El Sermón Eficaz - Iglesia Bautista Victoria En Cristo

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BIBLIOTECA MUNDO HISPANOMINISTERIOS DE PREDICACIÓN YENSEÑANZAEL SERMÓN EFICAZpor James D. CraneEDITORIAL MUNDO HISPANO 2003

EL SERMÓN EFICAZPORJAMES D. CRANECASA BAUTISTA DE PUBLICACIONESA la memoria deJOHN MAC EARLSa cuyos pies aprendí a hacer mis primeros sermones yquien me enseñó con su ejemplo lo que significa amar enverdad a las almas perdidas, dedico, agradecido, este libro.

PREFACIOEste libro no es obra de ningún Abraham, sino más bien de un Isaac. Nopretende el autor haber cavado nuevos pozos de saber homilético. Esperasolamente haber tenido algún grado de buen éxito en abrir de nuevo los pozosantiguos. En otras palabras, la originalidad de este libro no es absoluta, sinorelativa; es la originalidad del descubrimiento, de la asimilación y de laadaptación, pero de ninguna manera la de una nueva creación. Los principioshomiléticos son tan antiguos como antigua es la predicación. Lo único que se haprocurado hacer ha sido descubrir estos principios, asimilarlos bien y adaptarsu presentación a las necesidades de nuestro medio cristiano latinoamericanoactual.Tampoco pretende el autor ser el héroe de su historia. Nadie puede ser másconsciente que él de los defectos de su propia predicación. Pero tal conscienciano hace más que profundizar en su corazón en anhelo de predicar mejor. Yconfía en que su experiencia no es única. Confía en que muchos de sushermanos comparten el mismo anhelo. Para los tales ha sido escrito El SermónEficaz. Si el estudio de este libro contribuye a ahondar más el deseo depredicar sermones que traigan almas perdidas a Cristo y que edifiquen la fe delos redimidos; y si sirve para impartir alguna orientación práctica respecto a lamejor manera de lograr tan apremiante fin, el autor dará por contestadas susoraciones al Señor.El lector no tardará en advertir que el libro consigna numerosas citas deescritores que son reconocidos como autoridades en materia homilética. Se haprocedido así con el fin de reforzar la confianza del estudiante en la validez delos principios que el libro sustenta. En cada caso la fuente de la cita ha sidoindicada fielmente en las notas que aparecen al calce de la página respectiva. Alas casas editoras que bondadosamente dieron permiso para que estosmateriales fuesen empleados, el autor desea hacer patente su más sinceroagradecimiento.De manera especial deseo manifestar mi gratitud por la ayuda recibida deldoctor H. C. Brown, Jr., Profesor de Homilética del Seminario TeológicoBautista del Suroeste en Fort Worth, Texas, EE. UU. de A. Había empezadoya a trabajar en mi libro cuando tuve el privilegio, en 1956, de hacer algunosestudios especiales de posgraduado en el mencionado seminario.

