembraaún no recupera el sueñoel rostro a ganado la sonrisa del albael tránsito tiene atajos, piedras y zanjaslos pasos buscanla huella propiael hueco en la paredlo ha tapado un clavoel hueco en la mesalo ha tapado el otro que conversa conmigoeste es ot

sal a la calle con balanza y metro, pesas y mide blanco y negro, amor y olvido, agua y fuego, filo geográfico y campana celeste. Al final todo más claro. Bañamos nuestra cabalgadura sólo una vez en aguas del mismo río. Camina a paso de monte y hasta amigo del viento que llevará los pesares al sitio de tu arrebato. Que los solitarios no te enfaden, pero resuélvete en multitud. Habla lo .