Trayectos En El Mapa: Artes Visuales Como Representación Del Conocimiento

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View metadata, citation and similar papers at core.ac.ukbrought to you byCOREprovided by Portal de Revistas Científicas ComplutensesARTÍCULOSArte, Individuo y SociedadISSN: ctos en el mapa: artes visuales como representación delconocimiento1Albert Macaya-Ruiz2Recibido: 31 de enero de 2017 / Aceptado: 21 de marzo de 2017Resumen. La enorme popularización, en los últimos tiempos, del término cartografía está sin dudarelacionada con la necesidad de explorar nuevas formas de representar el conocimiento. Más allá dela acepción convencional del mapa como representación de un territorio, hoy hablamos de cartografíapara referirnos a las más variadas formas de visualizar conexiones, no solo entre lugares, sino tambiénentre conceptos e ideas. En este artículo relatamos una investigación, en contexto educativo, en la que elmapa (en el sentido más amplio del término) es el instrumento a través del cual un grupo de estudiantesreflexiona sobre su propio aprendizaje. El mapa se convierte en un formato artístico mediante el cualprofesor y alumnos dan forma visible al conocimiento compartido. Fundamentaremos la experiencia endos argumentos: por un lado, el creciente interés por los formatos visuales y artísticos en la investigacióneducativa, en particular en relación a algunos desarrollos recientes de la investigación etnográfica y lainvestigación acción participativa. Por otro, las relaciones entre cartografía y artes visuales, que ejercenuna influencia ciertamente inspiradora en la investigación planteada.Palabras clave: Cartografía artística; investigación educativa y artes visuales; educación artística.[en] Courses in the map. Representing knowledge through visual artsAbstract. The widespread popularization of the term cartography in recent times can probably be seenas a consequence of the urgency for exploring new ways to represent the knowledge. Well beyondthe usual idea of a map as a mere representation of a territory, we use now the word “cartography” toinvoke a wide variety of ways to make connections visible -not only connections between places butalso between concepts or ideas. In this paper, we will summarize a research developed in an educationalcontext, in wich map (in the widest field of significance of this word), becomes the tool for a groupof students in order to reflect about their own learning process. Map becomes an artistic medium forboth teacher and students to give shape to shared knowledge. We will ground this experience in twomain arguments. On the one hand, we will examine the current interest for visual and artistic methodsin educative research, including some recent developments of ethnographic research and participatoryaction-research. On the other hand, we will summarize some examples of the links between visual artsand cartography, examples that had an inspirational influence in the research reported.Keywords: Artistic cartography; educative research and visual arts; art education.Sumario. 1. Introducción. 2. Investigación educativa y artes visuales: una vinculación prometedora.3. A vueltas con los mapas. 4. Artes visuales y mapas. 5. Experiencias interdisciplinares. 6. Nuestraexperiencia. 7. Conclusiones. Referencias.12Esta investigación ha recibido una ayuda de la Universidad de Girona 2016-2018 (MPCUdG2016) para la mejora de la productividad científica de los grupos de investigación.Universidad Rovira i Virgili (España)albert.macaya@urv.catArte, indiv. soc. 29(2) 2017: 387-404387

388Macaya-Ruiz, A. Arte, indiv. soc. 29(2) 2017: 387-404Cómo citar: Macaya-Ruiz, A. (2017) Trayectos en el mapa: artes visuales como representación delconocimiento. Arte, Individuo y Sociedad 29(2), 387-404.1. IntroducciónLa elaboración de mapas parece responder a uno de los deseos más antiguos del serhumano: comprender el mundo que nos rodea y nuestra posición en él. Los mapasrepresentan tanto territorios como trayectos. Nos muestran conexiones entre lugaresremotos. Nos permiten también imaginar: basta con evocar las representacionescartográficas que, en el pasado, se propusieron explicar el cielo y el infierno, losmapas de lugares mitológicos, de islas o arcadias inexistentes. Los mapas han