Aprovechando la ocasión, asistí también, en calidad de oyente, a las clases dehomilética que el doctor Brown impartía a los alumnos de primer año. Muchome impresionó su método de enseñanza, el cual consistió en la presentación delos principios homiléticos en el mismo orden en que el predicador necesitautilizarlos en la preparación de un sermón dado. Que sepa yo, ningún textode homilética que ha aparecido hasta esta fecha está escrito con estricto apegoa este principio pedagógico. Y como el doctor Brown, en cooperación con eldoctor Jesse Northcutt, está escribiendo un texto en inglés que seguirá este plande enseñanza , no creí justo incorporar idea tan novedosa en mi propio trabajosin conseguir formal autorización de él. Con mucho gusto me la dio. Hago laaclaración que en la aplicación de este principio he trabajado en una formacompletamente independiente de cualquier otro autor. Pero sí quiero darcrédito al doctor Brown por el principio mismo.Hago patente también mi agradecimiento para con el profesor José Rivas, mipredecesor en la cátedra de homilética del Seminario Teológico BautistaMexicano y actual profesor de Griego y Educación Religiosa en la UniversidadBautista Howard Payne, por su valiosa ayuda en la revisión del español de losprimeros capítulos del libro.Al profesor Alfredo C. Müller, por su bondad en concederme parte de suvalioso tiempo para numerosas consultas respecto a la terminología castellanamás propia para la expresión de ciertos conceptos técnicos de la homilética; alprofesor Juan Arellano Guerrero y a la señorita Angelina Pérez Trujillo por suayuda en la preparación del manuscrito; y al hermano David Rodríguez Lara,uno de mis propios alumnos, quien me hizo el favor de preparar los diagramasque aparecen en los Apéndices B y C, deseo expresar también mis mássinceras gracias.Y no puedo concluir sin manifestar la tremenda deuda de gratitud que tengopara con mi esposa, la cual amén de librarme de un gran cúmulo de detallesadministrativos y de esforzarse constantemente para guardarme deinterrupciones innecesarias para que pudiera dar fin a esta labor, me hizo variassugestiones valiosas que han sido incorporadas en el manuscrito.—James D. CraneTorreón, Coah., Méxicoa 23 de octubre de 1959

PREFACIO A LA EDICIÓN REVISADAEn 431516 Juan 15:16 el Señor Jesús indica que su propósito en llamarnos a lasalvación es que produzcamos fruto espiritual permanente. Desde laperspectiva divina, “permanencia” tiene que significar mucho más queveinticinco años. Pero cuando a un frágil ser humano le es permitido hacer algoque durante cinco lustros sigue siendo útil, es motivo de profunda gratitud aDios.Doy gracias también a la Casa Bautista porque al sacar a luz esta décimaimpresión de El Sermón Eficaz, me permite hacer algunas revisiones. Llamo laatención particularmente al Apéndice C, que ha sido totalmente modificado, y ala Bibliografía, que ha sido actualizada.Quiera el Señor seguir utilizando esta sencilla herramienta para contribuir a laevangelización de los perdidos, a la edificación de los creyentes y a laglorificación de “nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo”.Fort Worth, Texas, E.U.A.A 19 de octubre de 1984—James D. Crane

CONTENIDOINTRODUCCIÓNA.B.C.La Primacía de la PredicaciónUna definición de la PredicaciónUn Análisis de la Definición de la Predicación1.El material de la predicación2.El método de la predicación3.La meta de la predicaciónD.Nuestro Plan de EstudioEL SERMÓN EFICAZ DEMANDA UN PREDICADORIDÓNEOA.El Predicador Idóneo es un ConvertidoLa naturaleza de su obra como testigo lo demandaLa naturaleza de su obra como ministerio lo demandaa)Sentido en que todo creyente es un ministrob)El hecho de la diversidad en este ministerio cristianocomúnc)El ministerio especializado del predicador: elMinisterio de la palabra (Un ministerio apostólico,profético, evangelístico y pastoral)B.El Predicador Idóneo Posee las cualidades PersonalesIndispensables para el buen Desempeño del Ministerio de laPalabra1.Una conducta moral irreprochable2.Madurez espiritual3.Aptitud para la enseñanzaC.El Predicador Idóneo es Llamado de Dios para Dedicarse alMinisterio de la Palabra1.Razones por qué un llamado divino especial es necesario2.Evidencias de un llamamiento divino especial para elMinisterio de la PalabraD.El Predicador Idóneo Actúa en la Plenitud del Poder delEspíritu Santo1.El modelo apostólico2.El mandato apostólico1.2.

