La Misión, Audacia Y

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.EdiciónhispanoamericanaAño 61/4 Nº 241Diciembre de 2020LosLaDerechosmisión,Humanos.audacia ymodestia¡esperanzaparalos pueblos!Revista de Misionología

La Palabra de Dios, la presencia de Cristo y la vida del Espíritu Santo se revelan yse hacen próximos en la fe viva y comunitaria de los cristianos. La experiencia y lapraxis de las comunidades constituyen entonces el primer lugar teológico de unareflexiónsobre la vida de la fe.EdiciónhispanoamericanaLo mismo pasa con la reflexión misionera. A partir de la experiencia y de la acciónconcreta, del encuentro y del diálogo con los no-cristianos, del nacimiento y delcrecimiento ininterrumpido de la Iglesia se va construyendo la teología de lamisión.Spiritus es una revista trimestral, fundada en 1959 y llevada por un grupo deinstitutos misioneros masculinos y femeninos en Francia. A partir de 1996, seamplía la revista y comienza a salir una edición hispanoamericana de la revista enQuito, Ecuador. Spiritus quiere, dentro de esta visión, identificar y profundizar enlas cuestiones que hoy en día se le presentan a la experiencia misionera, esclarecer yfortalecer la misma vocación misionera, y poner de relieve las dimensiones delcrecimiento y de la apertura que son la vocación de todos los cristianos.Siendo un libre instrumento de investigación teológica al servicio de la misión,Spiritus no necesariamente se identifica con las opiniones y posturas expresadas porlos autores.Edición hispanoamericanaISSN 1390-0382Co-editan: Congregación de la Providencia, Congregación del Verbo Divino,Hermanas Misioneras Combonianas, Misioneros Combonianos del Corazón deJesús, Sociedad Salesiana en el Ecuador.Director: Helmut Renard svdRevisión de textos: Margarita Andrade R.Diseño gráfico: Editorial EcuadorImpresión: Editorial Ecuador/2528492Registro SENACOM: SPI-98-001Los textos de la Biblia se citan según la Biblia de América (Estella/Madrid: LaCasa de la Biblia 1994). Excepto para legítimos propósitos de investigación, estudio privado, reseñas ocríticas, toda reproducción, almacenamiento, distribución y transmisión total oparcial de los contenidos de esta revista necesitan el permiso escrito del Editor.Cum permissu superiorum

Presentación3La misión, audacia y modestia El regreso de la misiónPaulin PoucoutaMarie-Hélène RobertDennis GiraMichael AmaladossGilles ReithingerÉric ManaeghePierre DiarraMichel Mallèvre Los 72 discípulos (Lc 10,17-20)El juego de las mediaciones en la conversiónEl misionero, un enviado de Dios en elmundo de hoyMisión en Asia hoy.Perspectivas y desafíosSer misionero en el corazón de las culturas orientalesLa CICM en el siglo XXI.“Una misión buena y hermosa”Diálogo con las religiones tradicionales africanas (RTA)Ecumenismo y misión.Una mirada a la participación de la revista Spiritus921324152617179Parte aparteSpiritus, edición hispanoamericana y su aporte a la misión en América Latina Christian TauchnerAntecedentes y contexto del inicio de la ediciónhispanoamericanaHelmut RenardLa realidad actual de la edición hispanoamericanaRoberto TomicháSpiritus y su relevancia en el contexto latinoamericanoWalter von HolzenUna ventana al mundoRafael González Ponce El reto de los cambios culturalesSidnei Marco DornelaExigencias y reflexiones sobre la misiónen América Latina 91101103105109110Crónicas Athanase BouchardLos orígenes de la revista SpiritusRigobert MinaniBihuzo“Querida Amazonia”.Una lectura a partir de la Cuenca del Congo 117121Año 61/4 Nº 241 Diciembre de 2020

Charles AdjoumaniKouakouLa enseñanza de la misionología:importancia y contenido128Índice Año 61136