dadoforma visible a redes, constelaciones, derivas y trayectorias; tanto si hablamos delugares como de ideas.En este artículo relatamos una investigación sobre la utilización de formatosvisuales en la representación del conocimiento, tomando la idea de «mapa» ensentido amplio como eje de nuestro objeto de estudio. El interés actual por losformatos visuales y artísticos en investigación educativa será uno de nuestrosargumentos. Repasaremos sucintamente dos posibles líneas genealógicas de esteinterés. Por un lado, los desarrollos de la investigación etnográfica, en el seno delllamado “giro narrativo” (Herman, Jahn y Ryan, 2005; Hyvarinen, 2010), porquehan abierto la posibilidad de considerar desde nuevas ópticas la voz individual delinvestigador o investigadora, los participantes y las dinámicas que se establecenentre ellos. Los formatos artísticos permiten abordar estas cuestiones desde mediosno convencionales, que capturan dimensiones del objeto de estudio que son difícilesde plasmar en formatos más convencionales. Por otro lado, las formulaciones másabiertas de la investigación interpretativa han propiciado también la inclusión deformatos de carácter artístico en las investigaciones en diversos ámbitos de lasciencias humanas en general, así como en la investigación educativa en particular.Como es sabido, más allá del uso convencional de medios visuales como el video ola fotografía, habituales en las indagaciones etnográficas, la llamada ‘InvestigaciónBasada en las Artes’ (Arts Based Research) (Barone y Einser, 2012; McNiff, 2013;Roldán y Marín, 2012), propone también explorar las posibilidades de los mediosartísticos para relatar y analizar aquellos ámbitos de la investigación que el lenguajeverbal no permite quizá expresar o reflejar con la misma elocuencia.En el texto que nos ocupa, el formato artístico sobre el que centramos la atenciónes la cartografía. En los últimos tiempos, asistimos a un uso —quizá incluso a unabuso— generalizado de la expresión “cartografía”. Tantearemos algunas de lasposibles razones de la popularización de la noción de cartografía en sentido expandido.Por una parte, en el propio ámbito de la geografía y del conocimiento social, que essin duda el origen de las hoy ubicuas ideas de mapa, atlas, cartografía, etc., se estánproduciendo reinterpretaciones y desarrollos de considerable audacia de esta noción:cartografías sociales, cartografías participativas, mapping comunitario, etc.Sin embargo, esta cartografía expandida lleva a cabo su despegue definitivo,probablemente, en la noción de mapa conceptual, propuesta inicialmente desde lapsicología (Novak, 1998), pero que disparó enseguida la idea de mapa hacia unamplísimo abanico de representaciones visuales del conocimiento.

Macaya-Ruiz, A. Arte, indiv. soc. 29(2) 2017: 387-404389Un tercer paso será considerar el modo en que las artes visuales se han servidode la idea de mapa. Nos limitaremos a algunas referencias posibles entre losinnumerables artistas que se han aproximado de un modo u otro a la cartografía. Paraello seguiremos dos líneas de trabajo: la de los artistas que han recreado o reinventadomapas de territorios, y la de los que han usado el mapa desde la perspectiva artísticapara dar forma visual a constelaciones de conceptos. Sin embargo, este repaso a laexperiencia creativa en torno a los mapas quedaría incompleto si no realizáramos,también, una incursión en terrenos interdisciplinares, para mencionar algunassingulares colaboraciones entre diseñadores, artistas, geógrafos, activistas sociales,etc.En la segunda parte del artículo, relatamos y evaluamos de modo sucintouna experiencia práctica que propone la cartografía como formato artístico derepresentación del conocimiento. Damos al proceso un sentido de investigaciónacción, en tanto que se vincula a la producción de conocimiento práctico, en uncontexto de enseñanza / aprendizaje; parte de la intención de introducir innovacionesa partir del diagnóstico de una situación y se evalúan los resultados después de laimplementación de la innovación. Nos inspiraremos también en algunos principiosy estrategias de sello comunitario: horizontalidad y co-construcción de los relatosentre investigador y participantes, creación colectiva de conocimiento útil para lapropia “comunidad”, etc.2. Investigación