a)b)Todo verdadero creyente tiene el Espíritu SantoDos pecados que el creyente puede cometer encontra del Espíritu Santo impidiendo la manifestación depoder divino en su vida (lo puede “contristar”; lo puede“apagar”)c)Tres requisitos positivos que el creyente tiene quecumplir para ser lleno del Espíritu Santo (entregarse sinreserva a la soberanía de Cristo; mantener una comuniónininterrumpida con Cristo; esforzarse concienzudamenteen dar lo mejor que pueda en cada acto de servicio)EL SERMÓN EFICAZ DEMANDA UN PROPÓSITODEFINIDOA.B.El Valor de la Determinación del Propósito del SermónLos Propósitos Generales de la Predicación Cristiana1.El propósito evangelístico2.El propósito doctrinal3.El propósito devocional4.El propósito de consagración5.El propósito ético6.El propósito de dar alientoC.El Propósito Especifico del SermónEL SERMÓN EFICAZ DEMANDA UN MENSAJE BÍBLICOUna definición del mensaje bíblicoA.El Texto del Mensaje Bíblico1.Definición del texto2.La función del texto3.Las ventajas de tener un texto para cada sermón.4.Sugestiones acerca de la selección del texto5.El “semillero homilético”6.La recta interpretación del textoB.El tema del Mensaje Bíblico1.Definición de términos2.Las cualidades de un buen tema3.El desarrollo del temaa)Desarrollo textual (desarrollo textual analítico;desarrollo textual sintético; sermón expositivo; la homilía

b)Desarrollo temático (sermón de asunto; la “lecturabíblica”)EL SERMÓN EFICAZ DEMANDA UN BUEN ARREGLOA.1.2.B.1.2.C.1.2.La Unidad del SermónLa necesidad de la unidadLos requisitos de la unidada)Un solo tema (el tema que contiene una palabra ofrase enfática; el tema interrogativo, el tema imperativo; eltema declarativo el tema histórico)b)Un solo propósito específicoc)El empleo únicamente de los materiales deelaboración que sean más apropiados al tema y alpropósito específico del sermón.La Organización del SermónUna explicación del términoEl corazón de la organización homilética está en la divisióndel temaa)La necesidad de la división del temab)La selección del principio de división que ha de regiren el plan del sermónc)La formulación de las divisionesd)El número de las divisionese)El anuncio de las divisionesf)Las cuatro reglas para las divisionesEl Movimiento Progresivo del SermónSignificado del términoLos requisitos del movimiento progresivo del sermóna)La iniciación del movimiento progresivo del sermón(una buena introducción)b)El sostenimiento del movimiento progresivo delsermón (un orden propio en las divisiones; transicionesfáciles de un pensamiento a otro; uso predominante deltiempo presente; eliminación de toda digresióninnecesaria)c)La culminación del movimiento progresivo del sermón(una buena concusión)

EL SERMÓN EFICAZ DEMANDA UNA ELABORACIÓNADECUADAA.La Identificación de los materiales de Elaboración Más ÚtilesLos materiales de apelacióna)Los que apelan al entendimientob)Los que apelan a la razónc)Los que apelan al sentido de necesidadd)Los que apelan a la conciencia morale)Los que apelan a los sentimientos2.Los materiales de ilustracióna)Su importancia para la predicaciónb)Diferentes tipos de ilustraciónc)Las ventajas prácticas del empleo de las ilustracionescon la predicaciónd)Las cualidades esenciales de una buena ilustracióne)Las fuentes de donde podemos obtener materialilustrativof)Advertencias oportunas respecto al uso de lailustración en la predicaciónB.Las Fuentes de las Cuales los materiales de ElaboraciónPueden ser Obtenidos1.La observación2.Un plan de estudio3.El archivo homiléticoC.La Forma de Expresión Apropiada para estos Materiales deElaboración1.La importancia de la forma2.El deber de escribir3.Las cualidades de estilo que deben ser cultivadas en �s humano1.

