Tendencias Predominantes De La Educación Contemporánea

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CerrarComo citar este artículo:Formato ISOVARAS, Ibar. TENDENCIAS PREDOMINANTES DE LA EDUCACIÓN CONTEMPORÁNEA.Investigación y Postgrado, abr. 2003, vol.18, no.1, p.46-57. ISSN 1316-0087.Formato Documento Electrónico (ISO)VARAS, Ibar. TENDENCIAS PREDOMINANTES DE LA EDUCACIÓN CONTEMPORÁNEA.Investigación y Postgrado. [online]. abr. 2003, vol.18, no.1 [citado 05 Octubre 2005], p.46-57.Disponible en la World Wide Web: http://www2.bvs.org.ve/scielo.php?script sci arttext&pid S131600872003000100007&lng es&nrm iso . ISSN 1316-0087.TENDENCIAS PREDOMINANTES DE LA EDUCACIÓNCONTEMPORÁNEAIbar Varas (UCLA)ibarvaras@ucla.edu.veRESUMENEn este trabajo se describen las condiciones en que surgen la teoría en general y la teoríaeducativa, en particular. Se asume el criterio compartido en las comunidades científicascuando se reconoce la aparición de nuevos paradigmas. Luego se destacan en laeducación contemporánea las corrientes teóricas predominantes que el autor de estetrabajo reconoce como pragmática, materialismo y constructivismo. Se señalan losrasgos teóricos relevantes en cada una de ellas y se postula -para culminar- que laeducación es, fundamentalmente, un desafío ético.Palabras claves: teoría; pragmatismo; materialismo; constructivismo; paradigma.PREVAILING TRENDS IN CONTEMPORARY EDUCATIONABSTRACTThis work describes the conditions in which theory in general, and educational theoryin particular, spring up. It assumes a shared perspective in the scientific communitieswhen new paradigms appear. Then it stresses the presence in contemporary education ofthe dominant theoretical schools the author identifies as pragmatism, materialism, andconstructivism. The most important theoretical features of each such school arediscussed and, in conclusion, it is asserted that education is at bottom an ethicalchallenge.1

Keywords: theory; pragmatism; materialism; constructivism; paradigm.1. Las teorías de la educación en el comienzo de un nuevo sigloLa educación contemporánea presenta grados de desarrollo que impulsan ainvestigadores, docentes y epistemólogos a su conocimiento, comprensión y valoraciónen condiciones diferentes a las del pasado reciente. En efecto, hoy es posible apreciarque una teoría educativa tiene una vigencia relativamente breve. Un ejemplo loconstituye el perennialismo que tuvo un desarrollo de escasa influencia y no pudosuperar la expansión del progresivismo.Hubo épocas en que una teoría educativa respondía a los requerimientos sociales y alas exigencias del desarrollo científico por espacio de casi doscientos años, sin quesurgieran teorías que la confrontaran o negaran. En ese caso se halla el empirismo,proyectado entre los siglos XVII y XVIII, mucho más allá del campo filosófico en quesurgió. Su difusión está vinculada al desarrollo de la teoría del conocimiento extendidahasta hundir sus raíces en el positivismo y, en el siglo XX, en el pragmatismo. En esamisma época Europa había visto surgir la educación pública con la escuela primariacomo institución fundamental, impulsora del Estado docente. Esa condición autónomadel Estado fue gestándose al impulso de las ideas del liberalismo burgués, enfrentadoideológicamente al fuerte control que el cristianismo había ejercido sobre la educación.Una situación de mayor independencia se vivió en la educación superior. La universidadeuropea en los momentos en que Dürkheim formulaba los fundamentos filosóficos deuna teoría positivista del conocimiento, a comienzos del siglo XX, era ya una instituciónque cumplía casi mil años desde que se fundara la primera en Bologna en el siglo XI.La mayoría de países de nuestro continente empiezan sus procesos de emancipaciónpolítica a comienzos de 1810. Es difícil pensar en la aparición y confrontación deteorías educativas en medio de tanta inestabilidad social y política. Hacia mediados delsiglo y, consolidados los Estados en su organización republicana independiente, laeducación alcanza relevancia con la creación de escuelas religiosas, las primerasescuelas públicas y, muy significativamente, con la creación de las primerasuniversidades en Santo Domingo, Lima, Caracas y Santiago de Chile. Los métodosdidácticos, la concepción del rol docente, la disciplina y otros aspectos del