PresentaciónLa humildad y la audacia se abrazan“¿Aquién enviaré?”, pregunta el Señor. Y, responde Isaías:“Aquí estoy yo, envíame” (Is 6, 8). A esta disponibilidad y a esta audacia del profeta, el Papa Francisco convoca a loscristianos en este año misionero mundial 2020-2021. Les pidereflexionar sobre los medios de propagar su fe y de actuar para losmás desprotegidos, especialmente en estos momentos marcadospor el desamparo sanitario.El profeta Isaías es audaz. Le espera una misión difícil en aquellaépoca de siglo VIII, marcado por la infidelidad religiosa, las injusticias socioeconómicas como también por la inseguridad política,vinculada a las amenazas de los poderes vecinos, Asiria y Egipto,y a las intrigas políticas de los dirigentes. Isaías, originario de Jerusalén, frecuenta los círculos de los sabios, donde se reclutan losconsejeros del Estado; ciertamente, los ambientes administrativosAño 61/4 Nº 241 Diciembre de 2020

4Presentacióny políticos, cuyos enredos le son muy familiares. Sin embargo,como profeta, sabe tomar distancias frente al poder. En el nombredel Señor interpela tanto al rey Ajas como a su sucesor Ezequías,los invita a la fidelidad. En efecto, enraizado en su fe, Isaías, enmedio de la crisis que atraviesa su pueblo, pide a todos, lo mismoal pueblo como a sus dirigentes, aferrarse solamente a Dios.Empero, este profeta frente a la seguridad principesca se sientemuy pequeño delante de Dios. Isaías lleva para siempre las huellas de su vocación, de su encuentro en el templo de Dios, tresveces santo, fuerte y real. Ha descubierto que delante de Él, el serhumano es frágil, manchado por el pecado del que se debe purificar. Su disponibilidad para la misión, entonces, no es un orgullo,sino confianza en este Dios del que jamás desespera. Continuamente, Isaías debe ser “humilde con su Dios” (Miq 6,8).A raíz de Isaías y de Papa Francisco, el presente número de Spiritus quisiera dar testimonio de esta doble dimensión de la misión:la audacia y la modestia. Los momentos que estamos viviendoson tan inciertos como aquellos en los tiempos de Isaías. Comoél, tenemos la exigente misión de abrir el presente de nuestrospueblos al hoy y al futuro de Dios.Así, a los 72 discípulos-misioneros (Lc 10, 17-21), que hicieronla experiencia de la fuerza liberadora de la palabra de Jesús, elMaestro recomienda modestia y acción de gracias a Dios, maestrode la misión. Asimismo, el misionero, que debe anunciar y llamara la conversión, no debe olvidar que es Dios que interviene enlas diferentes etapas del proceso de conversión, antes y después.A ejemplo de Isaías, se debe acordar que es un enviado de Dios.Entonces, la misión es abertura. Abertura a la unidad fundamental de la misión y a la diversidad religiosa a lo que nos lleva supuesta en práctica. Abertura de la Iglesia al diálogo creativo conAsia, visitando juntos el pasado, el presente y el futuro. Abertu-Año 61/4 Nº 241

Presentaciónra a otra manera de ser misionero en el corazón de las culturasorientales. Abertura al diálogo con los adeptos de las religionestradicionales africanas para suscitar un vivir juntos amablemente.Abertura más grande al ecumenismo como también a las divisiones que atraviesan a las Iglesias. Abertura de los institutos misioneros a su carisma para la acogida de las “sorpresas del Espíritu”.5Este número de Spiritus quiere igualmente celebrar la audacia y lamodestia de quienes, desde hace 61 años, por medio de la revistaSpiritus, proponen reflexiones, meditaciones y testimonios de lamisión en el mundo entero. Hay una presentación de proto-historia de la revista por parte de su fundador, Athanase Bouchard.Luego siguen varios testimonios e interrogaciones desde AméricaLatina. Nos relatan la valerosa aventura de la edición hispanoamericana de la revista. En resumen, todo el presente número de larevista nos recuerda que “la misión es el lugar donde la humildady la audacia se abrazan” (Denis Gira).Paulin Poucouta, Spiritus - ParísHelmut Renard, Spiritus - QuitoAño 61/4 Nº 241 Diciembre de 2020