EL SERMÓN EFICAZ DEMANDA UNA COMUNICACIÓNPERSUASIVAA.Deber del Predicador de cultivar Buenos Hábitos comoOrador.1.El hábito de hacer la debida preparación para cada ocasiónen que tenga que predicara)Preparación físicab)Preparación emocionalc)Preparación homilética2.El hábito de predicar sin depender de una manuscrito o aunde notas extensas3.El hábito de hacer buen uso de su voza)Las cualidades de una buena voz (fuerza; pureza detono; claridad; buena expresión)b)La relación que existe entre estas cualidades y losdistintos movimientos del proceso de la producción de lavoz (fuerza se relaciona con respiración; pureza de tonose relaciona con fonación y amplificación; claridad serelaciona con articulación; buena expresión se relacionacon integración)c)Adaptación de la manera de hablar a las demandasde la acústica del salón4.El hábito de accionar con naturalidadB.La Preparación de un Ambiente Propicio para la Persuasión.1.Participación congregacional un reverente culto deadoración.a)El canto congregacionalb)La oración públicac)La lectura interpretativa de las Escriturasd)La ofrenda2.Una sabia atención a ciertos detalles físicosa)La limpieza y orden en el santuariob)La acomodación de los oyentes en el grupo máscompacto posiblec)Una temperatura no extremadad)Buena ventilacióne)Iluminación adecuada

f)La eliminación de los defectos acústicosEL SERMÓN EFICAZ DEMANDA LA VARIEDAD DESEMANA EN SEMANAA.B.C.D.La Necesidad de la Variedad en la PredicaciónLa Posibilidad de la Variedad en la PredicaciónEl Gran Secreto de la variedad en la PredicaciónSugestiones Prácticas Respecto a la Proyección de un Plan deTrabajo para el PúlpitoAPÉNDICE A — Preguntas de RepasoAPÉNDICE B — Ejercicios para laVigorización de la vozAPÉNDICE C — El Archivo HomiléticoBibliografíaIndice de AsuntosIndice de Pasajes BíblicosIndice de Personas

CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN1. LA PRIMACÍA DE LA PREDICACIÓNCorría el año sesenta y seis. Desde la húmeda celda romana en que aguardabasu proceso final, el anciano Pablo escribía a Timoteo, su hijo en la fe. Era suúltima carta, y en ella vertía el alma en palabras de consejo, de estímulo, deexhortación y de advertencia. Ya para terminar, reunió la esencia de todo lodicho en un gran encargo final:“Requiero yo pues delante de Dios, y del Señor Jesucristo, que ha dejuzgar a los vivos y los muertos en su manifestación y en su reino, queprediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye,reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá tiempocuando no sufrirán la sana doctrina; antes, teniendo comezón de oír, seamontonarán maestros conforme a sus concupiscencias, y apartarán dela verdad el oído, y se volverán a las fábulas. Pero tú vela en todo,soporta las aflicciones haz la obra de evangelista, cumple tu ministerio.Porque yo ya estoy para ser ofrecido, el tiempo de mi partida estácercano”. f1¡El deber principal de Timoteo era el de predicar! Los motivos más solemnes loimpulsaban a ello. Pablo pronto dejaría de existir. Callada la voz de aquel que“desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilírico” había “llenado todo delevangelio de Cristo”f2 era menester que otra voz anunciara las buenas nuevas.Además, la oportunidad pasaba. Se divisaban ya los tiempos en que loshombres no prestarían atención al mensaje de vida sino que buscarían amaestros que halagaran sus oídos con palabras melífluas de una falsa paz. Portanto había que aprovechar la oportunidad presente. Otro motivo era el hechode estar actuando constantemente “delante de Dios”. El ojo divino lo vigilaba,tomando nota de su labor. Por último, la perspectiva de juicio final en que elSeñor Jesús, “el Príncipe de los pastores”, premiaría con “corona incorruptiblede gloria”f3 a los que hubieran desempeñado su comisión con fidelidad, leanimaba a ser constante y cumplido en su ministerio de la predicación.Las palabras dirigidas a Timoteo tienen una aplicación perenne a la iglesia delSeñor. Su tarea principal es la predicación. Cuando Cristo subió al monte yllamó a sí a los que quiso y estableció a los doce como cuerpo apostólico, su