currículoseguían fielmente la tradición de las prácticas educativas heredadas de las concepcionesescolásticas.Ningún estudio de teoría educativa puede alcanzar plena relevancia y pertinencia si nose vincula su pasado con el presente y éste permite vislumbrar las acciones que elhombre imagina, piensa y crea para enfrentar los desafíos del futuro. La mayoraceptación de una teoría surge cuando ésta responde al rigor científico y los resultadosde su aplicación en la realidad determinan aportes significativos al bienestar social yespiritual de la humanidad.Al comenzar un nuevo siglo lo afirmado cobra plena vigencia. Los dos informes másrecientes de la UNESCO : La educación encierra un tesoro, estudio coordinado porJacques Delors, exministro de educación de Francia en 1998, y el más reciente, Informesobre el estado de la educación en el mundo, confirman la importancia ineludible deinvertir en investigaciones que permitan detectar el estado actual de la teoría educativa yestimular la creación de nuevas teorías que consideren el desarrollo de los mass medias2

y los aportes de la tecnología de la comunicación. Hacia esa misma dirección deberásostenerse el esfuerzo internacional y la solidaridad para una amplia discusión queincentive la imaginación en una redefinición del humanismo.En ese contexto es legítimo formularse preguntas que apuntan a las expectativas deldesarrollo teórico, la producción de nuevos conocimientos, la superación cualitativa delos recursos didácticos, una reconceptualización de la función docente, una nuevapercepción y valoración del currículo que centre el éxito del proceso educativo en quienaprende y no en quien enseña. Esos son, entre otros, los asuntos relevantes que deberáconsiderar la discusión sobre teoría educativa en el futuro inmediato.2. Nuevos paradigmas, nuevas teoríasDesde la aparición del libro de T. S. Kuhn (1986), la comunidad científica pondera ladiscusión relativa a los modelos teóricos de hacer ciencia. Kuhn enfatizó el caráctertemporal de la verdad científica y sostuvo que ha sido una constante el paso de unmodo, forma o modelo de hacer ciencia, al que propuso llamar paradigma. Así lo dijo:“Considero a éstos (los paradigmas) como realizaciones científicas universalmentereconocidas que, durante cierto tiempo, proporcionan modelos de problemas ysoluciones a una comunidad científica” (Kuhn, 1986, p. 13).Así, un paradigma emerge como un criterio para seleccionar problemas y, reconocidasu existencia, adquiere validación para su solución. Su presencia en la comunidadcientífica es reconocida como una fuerza impulsora hacia el cambio. El paradigma:.abre nuevos territorios, despliega orden y pone a prueba creencias aceptadas desdehace mucho tiempo [.] Lo que incita a continuar entonces es la convicción de que, acondición de tener habilidad para ello, el hombre de ciencia logrará resolver un enigmaque nadie ha logrado resolver hasta entonces o, por lo menos, no tan bien (p. 72).Hay un tiempo en que lo viejo y lo nuevo coexisten pero, dialécticamente, de lacontradicción surge el nuevo paradigma. Las posibilidades de reflexionar sobre estefenómeno en las ciencias pueden ser ilimitadas. A los propósitos de este trabajo importadeterminar cómo en el estado actual de las teorías educativas, puede observarse quealgunas intentan sobrevivir y cómo otras emergen hasta extender sus postulados alconstituirse en el discurso que sustenta las políticas educacionales de los Estados.La década de los sesenta del siglo XX representa en el continente el período de mayorcrecimiento cuantitativo de los sistemas educativos. Numerosas investigaciones insistenen destacar los desniveles entre ese desarrollo y los avances cualitativos. Lossignificativos incrementos en presupuesto, expansión de la matrícula, asistencia social,etc., no produjeron los cambios deseados en la calidad de la educación y ello podríaexplicar la confrontación que se produjo desde una simple discusión informal entreeducadores, padres y grupos, hasta la formalización de hipótesis que pretendían inspirarinvestigaciones sobre esta falencia de la realidad educativa. No parece exageradoconstatar que en esas discusiones aparecía como rasgo relevante la ausencia de teoríaseducativas al definir políticas y reformas educacionales.Tiene sentido, entonces, preguntar qué es una teoría educativa y qué la diferencia deuna teoría científica, en general: “.una teoría científica es un intento de dar explicación3