educativa y artes visuales: una vinculación prometedoraEn alguna medida, podríamos poner en paralelo el interés por los medios visuales ylas metodologías de corte artístico con algunos de los desarrollos de la investigaciónetnográfica en educación. Como es sabido, bajo el epígrafe ‘etnografía’ se sueleincluir una familia de métodos que tienen en común, según O’Reilly (2011), sucarácter iterativo-inductivo, en tanto que evolucionan durante el proceso, se basanen un contacto directo y sostenido en el tiempo con los participantes. El investigadoretnográfico observa una realidad específica y produce un correlato textual lo másrico posible de aquello que observa o experimenta. Esta definición genérica de losmétodos etnográficos ha sido ampliada en los últimos años, en sucesivos intentos demaximizar las posibilidades de comprender realidades específicas en profundidad ointeracciones humanas complejas. La investigación cualitativa, y la etnográfica enparticular, se han enriquecido enormemente con la generalización de algunas ideasclave. La investigación empieza a plantearse como reflexiva: se hace evidente lanecesidad de pensar el propio rol del investigador en el proceso y, como consecuencia,la necesidad de explicitar o considerar su voz personal, el papel que juega susubjetividad. Como una consecuencia natural de todo ello, algunas investigadorasdestacan la necesidad de una etnografía de género (Lather, 1991), de una etnografíacorporeizada, visual, de una etnografía sensorial (Pink, 2015).La valorización de estos aspectos se justifica por el interés de que la investigaciónincorpore métodos innovadores que vayan más allá del “escuchar” y “observar”utilizando múltiples medios, incluyendo los visuales, sensoriales, el movimiento. Yen que la investigación vaya también más allá de la escritura en la representación delo observado, abriéndose hacia las prácticas artísticas. Este campo ampliado de lainvestigación posibilita, así, nuevas formas de entender los productos que genera. El

390Macaya-Ruiz, A. Arte, indiv. soc. 29(2) 2017: 387-404interés se desplaza del mero “recopilar datos” al producir conocimiento y potenciarel conocimiento en la práctica (Schön, 1992; Cook y Brown, 1999; Orlikowski,2002). La noción de conocimiento en la práctica supone asumir que aprendemoscon los participantes a partir de lo que hacen y cómo piensan, aprendemos con susexperiencias y modos de saber que informan el trabajo etnográfico.Por otro lado, la idea de conocimiento práctico nos acerca a una concepcióncomunitaria y participativa del propio proceso de investigación. Esta involucraa los participantes, se abre a públicos no académicos a medida que se vinculaa comunidades humanas específicas, abre un giro hacia formatos artísticosparticipativos y hacia otras modalidades de encuentro comunitario posibles. Kara(2015) entiende los métodos creativos en el contexto de lo que califica como marcosde investigación transformadores: la investigación feminista, la investigaciónactivista o emancipatoria, los métodos participativos o comunales, la investigaciónbasada en comunidades. Estos marcos transformadores tratan de rehuir las jerarquíasdel conocimiento académico; proponen un lenguaje compartido, en el que todoslos implicados pueden “hablar” y “entender”; y son esencialmente participativosy comunales: no solo escribe el investigador en cuanto que representante de la“academia”, sino que se ponen en juego tácticas de co-escritura y relato coral.3. A vueltas con los mapasComo hemos apuntado en la introducción, el formato creativo que utilizamos enla experiencia que relata este artículo fue el de la cartografía en sentido amplio.Nos hemos referido ya a la inusitada popularización de términos como “mapa”,“cartografía” “mapeado” o en su versión inglesa “mapping”, cartografía social,cartografías radicales, cartografía emocional: la noción de cartografía es objeto demúltiples apropiaciones más allá de su sentido como representación de un territorioy se convierte hoy en elemento portante de innumerables metáforas y juegos designificado, extendiéndose su uso en los ámbitos más diversos.En este artículo nos ocuparemos de los usos artísticos de la cartografía y suutilidad en contextos educativos, pero es preciso admitir que la propia cartografíaconvencional