propósito fue “para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar, y quetuviesen potestad de sanar enfermedades, y de echar fuera demonios”. f4 Lacomunión con Cristo sería su preparación; los milagros de sanidad seríancredenciales para su mensaje en el tiempo transitorio de la cimentación de lacausa cristiana en un mundo hostil; la obra central había de ser la de predicar.Cuando los doce fueron enviados de dos en dos a recorrer la provincia deGalilea, sus instrucciones fueron: “Y yendo, predicad.”f5 Cuando los apóstolespidieron una señal de la futura venida del Señor y del fin del mundo, les indicóque sería “predicado este evangelio del reino en todo el mundo, por testimonioa todos los gentiles; y entonces vendrá el fin”.f6 Y cuando el Maestro quisoreducir a la forma más breve posible su gran comisión, la expresó en estaspalabras: “Id por todo el mundo; predicad el evangelio a toda criatura”. f7La primacía de la predicación fue bien entendida por la iglesia primitiva.Cuando Felipe descendió a la ciudad de Samaria, “les predicaba.”f8 CuandoPedro se presentó ante el centurión romano en Cesarea, le dijo que el Señor“nos mandó que predicásemos.”f9 cuando los filósofos atenienses quisierondescribir a Pablo, dijeron: “Parece que es predicador.”f10 Y tuvieron mucharazón porque el mismo apóstol consideraba que la predicación era su tareaprincipal, como vemos en su declaración a la iglesia de Corinto, cuando dijo:“Porque no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio”. f11 Tan asíera que Pablo conceptuaba como una imposibilidad el que las gentes creyesen“sin haber quien les predique”.f12 “Así predicamos,” dijo, “y así habéiscreído”.f13Por esto el doctor E. C. Dargan, en su monumental Historia de laPredicación, ha dicho lo siguiente:El fundador del cristianismo fue a la vez el primero entre suspredicadores; pero fue anticipado por su precursor y seguido de susapóstoles, y en la predicación de éstos la proclamación y enseñanza dela Palabra de Dios por medio del discurso público fue convertida enrasgo esencial y permanente de la religión cristiana.f14La historia confirma esta declaración. Al través de los siglos es notable el hechode que el mayor extendimiento del Reino de Dios en la tierra ha coincididoprecisamente con las épocas en que más ha florecido la predicación de laPalabra.

2. LA PREDICACIÓN DEFINIDAPero, ¿qué es lo que entendemos por predicación? Entre las muchasdefiniciones que han sido elaboradas, la mejor conocida, sin duda, es aquellaque expuso el obispo Phillips Brooks en 1876 en una serie de conferencias antelos estudiantes para el ministerio en la Universidad de Yale.La predicación es la comunicación de la verdad por un hombre a loshombres. Tiene en sí dos elementos: la verdad y la personalidad. Nopuede prescindir de ninguno de estos dos elementos y ser todavía lapredicación. La verdad más cierta, la declaración más autoritativa de lavoluntad divina, si es comunicada a los hombres de cualquier otromodo que no sea a través de la personalidad de un hombre hermano,no es una verdad predicada. Supóngase que esta verdad esté escritasobre los cielos, o supóngala como incorporada en un libro que ha sidotenido por una pronunciación directa de Dios durante tantos años quela viva personalidad de los hombres que lo escribieron ha quedado casiborrada, en ninguno de estos casos hay predicación. Por otra parte, silos hombres comunican a los demás hombres algo que no pretendenque sea la verdad, si emplean sus poderes de persuasión o deentretenimiento para logar que se preste atención a sus propiasespeculaciones o con el fin de que sea hecha su propia voluntad, o quesean aplaudidos sus propios talentos; eso tampoco es predicación. Loprimero carece de la personalidad, y lo segundo de la verdad. Y lapredicación es la presentación de la verdad a través de la personalidad.Forzosamente ha menester de ambos elementos.f15Sin restar ningún mérito a esta clásica definición, podemos sugerir laconveniencia de agregarle cuando menos dos elementos más. Por una parte,debe ser especificado que la verdad que constituye el material de la predicacióncristiana es preeminentemente de índole religiosa y que tiene por su centro dereferencia al Cristo crucificado y resucitado. A este respecto es mejor ladefinición de Bernardo Manning. “La predicación es una manifestación delVerbo Encarnado desde el Verbo escrito y por medio del verbo hablado”. f16Reconocemos el hecho de que toda verdad es de Dios, y admitimos elderecho, y aun la obligación, del predicador de utilizar toda clase deconocimiento en la elaboración de sus mensajes. A semejanza de Eliú tomarásu noticia de lejos, y atribuirá justicia a su Hacedor.f17 Pero no es por demásinsistir en que la provincia peculiar del púlpito cristiano es la verdad divina así