general de algo que sucede en el mundo. Cuando el científico intenta establecer suteoría, busca la evidencia disponible en el mundo empírico.” (Moore, 1980, p. 15).Los compromisos de un científico para ser tal -y un educador no escapa a estasexigencias- son percibidas por Kuhn como conductas mediante las cuales debeinteresarse por comprender el mundo y esta aspiración es de la más alta responsabilidadfilosófica. Debe, además, analizar la naturaleza con rigor empírico, ser cuidadoso en lasobservaciones, capaz de articular teorías. Todo ello supone, como es obvio, que loscompromisos del educador como científico deben dar plena respuesta a cuestionesconceptuales, teóricas, instrumentales y metodológicas.3. ¿Es científico lo que hace un educador?Pareciera que haber ido alguna vez a la escuela como alumno o dedicarseprofesionalmente a la docencia no fueran actividades y trabajo que se califiquen decientíficos por contraste con lo que hace un físico, un químico o un biólogo, porejemplo. Es útil, entonces, preguntarse, ¿qué hace que una actividad sea científica?El pensamiento científico parte, en última instancia, de problemas sugeridos por laobservación de cosas y sucesos de la experiencia común, trata de comprender esas cosasobservables descubriendo en ellas algún orden sistemático; y la prueba final a la cualsomete las leyes que sirven como instrumento de explicación y predicción consiste en laconcordancia con tales observaciones. (Nagel, 1968, p. 79).En una teoría, las observaciones tienen carácter sistemático y predictivo. Una teoríaconstituye un sistema estructurado de enunciados que se vinculan entre sí y aun cuandolos objetos de la observación, los de la experimentación, son elementos importantes dela teoría, no deben confundirse con ella. El mismo autor ha enfatizado los componentesde una teoría poniendo de relieve cómo en ella se articulan un sistema explicativo, queactúa como esqueleto, las nociones básicas del sistema de esa teoría, las reglas queconducen a los resultados empíricos y la interpretación final.Sin pretender que el discurso sobre la teoría en las ciencias, y en la educación enparticular, asuma el carácter de una síntesis acabada, puede destacarse que una teoría:Es una percepción de un fenómeno en cuyo centro se percibe una anomalía. Elfenómeno por sí solo no dice ni explica nada.Es la detección de un problema o de un conjunto de problemas. Es un modo deinterpretar las relaciones entre esos problemas.Es una anticipación de lo que el mundo es en el campo en que existe el problema y quedeberá ser confrontado empíricamente.Una teoría educativa es un sistema descriptivo/explicativo que incluye, entre otros,aspectos fundamentales de la realidad: Un concepto del hombre, asunto de la antropología filosófica.Una concepción definida de la cultura, es decir, una visión de antropologíacultural.4

Una respuesta a la pregunta qué es el conocimiento, que da origen a lasespeculaciones gnoseológicas.Una proposición sobre los fines de la educación, tarea filosófica que recoge lateleología.Una respuesta acerca de los valores que dan relevancia a los problemasaxiológicos.Una respuesta acerca de la conducta del hombre en sociedad, tarea que recae enla ética.Una declaración de las relaciones entre la ciencia de la educación y sus posiblesdesarrollos teóricos, que abre paso a la reflexión epistemológica.Hay, finalmente, otros elementos de la teoría educativa que cualifican sus posibilidadesy que en otras ciencias no parecen tener la incidencia que se observa en los resultadosde la actividad educativa, en sí. Esos son los aspectos que suelen calificarse comocurriculares y que merecen consideración. Algunos son: cuestiones prácticas derivadasde la tradición y la innovación didáctica, la planificación, las técnicas de planificación,supervisión y evaluación, las exigencias de los espacios físicos en que sucede el procesoeducativo, etc.4. Teorías predominantes de la educaciónUn estudio crítico exhaustivo de las tendencias teóricas de la educacióncontemporánea de mayor relevancia debería incluir a aquellas corrientes que han dadoimpulso a reformas educativas, han impulsado las políticas educacionales de los Estadosy han propiciado el estudio científico y filosófico de la