La misión,audacia ymodestiaDiciembre de 2020

El regreso de la misión.Los 72 discípulos (Lc 10,17-20)Paulin PoucoutaSacerdote de la diócesis de Pointe-Noire (República del Congo), Paulin Poucouta es profesor emérito de Sagrada Escritura y de griego bíblico del Seminario Mayor de Brazzaville y del Instituto Católico deYaoundé. Desde septiembre de 2019 es director de publicación de larevista Spiritus, París.Volvieron los setenta y dos muy contentos y dijeron: Señor,en tu nombre hasta los demonios se nos sometían. Les contestó: Estoy viendo a Satanás caer como un rayo del cielo. Miren,les he dado poder para pisotear serpientes y escorpiones y paravencer toda la fuerza del enemigo, y nada los dañará. Con todo,no se alegren de que los espíritus se les sometan, sino de que susnombres están escritos en el cielo (Lc 10, 17-20).Mientras los otros Evangelios se dirigen exclusivamente a los cristianos, Lucas apunta también a los no cristianos. Su libro tieneun fin apologético y misionero. Jesús es el desenlace del AntiguoTestamento y de la historia universal. En Él, toda búsqueda dehombres y mujeres encuentra su sentido. En esta dinámica conviene inscribir un aporte propio de Lucas, el de la misión de los72 discípulos que Jesús envía a anunciar su Palabra liberadora.Esta vuelta de la misión, que el evangelista inscribe en el caminode Jesús hacia Jerusalén, suscita la alegría de los discípulos. Mientras les felicita, el Maestro les recuerda que ante todo son testigosde la obra de Aquel que les ha llamado.Año 61/4 Nº 241 Diciembre de 2020

10Paulin PoucoutaLa misión, un largo andarDesde Galilea hacia JerusalénSegún el plan propuesto por Daniel Marguerat,1 el evangelio deLucas, además de la introducción (Lc 1, 1-4), está organizado enseis etapas: Infancia de Jesús (1,5 – 2,52), preparación al ministerio público (3,1 – 4,13), Jesús en Galilea (4,14 – 9,50), viaje aJerusalén (9,51 – 19,28),2 entrada a Jerusalén (19,29 – 21,38), lapasión y resurrección en Jerusalén (22 – 24).La misión de los 72 discípulos se integra, en el contexto delcaminar misionero de Jesús hacia Jerusalén, en la sección central del evangelio. Este viaje no tiene un valor documental. Elhistoriador Lucas no busca situar cronológicamente los hechos y gestos de Jesús. Este cuadro tiene, entonces, una función teológica y misionológica. Al insertar el episodio en estecontexto, Lucas lo inserta en la dinámica misionera del camino de Jesús desde Galilea hacia Jerusalén, que comienza máspronto que en los otros Evangelios sinópticos; desde el finaldel capítulo 9: “Cuando se iba cumpliendo el tiempo de quese lo llevaran al cielo emprendió decidido el viaje hacia Jerusalén” (Lc 9,51).Así, la misión de los discípulos se inscribe en la perspectiva itinerante, que es de la tradición lucana-paulina. Pero esta itineranciano es solamente geográfica. Se presenta para llegar al corazón dela misión, simbolizado aquí en la ciudad de Jerusalén.12Año 61/4 Nº 241Cf. Daniel Marguerat (dir.), Introduction au Nouveau Testament. Son histoire, son écriture, sathéologie, Ginebra, Labor et Fides, 2008, pp 108-110.Lucas retoma la organización geográfica del evangelio de Marcos. Pero la breve noticia del segundo evangelio del camino (Mc 8,27 – 10,52) resulta en Lucas un largo viaje hacia Jerusalén(Lc 9,51 – 19,28).