como ésta se ha dado a conocer en Cristo Jesús y así como ha sidoconservada en las Sagradas Escrituras.También tenemos que notar que la definición de Brooks deja de mencionar elproposito de la predicación. Es ésta una falta de serias proporciones, aunqueen justicia hay que decir que en el curso de sus conferencias, al tratar delsermón, Brooks sí abordó el asunto del propósito con claridad y acierto. “Unsermón,” dijo, “existe por su propósito y para su propósito, a saber, el depersuadir y mover las almas de los hombres”.f18 Es de lamentarse que esteelemento no haya sido incorporado desde un principio en la famosa definiciónde la predicación. Transcribimos en seguida tres definiciones que, a nuestrojuicio, son mejores que las dos antes anotadas. El ellas se deja ver un debidohincapié sobre el propósito de la predicación.Según el doctor A. E. Garvie, la predicación es “la verdad divina al través de lapersonalidad humana para vida eterna”. f19Andrés W. Blackwood se ha expresado en estos términos: “¿Qué es o queentendemos por la predicación? Significa la verdad divina comunicada a travésde la personalidad, o sea la verdad de Dios proclamada por una personalidadescogida con el fin de satisfacer las necesidades humanas”. f20Por su admirable brevedad y simetría, el que esto escribe prefiere la definicióndada por Pattison: “La predicación es la comunicación verbal de la verdaddivina con el fin de persuadir”.f213. LA DEFINICIÓN ANALIZADAVale la pena detenernos aquí para hacer un análisis de esta última definición.(1) Observemos en primer lugar cuál es el material de la predicación. Es “laverdad divina”. En un sentido puede decirse que toda verdad es “verdaddivina”, puesto que Dios es verdadf22 y que al crear cuanto existe imprimió entodo el sello de su propia veracidad. Y como la verdad, siendofundamentalmente una, no puede contradecirse a sí misma, una verdad científicao comercial puede ser considerada como una verdad divina. Sin embargo, unaconferencia sobre la desintegración del átomo o sobre las ventajas delcomercio internacional no sería, de ninguna manera, una predicación.Dargan nos cuenta cómo en Alemania, hacia fines del siglo dieciocho cuando elracionalismo estaba en su apogeo, partiendo de la discusión de temas morales,