está conociendo desarrollos de una extraordinaria complejidad visualy creativa. Baste con mencionar los llamados Geografical Information Sistems,representaciones complejas de conjuntos de datos en estratos de mapas superpuestos,en que se pueden visualizar simultáneamente variables como la orografía, los usosdel territorio, la sociología de sus habitantes o las redes de relaciones entre ellos.No menos creativa es la noción de cartografía social, un método que se ocupa dela naturaleza de las relaciones entre las personas y los entramados sociales a quedan lugar. Las técnicas de mapa social han sido utilizadas por los investigadorespara documentar comportamientos colectivos, patrones de movimiento, o relacionesespaciales (Liebman y Paulston, 1993; Paulston, 1995). La traslación de estos nuevosusos de los mapas a la acción comunitaria o el activismo social han impulsadola llamada cartografía participativa (Crampton, 2009) en que los miembros deun colectivo humano “mapean” —por utilizar el neologismo de moda— susproblemáticas, inquietudes o vinculaciones en relación con un territorio determinado.Por otro lado, la posibilidad de representar gráficamente no solo el conocimientosino también su estructura y jerarquía interna conoció un impulso más que destacable

Macaya-Ruiz, A. Arte, indiv. soc. 29(2) 2017: 387-404391con la noción de mapa conceptual. Novak (1998), uno de los impulsores de esta idea,propuso la organización de conceptos, proposiciones y palabras enlace medianteesquemas de elipses, líneas y vectores. Se trataría de organizar visualmente diversosniveles de relación, desde los conceptos más generales a los más particulares. Enuna definición de mayor complejidad, Novak entiende los mapas conceptualescomo “un mapa de carreteras visual que nos muestra algunos caminos posiblespara conectar en proposiciones el significado de los conceptos” (Novak y Gowin,1988). Las primeras formulaciones de la noción de mapa conceptual persiguenuna organización claramente jerarquizada, pero pronto aparecen formulaciones demayor complejidad como en los “spider maps” referenciados por Buzan (1996), deestructura más indefinida o rizomática. En contextos escolares, el mapa conceptualha sido definido como una herramienta para articular las percepciones del alumnado,promover la reflexión, y generar y comunicar ideas complejas en una variedad detemas (Trigwell y Prosser, 1999). De la idea de mapa conceptual se derivan unaserie de modalidades afines como los mind-mappings, art mapping, mapas mentalesaplicados a proyectos sociales o inclusivos (como en los mapas de proyecto de vida),link analysis diagrams, mapas de flujo (flow chart), sociogramas, etc. Un intento deorganizar este campo de posibilidades fue desarrollado por Balaid, Zibarzani y Rozan(2013) en una compleja taxonomía de categorías posibles que incluye, entre otras, elmapa mental o mapa de ideas, el mapa conceptual, el mapa argumentativo, el mapade procesos cognitivos, el análisis de flujo de información y el mapa semántico.En el ámbito de la estadística y la visualización de datos cuantitativos, un referenteindispensable sería el trabajo de Edward Tufte, que ha investigado la eficacia de lasdistintas modalidades de representación visual de la información. A partir de su laboren la estadística y las ciencias computacionales, se ha interesado por la literacidadvisual, el diseño gráfico e incluso la escultura (Tufte, 1990, 2001).Añadiremos, como prueba de la amplia popularización de los mapas mentales ylas cartografías de conceptos, la proliferación de programas online para el diseño deese tipo de recursos, como Mindomo, spider scribe o mind42.4. Artes visuales y mapasEl mapa, como representación visual y como metáfora, ha fascinado a artistas ycreadores de diversas disciplinas. Las artes visuales, la escritura creativa, la geografía(real o metafórica) y la cartografía han sido entrelazadas en múltiples modos en tornoa las temáticas sociales, culturales y políticas más amplias. Un repaso in extenso delas aproximaciones artísticas a la noción de mapa excedería sin duda las dimensionesde este artículo. Nos centraremos en la tradición reciente, limitándonos a algunasreferencias históricas obligadas, como en los casos de Aby Warburg y Guy Debord,y enumeraremos algunos referentes contemporáneos que nos parecen especialmentesugerentes para los propósitos de este texto. Para cerrar este apartado, dedicaremostambién algunas líneas a un puñado de interesantes experiencias interdisciplinaresque conectan las prácticas artísticas con el activismo social, la geografía y las cienciassociales a través de la cartografía.Entre las referencias obligadas, pues, mencionaremos una de las aventurasintelectuales en el ámbito de la teoría del arte más singulares del siglo XX: el AtlasMnemosine, de Abby Warburg; una suerte de compendio de imágenes artísticas