El regreso de la misiónJerusalén en la misionología lucaniana11En efecto, la ciudad santa tiene un lugar importante en la teología y misionología de Lucas.3 Su evangelio comienza en el templode Jerusalén (1,9) y termina en el templo de Jerusalén (24,53). Elevangelio de la infancia se desarrolla en Jerusalén y sus entornos.En Mateo y Marcos, las apariciones pospascuales tienen lugar enJerusalén y Galilea. En Lucas, todas suceden en Jerusalén y susalrededores. Igualmente, en Mateo y Marcos, Jesús envía desdela Galilea de las naciones a sus apóstoles a proclamar el evangelioa todas las naciones. En Lucas, la misión saldrá de Jerusalén. Enla ciudad santa se ha cumplido el plan de Dios, antes de alcanzara todas las naciones. Es el programa misionero que Jesús confíaa los doce: “Serán testigos míos en Jerusalén, Judea y Samaria yhasta el confín del mundo” (Hch 1,8).La misionología lucana está unida a su eclesiología. Para Lucas, laIglesia está compuesta por cristianos de origen judío y no judío.Ellos tienen la misma historia cristiana, que tiene sus raíces en eljudaísmo. Ella va de Adán a Israel, de Israel a Jesús, de Jesús a losapóstoles, de los apóstoles al mundo entero. En esta dinámica seinscribe la misión de la Iglesia y de cada cristiano, representadaaquí por los 72 discípulos.El camino hacia la pasiónEl camino hacia Jerusalén es difícil y marcado por pruebas. Comienza por la negativa de un poblado samaritano para recibir a Jesús y suscompañeros (9,51ss). Los apóstoles sugieren reaccionar con violencia. Para Jesús, solamente la paz y la no violencia deben imponerse.Más adelante en 10,13, Él encuentra la incredulidad. También advierte a quienes quieren seguirle acerca de las exigencias (9,57ss).3Ver Jean-Luc Vesco, Jérusalem et son prophète, París, Cerf, 1988.Año 61/4 Nº 241 Diciembre de 2020

12Paulin PoucoutaEn tres ocasiones, Jesús anuncia su muerte, mostrando de estamanera la relación entre pasión y misión. El primer anuncio ocurre luego de la profesión de fe de Pedro (9, 21). Este caminohacia la misión será el premio para todos quienes quieren seguirley llevar adelante su proyecto misionero. Por cierto, está el relatode la transfiguración (9, 29ss) que confirma e ilumina el proyecto misionero de Jesús. Pero, un poco más adelante, nuevamenteanuncia su muerte (9,43ss). En Lc 18,31, encontramos el terceranuncio de la pasión que los discípulos no saben comprender alestar muy preocupados de su propia carrera.En resumen, para el griego Lucas, Jesús, a la manera de los filósofos antiguos, enseña como un maestro itinerante. Pero, más queun maestro, Él es el Mesías que va a sufrir la pasión en Jerusalén.No obstante, su camino acabará con la exaltación en la resurrección que confirma su misión divina. Se comprende que los discípulos deberán recordar que la adhesión a Jesús y el anuncio de laBuena Nueva en Lucas, aunque optimista, no olvida en resaltarque el proyecto misionero de Jesús es muy exigente. Los de salvación pasan por senderos sinuosos y escarpados que conducena Jerusalén.Los discípulos-misionerosUn informe de misiónLucas y Mateo, para escribir sus evangelios, han utilizado unafuente común, la colección de logia que contienen las palabras deJesús. Según los críticos, se encuentra un discurso de misión también presente en Mc 6,8-11. Mateo ha combinado estas dos versiones en un solo discurso misionero (Mt 10,7-16), paralelo al deMarcos. Lucas ha mantenido los dos discursos, distintos, dirigidouno a los apóstoles y otro a los 72 discípulos. Además, el evanAño 61/4 Nº 241