educación. Ese estudiodestacaría cómo teorías antagónicas luchan –en ese espacio de las comunidadescientíficas de que habla Kuhn– por permanecer o por abrirse paso como el paradigmaque la sociedad siempre está esperando para incrementar la calidad de la educación.Véase, por ejemplo, sin que el enunciado agote incluir a todas ellas, lo que ha sucedidocon filosofías de la educación como el idealismo, en sus expresiones históricasplatónicosocráticas, hegelianas, kantianas, etc. De pronto, no parece tratarse de unateoría del pasado cuando se escucha decir que las ideas están en cada quien y que lascondiciones naturales y sociales son irrelevantes. Las influencias del escolasticismoreaparecen cada tanto tiempo en movimientos neoescolásticos que siempre parecentener seguidores dispuestos a desafiar el tiempo. y los avances de la ciencia y latecnología.El progresismo o progresivismo abrió un cauce hacia una renovación que afectósensiblemente la educación en los Estados Unidos y de allí se extendió, especialmente, aAmérica Latina. Posibilitó el sólido apoyo de la psicología que reconoció la necesidadde considerar los intereses del niño y contribuyó de manera significativa a su éxito. Nosucedió lo mismo con movimientos que resistieron la acción del progresismo perotuvieron escasa repercusión como el perennialismo, el esencialismo, entre otros. Mayorentusiasmo despertó el pragmatismo con la sólida aportación de Peirce, Dewey yWilliam James; el esporádico fulgor del recontruccionismo, y las resistencias delexistencialismo por elaborar un discurso teórico de la educación, tarea que susprincipales filósofos no asumieron a plenitud. En otras tendencias de la educacióncontemporánea parecen observarse las raíces del pensamiento de Heidegger o de Sartre.5

A partir de la segunda mitad del siglo XX adquieren importancia movimientos dedistinta procedencia y de variada influencia, especialmente en el continente. Elmaterialismo dialéctico logró extender su discurso desde el centro de operaciones en laUnión Soviética. El Círculo de Viena, cuyas preocupaciones fundamentales estabancentradas en negar la validez de la metafísica en toda discusión epistemológica ydestacar la importancia de las ciencias como soporte de la verdad, a tiempo quedesplegaba una inusitada defensa del lenguaje con que deberían expresarse lasproposiciones, no consolidó una teoría de la educación original y por lo mismo, susresultados prácticos parecen diluirse como se diluyó el mismo Círculo tras la SegundaGuerra Mundial, a pesar de los esfuerzos especialmente encomiables de A. J. Ayer.Desde la década de los sesenta, relevante en la historia reciente de las teorías educativasdel continente, se destaca la aparición de los movimientos llamados “contra la escuela”o anarquistas, especialmente preocupados por negar la vigencia de la escuela. Parainconformidad de Iván Illich, Reimer o A.S. Neill, los esfuerzos no fructificaron, a pesarde sus agudas críticas y los intentos por demostrar la viabilidad de una educaciónliberadora, como la impulsada por Neill.La educación no directiva permite reconocer cómo los esfuerzos teóricos de Maslow yRogers se encuentran en una teoría de fundamentos en los avances de la psicología. Susempeños no parecen haber caído en el olvido. La experiencia de Paulo Freire, iniciadaen campañas de alfabetización en Brasil y continuadas en Chile, logró extender toda unaestructuración teórica reconocida como educación liberadora. La muerte relativamentereciente de este educador no significa la obsolescencia de sus ideas.Ese esbozo, muy sucinto por cierto, nos permite ubicar la intención de este trabajo enlas reflexiones alrededor de las teorías de la educación pragmatista, materialista yconstructivista que, excluidas de esa exposición, se las ha destacado aquí por tratarse delesfuerzo de mayor extensión en la educación occidental actual.4.1 PragmatismoAlgunos impugnadores del empirismo parecen estar dotados de mayor encono que deargumentos. Los defensores, a su vez, no discriminan entre frónesis y defensa aultranza. Entre ambos extremos lo más saludable puede ser una mirada crítica quevalore y pondere los aspectos, tanto positivos como negativos, que el análisis históricoarroja hoy.Kneller cree que los orígenes del pragmatismo están en la filosofía de Heráclito,posición que no comparte el filósofo