392Macaya-Ruiz, A. Arte, indiv. soc. 29(2) 2017: 387-404y cultura visual universal a través del que Warburg propone, a modo de trayectosen un mapa, líneas de continuidad posibles. El Atlas de Warburg se componíade paneles con fotografías de obras de arte, fragmentos, imágenes de la prensa otomadas de la realidad, entre las que se establecían determinadas analogías. Cadaconjunto, encabezado por un epígrafe, funcionaba como un dispositivo parainterpretar las imágenes en base a las relaciones que se crean entre ellas. Un intentoextraordinariamente ambicioso, quizá quimérico, de cartografiar las conexiones quedan sentido a las imágenes. El carácter cartográfico del Atlas se manifiesta tambiénen cómo explora los significados a partir de variables geográficas, como orienteoccidente o norte-sur.En un sentido muy distinto, pero también relacionado con la reinterpretacióncreativa de los mapas, encontramos unas décadas más tarde el trabajo de Guy Debord.En el contexto del movimiento situacionista, Debord cuestionaba los estereotiposdominantes con que a menudo miramos la ciudad para centrarse en las situacionesde la vida cotidiana (McDonough, 2002). Realizó una serie de mapas de París, alos que denominó “guías psicogeográficas”. Estos mapas no eran mapas ordinarios;representaban las diversas “atmósferas” en las calles, o los “climas psicológicos” de laciudad, a través de collages, fotografías, pinturas, textos o periódicos. En ellos vemosque la ciudad no es un todo unificado, sino una suma de percepciones fragmentarias,como desarrollaría en su teoría de la deriva (1958). La propuesta de Debord hahallado líneas de continuidad en el trabajo de diversos artistas posteriores, a menudoa través de procesos tan singulares como los que ha compilado O’Rourke (2013): a lamanera de flanneurs contemporáneos, las derivas del artista por la ciudad se traducenen propuestas creativas como el uso de dispositivos GPS para crear mapas de datos,o proponen una concepción del paseo como forma de cartografía especulativa, comopaseo algorítmico; o en otros casos replantean la idea situacionista de las cartografíasemocionales.La nómina de artistas visuales que han integrado las nociones de mapa, atlas ycartografía en su labor creativa podría ser muy amplia. Como hemos apuntado en laintroducción, aquí repasaremos tan solo algunos casos especialmente interesantes.Tomaremos como criterio dos ideas fuerza: artistas que han reelaborado oreinterpretado los mapas de la geografía física o política en su trabajo, y artistas quese han servido de la noción expandida de mapa, como constelación de conceptos uorganización visual de un conjunto complejo de datos y relaciones.Entre los artistas que han integrado mapas geográficos en sus creaciones plásticas,Guillermo Kuitca (Buenos Aires, 1961) es sin duda una referencia destacada. Suobra integra a menudo mapas de lugares que nunca ha visitado. Al investigar lugareslejanos, equipara el espacio físico y el espacio psicológico. A diferencia de lo queocurre en la vida cotidiana, los mapas de Kuitca no son una ayuda para encontrarun lugar determinado. Lejos de ser un instrumento de orientación, son más bien elreflejo de la complejidad de la vida humana. No menos obligada sería la referenciaa Alighiero Boetti (Turín, 1940, Roma 1994). Artista vinculado inicialmente al ArtePovera, en los años 80 realiza una serie de viajes a Afganistán donde se interesa porlas artes textiles. Inicia entonces una serie de tapices representando mapamundis enlos que la superficie de los países es ocupada por la bandera nacional correspondiente.Se ocupa del concepto de serie y codificación, y explora modos de codificar aplicadosa diversas realidades como ríos, banderas o sistemas de signos.