El regreso de la misióngelista utiliza abundantemente el proceder literario de la simetríaque se concretiza por el acomodo de dípticos, y permite subrayarel acercamiento entre dos realidades colocadas en paralelos.13De esta manera, tenemos dos envíos de misión en Lucas: 9,6-16y 10,1-12. El primero es de los doce y se inserta en el contexto dela Galilea de las naciones. El segundo es el de los 72 discípulos.Se inscribe en el cuadro del camino hacia Jerusalén. En amboscasos, Jesús da consignas misioneras. Vemos a los apóstoles partiren misión (Lc 9,6). En cambio, la salida a misión de los discípulos ocurrió en silencio. Simplemente, los vemos regresar. En fin,el relato de la misión de los apóstoles es muy conciso. El de losdiscípulos es bastante más extenso. Por otra parte, es sobre esteúltimo texto que se apoya nuestra enseñanza misionera.Apóstoles y discípulos¿Quiénes son los discípulos? Más que Mateo y Marcos, Lucashace referencias a multitudes numerosas y diversas que se precipitan para escuchar a Jesús.4 El primer grupo es el de los apóstoles, que desempeñan un papel importante tanto en el Evangeliocomo en los Hechos de los Apóstoles. Lucas hace de ellos casitestigos modelos. Compartiendo muy de cerca la misión de sumaestro, representan las doce tribus de Israel. Ellos constituyenlas doce columnas de la Iglesia naciente; son el círculo íntimode Jesús.En cuanto a los discípulos, el término que les señala es raro enel Antiguo Testamento, pero frecuente en el judaísmo. Se refierea quien recibe la enseñanza de un rabino. En Juan, los apósto4Así, él es el único en mencionar a mujeres que siguen a Jesús (Lc 8,3). ¿Formaron ellas partede los discípulos enviados en misión? Difícil de afirmar; el texto nos es explícito y los críticosestán dividos al respecto.Año 61/4 Nº 241 Diciembre de 2020

14Paulin Poucoutales son llamados discípulos: María es la primera “discípula”, y elevangelista, el discípulo muy amado. Se subraya la adhesión aJesús, no la función. En Mateo, igualmente, el término discípulosse puede referir a los doce.En nuestra perícopa, el gripo de los discípulos es muy distintodel de los apóstoles. Los discípulos sobrepasan ampliamente elcírculo restringido de los 12. Estos, por otro lado, son parte.En efecto, el grupo está compuesto por todos quienes acogenla Palabra de Jesús y su mensaje. Lo siguen, aun cuando no forman parte de los doce. Al confiarles la misma misión que a losdoce, Jesús hace entender que todos tienen la responsabilidadde anunciar la Buena Nueva, mientras se respeta la vocaciónparticular de cada uno.La misión de los 72La misión de los setenta y dos discípulos refleja ciertamente la fisionomía de la Iglesia lucana, cuyos ecos encontramos en el librode los Hechos de los Apóstoles. Se organiza alrededor de los doce,testigos de la vida, de la muerte y de la resurrección de Jesús. Pero,poco a poco, surgen diferentes ministerios para la misión, en lacual participan hombres y mujeres, cada uno según su carisma.Por esta razón, a partir del capítulo 6 en el libro de los Hechosde los Apóstoles, el término “discípulo” concierne a todo cristiano que haya conocido o no a Jesús durante su vida terrenal(Hch 6,1ss; 9,10-21). Los discípulos, entonces, son incorporados a los apóstoles. Lo que cuenta es el llamado del Señor, elapego a Cristo.En efecto, el discípulo judío elige, el mismo, el rabino que quiereseguir, en función de sus competencias y para llegar maestro a suturno. El discípulo cristiano es llamado por Jesús para unirse a suAño 61/4 Nº 241

El regreso de la misiónpersona y llegar a ser su testigo. Esta invitado a participar en eldestino de su rabí, a la misión universal.15Esta universalidad está representada por el número 72, número tradicional de las naciones paganas, a quienes, esencialmente,Lucas, el temeroso de Dios, se dirige. Para él, el evangelio estádestinado a todos los pueblos y a todas las naciones. En lugardel número 72, algunos manuscritos ponen 70, una alusión a lossetenta ancianos, instituidos por Moisés como co-servidores de lamisión (Nm 11,16).Además, los discípulos son enviados de dos en dos como testigos5de una misión que es del conjunto de la Iglesia. Como los compañeros de Moisés, los 72 están, entonces, al servicio de la misiónuniversal. Ellos anticipan la experiencia de los discípulos-misioneros de todos los tiempos que Jesús consagra por su muerte y suresurrección, y que envía en una misión universal.Balance de la gira misioneraLa alegría de la misiónLos discípulos regresan de su gira misionera, tal vez la primera,entusiastas y llenos de alegría. Son felices del éxito de su misión.Por otra parte, nuestro texto está enmarcado por la temática dela alegría. En efecto, el sustantivo griego chara (10,17) y el verbochairô (utilizado dos veces en el versículo 20) se corresponden. Eltérmino chara significa alegría, placer, felicidad. El verbo, a su vez,quiere decir: alegrarse, ser feliz. En el mundo griego, estas palabrasrevisten un sentido profano. Se celebra la alegría del retorno al5En la tradición judía para que un testimonio sea creíble y admisible debía ser emitido porlo menos por dos hombres. Además, el tema del testimonio es importante en la tradiciónlucana. El misionero da testimonio con su palabra y con los hechos: “Ustedes serán mis testigos.”, dice Jesús cuando envía los apóstoles a la misión (Hch 1,8).Año 61/4 Nº 241 Diciembre de 2020

16Paulin Poucoutapaís natal, de una recepción, de un regocijo popular, de buenascosechas, o también de una victoria bélica. Pero estos momentosde euforia se pierden en el escepticismo del mundo circundante.De hecho, como anota Ceslas Spicq, la alegría es una característica judeocristiana.6 Es la razón por la cual el tema recorre elconjunto de la Biblia. Es la alegría por la salvación de Dios. El vocabulario de la alegría ilumina igualmente el conjunto del NuevoTestamento. En el cuarto evangelio es una alegría prometida enlos discursos de despedida, pero los discípulos la prueban realmente cuando hacen la experiencia del Resucitado.Sin embargo, de los evangelistas, es Lucas que más veces repite latemática de la alegría. Así, el nacimiento de Juan Bautista traerá“gozo y alegría” (Lc 1,14). El ángel saluda a María, deseándolela alegría de participar en la obra de Dios (Lc 1,28). El anunciode la salvación es fuente de una “gran alegría” (Lc 2,10-11). Laacogida de la palabra irradia alegría (Lc 8,13). Y hasta, a pesarde la separación con su maestro, los discípulos permanecen en laalegría (Lc 24,52).En Lucas, la alegría muchas veces está ligada a la misión, al anunciode la Buena Nueva. Esta relación es muy evidente en el libro misionero de los Hechos de los Apóstoles. Así, después de ser bautizadopor Felipe, el eunuco etíope continuó su viaje, feliz por el bautismoque lo hizo un discípulo-misionero para testimoniar en su tierra laBuena Nueva de la salvación de Dios (Hch 8,39). Asimismo, enel camino que les lleva de Antioquía a la asamblea de Jerusalén,Bernabé y Pablo se dan cuenta de la conversión de los fenicios y delos samaritanos a la Palabra de Dios. Lo que “llena de alegría a loshermanos” (Hch 15,3). De esta alegría de la misión se regocijan losdiscípulos al volver de la misión (Lc 10,17).6Año 61/4 Nº 241Ceslas Spicq, Lexique théologique du Nouveau Testament, París / Fribourg, Cerf / ÉditionsUniversitaires de Fribourg, 1991, p 1642.