polaco Leszek Kolakowski al estimar que algunosantecedentes de esta filosofía de la educación deben buscarse en algunos filósofosmedievales y del renacimiento. Bacon postulaba en el siglo XIII que el saber ha de sersometido a verificación empírica antes de pretender la categoría de verdad. Un segundoaspecto que destacaba, muy apreciado por el padre fundador del pragmatismo, Peirce, esla exigencia de que el valor del conocimiento debe ser medido por la eficacia de susaplicaciones. Un siglo después Ockham sostenía que debe aceptarse como conocimientoaquello que brinda testimonios irrefutables en la experiencia. La raíz griega pragma, dedonde nace pragmatismo, queda plenamente justificada con esta defensa de Ockham.6

Otros fundamentos teóricos del pragmatismo están vinculados al desarrollo delempirismo inglés y del positivismo. Hume era ya un adelantado opositor a la metafísica,empeño siempre presente en la mentalidad pragmática. Postuló que debe oponerse elestudio racional de las posibilidades del conocimiento fundado en principios empíricosa toda desesperanza a que siempre conduce el saber en su pretensión de absoluto. Creía,con sincera pasión, que un científico debe abandonar cualquier actitud metafísica.También se rebeló contra las verdades dogmáticas. Cuando los pragmatistas guiados enla educación de la mano de Dewey sostienen que el conocimiento es siempreprovisional, relativo, y que no hay verdades absolutas, están reconociendoimplícitamente la herencia de Hume.El pragmatismo es en la filosofía contemporánea, más allá de su aceptación orefutación, la filosofía de la acción. Desde este punto de vista inicial, el conocimientoserá siempre un potencial, una probabilidad; la filosofía será siempre una episteme ynunca contemplación pasiva o meditación. El conocimiento no tiende a captar la verdaddefinitiva del universo sino a garantizar la supervivencia del hombre en el mismo. Si seobserva bien, esa afirmación está impregnada del más fervoroso espíritu pragmatista dePeirce.James llegó a sostener que el pragmatismo es al mismo tiempo un método y una teoríagenética de la verdad. Para expresarlo con mayor rigor, he aquí sus palabras:Las ideas verdaderas son las que podemos asimilar, hacer válidas, corroborar y verificar[.] La verdad acontece a una idea. Llega a ser cierta, se hace cierta por losacontecimientos. Su verdad es, en efecto, un proceso, un suceso a saber: el proceso deverificarse, su verificación. Su validez es el proceso de su validación.(James, 1984,p.131).Se ha señalado antes que toda filosofía de la educación postula de manera implícita oexplícita un concepto del hombre. En el pragmatismo hay matices. Por una parte, laantropología de Dewey responde a la tradición del pensamiento laico continuador de lailustración. James representa una tradición religiosa que se refleja en su obra. Elpragmatismo reconoce en el hombre su naturaleza biológica y social. Su aspiración eshacer de esa naturaleza un ser humano crítico, reflexivo y, como buenos herederos delpositivismo, en condiciones de usar plenamente su racionalidad. La naturaleza humanaes fluida, plástica, y corresponde a la educación desarrollarla y moldearla. El niño debeser educado para el máximo desarrollo de sus potencialidades racionales en un clima deactividad y acción permanentes, inspirados en los aportes de las ciencias, para lo cual laexperimentación y la observación son indispensables.En sus numerosas obras, Dewey destacó lo que estaba sucediendo en las experienciasque él mismo recogía como educador. Estimulaba a los maestros a superar la educacióntradicional entendida como información o simple transmisión de datos. Pensabasinceramente que debía estimularse al educando para juzgar desde su propiainteligencia. Razones de espacio nos impiden extendernos más ampliamente sobre estafilosofía cuyos efectos no han desaparecido y resurgen constantemente en un mundoque sigue siendo, en muy alta medida, un mundo pragmático o pragmaticista, comoprefería decir Peirce.4.2 Materialismo7