Macaya-Ruiz, A. Arte, indiv. soc. 29(2) 2017: 387-404393No menos interesantes son los casos de Joyce Kozloff (Sommerville, 1942) yKathy Prendergast (Dublín, 1958). Kozloff, una artista vinculada al movimientofeminista, introdujo la cartografía en su obra a partir de los 90 para hacer referenciaa algunos temas habituales en su trabajo: la historia y el pasado colonial, la relaciónentre culturas y el arte popular. Sus mapas contienen complejas composiciones decolores y signos, a la manera de abigarrados ensayos visuales históricos o geopolíticos.En la obra de Prendergast, el uso de la cartografía vehicula una metáfora del control.En las Body Map series representó secciones de cuerpos femeninos como mapastopológicos, proyecto que la artista explica como parte de una geografía personal.En 1992, Prendergast inicia la serie City Drawings, basada en mapas de grandesciudades, en los que se omiten partes superfluas para convertirlos en diagramas de suevolución temporal. Más recientemente ha creado objetos cotidianos con curvas denivel y convenciones geográficas, a modo de mapas-escultura objetuales.Entre los artistas de generaciones más jóvenes, Nikki Rosato realiza sorprendentesrepresentaciones humanas a partir de mapas de carreteras que recorta cuidadosamentepara conservar únicamente las líneas de carreteras, vías y caminos. Las figurasparecen constituidas por una densa trama de vías circulables.Dentro de la segunda categoría, la de los artistas que exploran la cartografía enun sentido más cercano al mapa conceptual, cabe destacar a Thomas Hirschhorn(Berlin, 1957). Para este artista, sus instalaciones cartográficas son un instrumentoal servicio del pensamiento crítico. Como Foucault (a quien, por cierto, ha dedicadoalguna de sus cartografías), aspira a mostrar las relaciones de poder, las resistencias,a “hacer un croquis topográfico y geológico de la batalla” (Foucault, 1979:109). Lascartografías de Hirschhorn tienen un aspecto voluntariamente tosco y provisional,y se complacen en el uso de materiales y recursos pobres o efímeros como papeles,cartones, trazos de rotulador, cinta adhesiva, objetos cotidianos.Öyvind Fahlström (São Paulo, 1928 - Estocolmo, 1976) realizó mapas decontenido crítico distorsionando las medidas y posiciones de los países reales.Combinó textos e imágenes en cartografías desarrolladas con un lenguaje visual untanto naif o cercano a formas visuales como el cómic popular.No menos singular es el trabajo de Mark Lombardi (Nueva York, 1951 – 2000).A principios de los 90 acumuló información sobre escándalos financieros, tramasde corrupción o vinculaciones entre política y crimen organizado, informaciónque organizó como diagramas dibujados manualmente y que resultaban cada vezmás complejos. Comprendió que sus dibujos funcionaban no solo como esquemasexplicativos de un conjunto de relaciones, sino también como producciones visualesde alta complejidad. Denominó “estructuras narrativas” a sus densos entramados deconceptos y vectores.5. Experiencias interdisciplinaresEn los últimos años se ha producido una interesante ampliación de las prácticasartísticas hacia el terreno de la acción comunitaria. Más allá de la autoría individual,los llamados “proyectos en contexto” se sitúan de lleno en el ámbito de la creacióncomunal. Entienden la actividad artística como una forma de activismo socialvinculada a comunidades específicas. Los mapas forman parte de los recursos

394Macaya-Ruiz, A. Arte, indiv. soc. 29(2) 2017: 387-404habituales en este tipo de propuestas. Aunque tal uso de la cartografía tiene unsentido diferente al que se plantea en la experiencia relatada en la segunda partede este artículo, no podemos dejar de hacer referencia a algunas experienciasdestacadas en esta particular vinculación de arte y cartografía que cuenta hoy connumerosos seguidores. De hecho, estas prácticas artísticas se podrían enmarcar enlas estrategias participatorias (Kindon, Pain y Kesby, 2010), y, en particular, en lascartografías participativas (Amsten y VanWynsberghe, 2005)Un ejemplo bien conocido es el trabajo del colectivo AREA (Art/Research/Education/Activism) de Chicago, articulado en torno a una publicación y unprograma de actividades centradas en las sinergias entre arte, educación y activismosocial. Entre sus objetivos está la creación de redes entre profesionales y colectivosy movimientos sociales. El