El regreso de la misiónLa era jubilar ha llegado17Pero, ¿qué provoca la alegría misionera en los discípulos? Indudablemente, el éxito de su misión. No solamente anunciaron lallegada del Reino y, tal vez, sanaron a enfermos (Lc 10,9), sinohan visto cosas inesperadas. Más preciso, se regocijan por haberrealizado exorcismos en nombre del Señor. Han vencido a losdemonios o espíritus demoníacos caminado sobre escorpionesy víboras.El demonio significa el poder del mal. Los discípulos tomaronel control sobre él, lo han derribado, sometido como lo sugieremuy fuerte el verbo griego hypotassein (poner bajo los órdenes de,someter). Su aplastamiento señala la llegada del Reino de Dios.La alegría de los discípulos es por ver retroceder, gracias al anuncio de la Buena Nueva, las fuerzas de la muerte. Asechando en elfondo de los corazones y de las instituciones, ellos corrompen lasrelaciones. Se expulsan solamente por la fuerza del Evangelio ypor la conversión.En cuanto a los escorpiones y las serpientes, cuya experienciadolorosa se hace en Palestina, simbolizan, como en el AntiguoTestamento, las fuerzas maléficas, los poderes del mal (Sal 91,13).Son desencadenados por Satanás, el enemigo por excelencia (Lc10,19). Los discípulos participan en el combate que Jesús ha llevado durante toda su vida. Como testimonio, el relato de la tentación durante la retirada de Jesús en el desierto, que precede sumisión pública (Lc 4,1-13). Él deberá continuamente resistir a lastentaciones diabólicas del tener, de la idolatría y de la vanagloriaque apartan de Dios. Ciertamente, en la literatura apocalíptica,la caída vertiginosa y definitiva de los poderes del mal, evocadosen nuestro texto, no será definitiva hasta al final de los tiempos.Pero, para Lucas, ella ya está presente, hoy, en el testimonio de laBuena Nueva, en lo cotidiano.Año 61/4 Nº 241 Diciembre de 2020

18Paulin PoucoutaEn su discurso programático, que sigue al relato de la tentación(Lc 4,16-30), Jesús presenta su misión como la realización de laera jubilar, anunciado por el Tercer Isaías (Is 61,1-2). Esta misión liberadora pone al hombre y a la mujer de pie para inventar“otro” mundo; en adelante, ya no regido por la fuerza satánica delegoísmo y de la injusticia, sino por el amor de Dios.De hecho, la misión fue para los discípulos una revelación, la delpoder liberador efectivo de Jesús. La era jubilar anunciada no esentonces una ficción, sino una realidad. Ella exige, desde luego,que el espíritu del mal, el pecado, abandone nuestros corazones ynuestras instituciones sociales y religiosas. ¿Cómo no manifestarsu alegría cuando se es asociado a un proyecto tan inédito? Porotra parte, Jesús ensalza la audacia misionera de los discípulosy les asegura su protección. Los colma de esta bienaventuranza:“Dichosos los ojos que ven lo que ustedes ven” (Lc 10,23).Sus nombres son inscritos en el cieloNo obstante, la alegría de participar en el advenimiento del Reinono debe ser pretexto ni para la presunción ni para la autosatisfacción. Jesús pide volver a la fuente de toda misión. En la alegría decontribuir al triunfo sobre las fuerzas del mal, los discípulos deben preferir la de saber que sus nombres son inscritos en el cielo,es decir, en el mundo de Dios. Los misioneros están en la mano yen el corazón de Dios que los sostiene.El poder de hacer retroceder las fronteras del mal no viene, entonces, de los discípulos. Se les ha confiado. En efecto, el verbo griego didômi, usado aquí, quiere decir “dar o acordar”, pero también“conceder o confiar”. Estos dos últimos significados muestranclaramente que Jesús hace de sus discípulos, sus colaboradores,sus socios que trabajan bajo la mirada del maestro. Además, losAño 61/4 Nº 241

El regreso de la misión72 discípulos reconocen que lo que han realizado lo han hecho“gracias en su nombre”, designando el nombre de Jesús como enel Antiguo Testamento. Ellos no son héroes, sino testigos de unaobra que les sobrepasa y a la cual deben convertirse. Efectivamente, los poderes del mal amenazan igualmente el corazón de losmismos enviados como mostrará la disputa entre los apóstoles,preocupados por la preferencia, mientras que el maestro caminahacia la muerte.19Al hablar de la alegría de los discípulos hay que recordar tambiénla de María. Ella alaba al Señor por haberla asociada a su proyecto. Pero si Dios la eligió, ella comprende que esta elección particular no es un privilegio. Como Israel, como el siervo sufrienteque anuncia a Jesús, el servidor de los servidores, María es unasirvienta, con el doble sentido de dependencia frente a Dios yal servicio: “Yo soy la esclava del Señor; que se cumpla en mí tupalabra” (Lc 1,38).Conclusión: Yo te alabo Padre.El diálogo de los discípulos-misioneros con su maestro es interrumpido por una acción de gracias de Jesús: “En aquella ocasión, con el júbilo del Espíritu Santo, dijo.” (Lc 10,21). Mateo y Lucas tienen este pasaje en común que subraya la relaciónparticular de Jesús con su Padre, pero Mateo lo sitúa después delas acusaciones contra las ciudades en la orilla del lago (Mt 11,25-27). Lucas lo inserta en nuestro contexto misionero y evoca laacción del Espíritu Santo.Encontramos aquí la importancia que Lucas atribuye al Espírituque obra en la misión de Jesús y de la Iglesia. Igualmente, descubrimos la relación que Él establece entre la misión y la oración.Así, Jesús recibe su misión en la oración (Lc 3,21). En el tumultoAño 61/4 Nº 241 Diciembre de 2020