desprovistos de una sólida base doctrinal, el púlpito degeneró cada vez máshasta quedar en la vergüenza de presentar “sermones” sobre temas como lossiguientes: “El Peligro de Ser Sepultado Vivo” (un sermón para el domingo deResurrección); “El Temor a los Fantasmas”; “La Preferencia de la Alimentacióndel Ganado en el Establo Sobre la Práctica de Pastarlos en el Campo”; y “LaBendición Inefable del Cultivo de la Patata”. También discutieron el valor delcafé como bebida y la importancia de la vacunación contra la viruela.f23Semejantes temas constituyen nada menos que una prostitución del púlpito. Laverdad de que legítimamente se ocupa la predicación cristiana es netamentereligiosa y esencialmente bíblica. Es religiosa porque tiene que ver con lasgrandes realidades acerca de Dios y el hombre, del pecado y la salvación, deltiempo y la eternidad, del cielo y el infierno. Es bíblica porque toma de la fuentepura de las Sagradas Escrituras sus temas y los contornos generales deldesarrollo de ellos.(2) Veamos en seguida cuál es el método de la predicación. Es “lacomunicación verbal”. Aquí cabe la declaración de un gran maestro dehomilética del siglo pasado: “Por predicación no se quiere significar simple yprincipalmente el acto de repartir Biblias impresas, el vivir santamente, ni el usodel canto llano y del ritual en el culto, sino la proclamación personal, pública yautoritativa de la verdad de Dios a los hombres por medio de un hombre.”f24Esta idea fundamental de “la comunicación verbal” se revela claramente alexaminar los diferentes verbos griegos traducidos por la voz “predicar” en laVersión de Valera. Dos vecesf25 ésta representa la traducción de laleo, verboque significa simple y llanamente “hablar”, como puede verificarse por unareferencia a otros pasajes en que la misma palabra griega es empleada.f26 Sietevecesf27 la palabra “predicar” es la traducción de euaggelizo, vocablo quesignifica “traer buenas noticias” o “anunciar alegres nuevas” o “proclamar lasbuenas nuevas”. El mismo verbo aparece en otros cuarenta pasajes más dondees traducido generalmente “anunciar”. El otro verbo griego traducido “predicar”es kerusso, que significa “proclamar públicamente como un heraldo” con lasugestión siempre de ”formalidad, gravedad y de una autoridad que demandaatención y obediencia”.f28 Este verbo aparece sesenta y una veces en el NuevoTestamento. Cincuenta y cinco veces es traducido “predicar”; tres veces“publicar”, dos veces “pregonar” y una vez “divulgar”.Lo dicho hasta aquí basta para comprobar que “la comunicación verbal” de laverdad divina es el método divinamente ordenado para la predicación del

evangelio. Pero es necesario hacer constar que dentro de este método existeuna saludable variedad. Aparte de los términos mencionados ya, existen variasotras expresiones en nuevo Testamento que describen los discursos cristianos.Sólo en el libro de Los Hechos se encuentran veinticuatro de ellas, tales como“exhortar”, “testificar”, “disputar”, “afirmar”, “persuadir”, “amonestar”,“profetizar”, “disertar”, “enseñar”, “alegrar” y otras más. En términos generalespodemos decir que había cuatro tipos principales de discurso en la predicaciónapostólica.a. En primer lugar encontramos el discurso informal o familiar. De esto tenemosevidencia en 410202 Marcos 2:2; 440401 Hechos 4:1, 31 y 14:25, donde se emplea lapalabra “hablar”, y en 442011 Hechos 20:11, donde la expresión del original(jomileo) significa “platicar”. En este último pasaje se trata del discurso dePablo ante los creyentes de Troas cuando el apóstol “alargó el discurso hasta lamedia noche. y disputaba largamente”. La palabra traducida “disputaba” da laidea de un discurso argumentativo de pensamientos bien ponderados. Taldiscurso adormeció a cuando menos uno de los hermanos, pues leemos que“un mancebo llamado Euticho. tomado de un sueño profundo. postrado delsueño cayó del tercer piso abajo”. Cuando el pobre de Euticho fue restauradoa sus cabales, leemos que Pablo “habló largamente hasta el alba”. Pero aquí lapalabra es “platicó”. Aunque el susto que todos llevaron con el descalabro deEuticho fue suficiente, sin duda, para quitarles el sueño, creo no hacer violenciaa la recta interpretación bíblica al sugerir que el cambio en el tipo de discursoayudó también para mantener despierta a la congregación durante el resto de lanoche. Tal vez en esta experiencia apostólica podrán encontrar una fructíferasugestión algunos predicadores de la actualidad. Indica que el discurso informalo familiar es más fácilmente seguido por las mentes cansadas o pocodisciplinadas, y aconseja la práctica de variar la intensidad del discurso, aundentro de los límites de un solo sermón, para proporcionar descansos mentalesa los oyentes.b. El segundo tipo de discurso empleado por los apóstoles fue el explicativo.Dieciséis veces en Los Hechos se emplea el verbo “enseñar” para describir losdiscursos apostólicos. Esto en sí sería suficiente para indicar la existencia deldiscurso explicativo, pero tenemos evidencia todavía más clara. En 441701 Hechos17:1-4 hallamos la historia de la actividad del apóstol Pablo en Tesalónica.Siguiendo su plan acostumbrado de trabajo, al llegar a la nueva ciudad sedirigió primero a la sinagoga judía, y por tres sábados consecutivos “disputócon ellos de las Escrituras, declarando y proponiendo que convenía que el