proyecto Notes For a People’s Atlas of Chicago (2005)podría definirse como una creación artística comunitaria en que se utilizó el mapa de laciudad como formato visual para explorar, por medios artísticos y textuales (dibujos,collage, caligramas, pinturas, diagramas, etc.) la relación de los participantes con laciudad, el espacio urbano y el sentido de pertenencia. La experiencia se extendió aotras ciudades americanas y europeas.Otra referencia relevante es An Atlas of Radical Cartography, una exposiciónitinerante que se concretó también en una publicación (Mogel y Bhagat, 2008). AnAtlas of Radical Cartography perseguía dar una fundamentación crítica a un área detrabajo que tiende puentes entre disciplinas como el arte, el diseño, la cartografía yel activismo. Su propósito era propiciar discursos y creaciones artísticas en torno atemas como los movimientos migratorios, la globalización, el derecho a la vivienda,la gestión de los residuos y los recursos energéticos. Los mapas y los ensayos de estelibro buscaban nuevas formas de representar las redes y relaciones del poder y susefectos sobre personas y lugares. Las nuevas representaciones del mundo aspirabana ser pasos hacia el cambio social.El proyecto Creative Mapping del Institute of International Visual Arts, deLondres, es también una experiencia en que los artistas y los participantes exploraronconjuntamente la cartografía como vehículo de reflexión acerca de ideas como laidentidad, el lugar y el poder. Da cuenta de cómo los artistas contemporáneos detodo el mundo están abriendo el concepto de mapping hacia vías imaginativas einnovadoras. El proyecto en su conjunto se propone explorar el potencial de losnuevos lenguajes cartográficos para plantear reflexiones sobre la identidad, el lugary el poder, elementos presentes en los múltiples espacios que habitamos: nosotrosmismos, nuestro cuerpo, nuestras comunidades, nuestras ciudades, nuestras naciones,nuestra tierra.Otras experiencias en esta línea serían el Atlas of Transformation (Baladran yHavránek, 2010), el proyecto Mapping Lives Exploring Futures, del Irish Museumof Modern Art3 o la acción participativa Mapping transformation: contemporary artas a learning metaphor, de la Universidad de ?mode project&id 623

Macaya-Ruiz, A. Arte, indiv. soc. 29(2) 2017: 387-4043956. Nuestra experienciaComo hemos apuntado en la introducción, la experiencia que relatamos en lospárrafos que siguen tiene un sentido de investigación-acción puesto que parte delanálisis de una situación de enseñanza aprendizaje, plantea una serie de accionesnuevas y evalúa los resultados de su aplicación. Sin embargo no podremos detallaraquí todas las fases y aspectos metodológicos en profundidad y nos limitaremos aenunciarlos solamente a grandes rasgos.Nuestra experiencia se enmarca en la educación artística en el contexto de laformación inicial del profesorado de educación infantil y primaria. Contemplamos,por tanto, como puntos de posible interés de esta investigación, su vinculacióncon la propia práctica docente, con la producción de conocimiento útil para losparticipantes, y la posibilidad de crear conocimiento conjuntamente, de forma coraly participativa, y no dentro del patrón clásico investigador/investigados. Bien alcontrario, nos parece inspiradora la concepción de la investigación como un procesocolaborativo en que aprendemos de y con los participantes, en la que integramossus experiencias y modos de saber. Esta idea, que está en la raíz de la investigaciónacción comunitaria desde los trabajos pioneros de Lewin (1946), ha sido definida porPink (2014) como un desplazamiento de agenda desde la investigación académicaa la investigación aplicada, la indagación pública, que explora nuevas formas deinvolucrar a los participantes y a los públicos potenciales del trabajo. La participacióncomo producción de formas de conocimiento arraigadas en un contexto y capaces, sies necesario, de ir más allá de los formatos textuales para abrirse a lo multisensorial,visual, e incluso a los lenguajes artísticos.En nuestro caso, los participantes estaban activamente in

Arte, indiv. soc. 29(2) 2017: 387-404 387 Trayectos en el mapa: artes visuales como representación del conocimiento1 Albert . probablemente, en la noción de mapa conceptual, propuesta inicialmente desde la psicología (Novak, 1998), pero que disparó enseguida la idea de mapa hacia un