A diferencia del modo de presentación del esbozo que describe los planteamientosteóricos del pragmatismo, en este caso se comenzará por la concepción materialista delhombre y, por su relevancia histórica, se recurrirá a la antropología filosófica quepostulara Marx.El punto de partida de Marx es el concepto de alienación. En su época, desde lasegunda mitad del siglo XIX, observa las condiciones de desarrollo del capitalismotriunfante en la revolución industrial. Describe al hombre en el proceso productivo, ensus relaciones con la máquina y en las relaciones del trabajador con otros trabajadores.Marx va descubriendo las condiciones que impiden la plena realización humana.Rechaza las formas variadas de la explotación del hombre en el mundo capitalista y dejaclaramente establecida su posición humanista al decir que es en la existencia real, en laposición concreta, en el proceso productivo, en el antagonismo de clases, donde se gestay desarrolla la alienación. Por lo tanto, su antropología filosófica está exenta de todaposible vinculación con los idealismos, las concepciones metafísicas y las ideasreligiosas que piensan al hombre como una criatura hecha a imagen y semejanza de unser perfecto y todopoderoso.En las relaciones de trabajo el hombre produce un determinado objeto. Al finalizar,éste le es ajeno, va a las manos del dueño de los medios de producción. El hombretrabaja con cosas y termina sintiéndose cosa, es tratado como cosa. Esta cosificación delser humano es su enajenación. Está inmerso en la alienación (Marx, 1992). ItaloCalvino parece haber tenido, en la literatura contemporánea, el destacado mérito dehaber demostrado, con la elegancia de su prosa, cómo el trabajo en la sociedadposmoderna o de capitalismo tardío sigue generando la alienación que Marx denunciaraen 1844.Las diferencias del pensamiento marxista con los postulados del pragmatismo eneducación son radicales. Marx inscribe su teoría educativa en una concepción másamplia del mundo y del hombre. Marx habría combatido con energía la tesispragmatista que confía en la educación como la vía para la plena realización humana.La teoría de la alienación y el papel de la educación forman parte de un concepto muchomás amplio de transformación de la sociedad. Por ello, todo asomo de individualismodebe ser combatido, pensaba el marxismo. La conciencia del hombre no es el resultadode una reflexión del hombre consigo mismo, una especie de terapia introspectiva. Es laconciencia social la que determina la conciencia individual. El conocimiento, laconciencia y el pensamiento forman una unidad: “En todas las épocas, y por tantotambién en la nuestra, el pensamiento es un producto histórico, que en los distintosperíodos adopta formas muy diferentes, y por ende contenidos muy diversos” (Engels,1978, p. 44).Por ello, mientras no se cambien las condiciones que en la sociedad determinan laexistencia de fenómenos como la explotación en el trabajo, la alienación, las diferenciasde clases sociales, la educación, no podrán cambiar las desiguales relaciones de loshombres. Como hoy se sabe, la lucha de clases y la conciencia de clases harían lospilares sobre los cuales el hombre construiría su revolución.El concepto del hombre en Marx es un concepto desacralizado y tenía que oponerseobviamente a las tesis del teísmo y la metafísica, dominantes en su época. Se trata de8

una antropología filosófica que seculariza la presencia del hombre en el mundo y hundesus raíces en la tradición humanista que iniciaran Demócrito, Heráclito y Epicuro. Enesa misma dirección, el concepto de naturaleza humana en Marx se opone a la tradiciónjudeo-cristiana. El concepto de naturaleza humana en Marx se diferencia, además, delidealismo absoluto de Hegel. La naturaleza humana se encuentra determinadahistóricamente, dice Marx, en las condiciones materiales de vida, propias de cada época.El hambre y el instinto sexual forman parte de una naturaleza humana común, por asíllamarlo, naturaleza humana de la especie, inevitable y, por tanto, asumidas en cadacultura con sus naturales especificidades. Hay una naturaleza humana que se descubre yse realiza. La autorrealización es siempre el desplegarse del hombre en la actividadproductiva, una realización en y por el trabajo.Para el materialismo, el conocimiento es un proceso dialéctico. Se inicia en los objetosdel mundo exterior y tiene como criterio –objetivo– la práctica humana, como se indicórecientemente. El conocimiento no es nunca algo acabado e invariable, sino constanterenovación y modificación. Los materialistas niegan la existencia de la cosa en sí comocriterio de verdad. En esta idea se aprecia porqué Marx tenía que