Cristo padeciese, y resucitase de los muertos; y que Jesús, al cual yo osanuncio, decía él, éste era el Cristo”.Por el momento nos interesan en este pasaje dos términos, traducidos“declarando y proponiendo”. El primero traduce la palabra griega dianoigonque significa literalmente “abriendo por el procedimiento de la separación de laspartes constituyentes”, o sea “abriendo completamente lo que antes estabacerrado”, Se emplea en las Escrituras en el relato del milagro de Jesús cuandoabrió los oídos al sordof29 y del descorrer del velo celestial que permitió aEsteban ver “la gloria de Dios. y al hijo del Hombre en pie a la diestra deDios”.f30 Es el mismo término que usaron los discípulos del camino de Emmaúsal exclamar; “¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba enel camino, y cuando nos abría las Escrituras”? f31 Esta palabra, pues, que laVersión de Valera traduce “declarando”, indica un procedimientocompletamente pedagógico mediante el cual el predicador apostólico analizabalas Escrituras, profundizándose en ellas y descubriendo su hondo y verdaderosignificado. Indica todo aquello que cabe legítimamente en el término“exégesis”.El segundo término, “proponiendo”. Es una traducción más fiel de la palabraque aparece en el griego del Nuevo Testamento. Esta palabra esparatithémenos y significa literalmente “colocando delante de”, como, porejemplo, cuando la comida es colocada delante de los que están a la mesa. Ensu sentido figurado significa “explicar” e indica un proceso de síntesis, dando aentender todo aquello que legítimente cabe en el uso homilético de la palabra“exposición”. Vemos, entonces, que la exposición presupone la exégesis, y queésta es el fundamento indispensable de aquélla, cosa que sugiere unpensamiento adicional que no aparece tal vez en nuestro pasaje, pero que siconstituye una legítima inferencia, a saber: que la exégesis perteneceprincipalmente al cuarto de estudio del predicador, mientras que la exposiciónes provincia peculiar del púlpito.c. Otro tipo de discurso empleado por los apóstoles fue el argumentativo. Yahemos hecho alusión a él en los párrafos anteriores. Su uso es indicado de dosmaneras. Por una parte, por el término dialégomai, traducido “disputar” en 442009 Hechos 20:9 y “disertar” en 442425 Hechos 24:25. Esta voz griega significa“pensar uno cosas diferentes consigo mismo; mezclar pensamiento conpensamiento; ponderar; revolver en la mente; argumentar o discutir”. En elprimer pasaje mencionado describe el discurso de Pablo en la ocasión del

accidente sufrido por Euticho, y que ha sido comentado ya. En el segundopasaje describ

predicar sermones que traigan almas perdidas a Cristo y que edifiquen la fe de los redimidos; y si sirve para impartir alguna orientación práctica respecto a la mejor manera de lograr tan apremiante fin, el autor dará por contestadas sus oraciones al Señor. El lector no tar