20Paulin Poucoutade su apostolado sabe retirarse para orar (Lc 5,16). Se dirige largamente hacia su Padre antes de la elección de los doce (Lc 6,12).Aquí alaba al Padre, porque su proyecto de amor está en marcha(Lc 10,21).En resumen, Jesús invita los discípulos-misioneros, que somos todos, a acoger y a vivir la misión, obra del Espíritu, en la alabanzaque es reconocimiento y abandono en el Padre, el maestro de lacosecha a la cual estamos incorporados.Paulin PoucoutaTraducido por José RodríguezAño 61/4 Nº 241

El juego de las mediaciones en laconversiónMarie-Hélène RobertMarie-Héléne Robert es superiora provincial de las Hermanas de Nuestra Señora de los Apóstoles, profesora-investigadora en la Facultad deTeología de la Universidad Católica de Lyon (UCLy). Miembro delConsejo editorial de Spiritus de 2005 a 2013; actualmente, es miembrode la Asociación de la revista.¡Conviértanse! (Mc 1,15; Lc 13, 3-5 y Mt 4, 17; Mt 3, 2; Hch2, 37 y 3, 19). El llamado hecho por Jesús, Juan Bautista yPedro parece bastante simple. ¡En la práctica, lanzar, escuchar yresponder a este llamado implica todo un juego de mediaciones,generalmente entrelazadas y cuyos efectos no siempre son predecibles! El misionero está más o menos consciente de esto, perono es el único actor en el proceso de conversión. Lewis Rambotrabajó la conversión desde una perspectiva antropológica basada en encuestas realizadas en varios continentes con conversos ycomunidades de diferentes religiones. Rambo ve la conversióncomo la “transformación de la persona por el poder de Dios queinterviene a través de la mediación de las fuerzas sociales, culturales, personales y religiosas”.1En efecto, las mediaciones actúan aguas arriba de la conversión(el contexto del llamado, las etapas de preparación), en el episodio desencadenante o en los catalizadores (el encuentro de uno1Lewis Rambo, Comprender la conversión religiosa, New Haven, Yale University Press, reimpresión 1996, p xii.Año 61/4 Nº 241 Diciembre de 2020

22Marie-Hélène Roberto más testigos, una lectura, una obra de arte, un acontecimientosobrenatural, la contemplación de la naturaleza, los medios decomunicación) y aguas abajo2 (acogida en una comunidad, losfrutos o el retroceso).Todo el proceso de conversión está salpicado de elementos queinteractúan y tendrán un impacto diferente dependiendo del contexto y de las personas. Ninguno de ellos puede ser desacreditadoo absuelto por misioneros y conversos, ya que tienen sentido enun conjunto de elementos; y, como señales, llevan a los afectadosmás allá del significante. El enfoque descriptivo busca entender suobjeto des

dad y a esta audacia del profeta, el Papa Francisco convoca a los cristianos en este año misionero mundial 2020-2021. Les pide . Según el plan propuesto por Daniel Marguerat,1 el evangelio de Lucas, además de la introducción (Lc 1, 1-4), está organizado en . En resumen, Jesús invita los discípulos-misioneros, que somos to-dos, a .