abandonar las ideas deHegel, imbuidas de un idealismo absolutizante. La verdad no es nunca algopredeterminado o un resultado de fuerzas misteriosas que lo instalan en la mente, segúnpensaba el idealismo, desde Platón. Al respecto, puede verse el excelente libro deFrancis Cornford: La teoría platónica del conocimiento (Paidós, 1989). En el procesognoseológico los objetos existen fuera de nosotros y nuestras percepciones ysensaciones reflejan su corporeidad material en nuestro cerebro. Ese proceso tiene suverificación en la práctica, en la realidad. Allí el conocimiento se nos presenta comoverdadero o falso, correcto o incorrecto.Por las mismas razones que impiden extenderse en este trabajo, no se ahondará en elmaterialismo y su influencia en las teorías de la educación contemporánea actual. Quedaabierta la posibilidad de ampliar y profundizar su dimensión teórica especialmenterelevante desde la caída del muro de Berlín y la desintegración de la Unión Soviética , acomienzos de la década de los noventa.4.3. ConstructivismoEntre las filosofías de la educación contemporánea actual, el constructivismo representael esfuerzo teórico de más vasto alcance. Ha inspirado reformas educativas de Europa yha sustentado a la mayoría de los esfuerzos de cambios en la educación de AméricaLatina.Los fundamentos científico-filosóficos, es decir, las bases desde las cuales construye sudiscurso epistemológico el constructivismo no son perceptibles con nitidez. En eltiempo, parecen asomar algunos rasgos enunciados ya en el título de un informe sobre elestado de la educación en el mundo presentado por una comisión de la UNESCOpresidida por Edgar Faure, a comienzos de la década de los setenta del siglo reciénpasado. El título de ese informe puede considerarse un antecedente importante de losesfuerzos del constructivismo: Aprender a ser. Hoy podría complementarse con otrosrasgos que van emergiendo de las prácticas educativas constructivistas: aprender apensar, construir el conocimiento, desarrollar la imaginación, estructuras conceptuales,estructura de representación, etc. Ahora, bien, una teoría educativa y los resultadosrespectivos de los esfuerzos de una práctica educativa para demostrar su pertinencia y9

consistencia en la realidad, no se miden por la cantidad de jergas más o menosnovedosas en boga. ¿Qué es el constructivismo?En la bibliografía existente suelen encontrarse expresiones que se refieren a esta teoría yaluden a ella diciendo que se trata de un enfoque, una corriente educativa, un marcoconceptual y metodológico, una tendencia (por oposición al conductismo y alempirismo/positivismo), una psicología actitudinal más o menos ecléctica, etc. En esasindagaciones es posible descubrir algunos intentos por introducirnos en la respuesta aesa pregunta que se formula más arriba :. el constructivismo es una estructura conceptual, metodológica y actitudinal en la cualson conjugadas teorías de la psicología cognitiva (en cuanto a indagación de cómo y porqué se originan las representaciones y sus conceptos en la conciencia humana y quérelaciones tienen con el mundo exterior), de la epistemología (la naturaleza de lossaberes y el conocimiento en las relaciones individuocomunidad), de la lógica (elproblema del pensar metódico y las leyes de la deducción y la demostración de lashipótesis), de la lingüística (la codificación y decodificación comunitarias) y de lapedagogía y la didáctica (transformación intelectual y el aprender a leer y a escribirenun lenguaje especializado). (Gallego-Badillo, 1997, p.13).Esa cita podría explicar porqué en el constructivismo tienen cabida tantos nombres. Enla física newtoniana sólo tiene cabida Newton, sin desconocer lo que recibió comoaportes de Galileo y Copérnico. En la matemática cartesiana el mérito es de Descartes.Aquí, vea usted: se nos presentan como constructores del constructivismo Piaget,Vigotsky, Novak, Ausubel, y si la mirada se extiende hacia el pasado reciente losestructuralistas franceses no escaparían de est

Desde la aparición del libro de T. S. Kuhn (1986), la comunidad científica pondera la discusión relativa a los modelos teóricos de hacer ciencia. Kuhn enfatizó el carácter temporal de la verdad científica y sostuvo que ha sido una constante el paso de un modo, forma o modelo de hacer ciencia, al que propuso llamar paradigma. Así lo dijo: