La Selección Noticiosa, Entre La Importancia El Interés

Transcription

La selección noticiosa,entre la importanciay el interésElia a Rozas O.Periodista y profesora de Fundamentos del Peri odismo yDerecho de la Información en la Escuela de Periodismo de laUniversidad Católica. [erozas@pu c .c ljEstamos cada vez n1enos ciertos de qué es lo que debe ser dado a conocery la paleta de nuestros contenidos posibles se ha atupliado de tal forma, quees la misma definición de noticia la que ha comenzado a perder sus contornos.¿Qué podemos (ya no qué deben10s) difundir, entonces? La consecuencia enla información de los medios es el reemplazode la importancia (que tiene como referente locomunitario, lo objetivo) por el interés (quetiene como referente lo individual, lo subjetivo). Este reemplazo suele adoptar dos formas,la de la trivialización de lo importante o latrascendentalización de lo irrelevante.Tradicio nalmente se ha dicho que corresponde alos informadores (period istas o como quieralIamá rseles) y a los medios no sólo el rol de elaborarlos mensajes que difunden, sino también el definirqué merece ser difundido.Esa afirmación aparentemente obvia obliga élpensar en una cierta oh jeti vidad (la palabra nüsdesprestigi:lda del period ism o) de la impo rtancia , yha tenido com o consecuencia el hecho de que, conm ás o menos solven cia, el periodismo haya idointentando definir lo que es una noticia. Un a definición que no se ha lograclo por un consenso entreaquellos que las difunden, sino po rque se entiendeque hay ciertos acontecimientos que p esan por sí20 I CUADERNOS DE INFORMAC iÓN N012 / 1997 I Ellana Rozas O. I.a . elecdcjll Iwlidosa. ('II/re ItI illlpor/(/I/.cia y el ill /er"s

INFORMENOTeA, TT¡ rr¡1fIJro mfrDt'solos. Y el peso específico de esos aco ntecimi ento.no tiene tanto que ver con cuánto le importan a losreceptores concretos, sino con qu é consecuenciastiene n para la colectividad.Sin prete nder ahondar en una retlexió n de ca rácterjurídico, no cabe duda de que sólo e n una conce pció ncomo la descrita es posibl e fundar lo que algunos hanllamado un . de recho al hecho . Los hechos objeto d eun tal de recho no pu eden sino ser aq ue llos que, porun criterio que e ·tá más allá ele las múltiples subjetividades ele los componentes del público , de he n serconocidos. Sin ese objetivo criterio de la importanc iano hay hechos debidos; y, s i se quie re tirar un pocom{IS de la cuerda, no hay derecho alguno sobre elparticular.Cuando Maxwel Mc Combs desa rrolla su famosateoría de la agenda setting está partie ndo de esemismo supuesto. Sin un criterio e xterno a la subjetividad de los receptores (y de los e misores), no esposible hablar de la función agenda.No obstante, entre los pe riodistas cada ve z tie nemás partidarios la idea de que la selección de lasnoticias está fuera del ámbito de la propia responsa-hilidad (a veces, cuando se nos aparece como unprohl e ma , la atribu imos a los seglln noso tros 10 lvosinte reses de los e mpresa ri os d e pre nsa y c uando Senos plantea como una descripció n d la profesió n,decimos qu e miís bie n corr :spo ncle a l püblico),incluso de que no es parte d e la funci ó n profes ional.De a llí a decir qu e no ex iste Il tal es crite ri os profesionales, objetivos, e n la selecc ió n de lo qu e me rece se rdifundido, ha y un paso. Y ese paso, creemos, conscie nte o inconsciente me nte, y:1 se está dando.El culto a la obje tividad , e n el m;:'¡s bastardo de sussentidos -el d e la textualidad ele las o piniones y lafa cticidad de los hechos- ha cubie rto con e l manto dela duda los procesos de selecció n , ha hecho alseleccionado r sospecha r de sí mismo. Pero, sobretodo, ha pu esto en e ntredi cho e l concepto de impo rtancia. ;.Si la sola selecció n supo ne subjetividad , quié npuede decir cuáles son los acont ecimie ntos que son.obje tivame nte. importantes' Es la pregunta ca rgadad e escepticismo que subyace en la cuestió n de aquié n corresponde decidir qué sabrán mañana loslectores, los televide ntes y los auditores, planteadapor tanros estudiantes de pe riodismo que abren losEII . Ro. s O. Lo sel ecc ió lI lIo/ielosa . ell/re la i/l/por/mlela.l' el il'ller;'s I CUADERNOS DE INFORMACiÓN N"12 / 1997 I21

N1. 13 ERGE R, P ET ER e l a /. :Un m.u ndo sin bogar.Modern izac ión ycon ciencia, Sal Te rrae.Sa nta ncle r, 1979.2. V ATI'I MO , G IANN I : Lasociedad Irallsparenl e,Pa idós, Ba rce lo na, 1990.3. BA UDRII.I.A lm , J EAN: Lecri me pa /a il, Ga lilée ,París, 1995, p . 52.o jos, escandali zados, frente a la respuesta : "Los pe rio distas". El m is mo cuestio namiento, ca rgado de rebeldía , de un alto e jecuti vo d e uno de nuestros ca nalesde te lev isió n: ,,¿Y quién soy yo pa ra de te rminar si estotie ne q ue ser difundido o no?".A estas ra zones inte rnas ele la p rofesió n se suman,para p roducir e l efecto de vaciado de impo rtancia e nlos contenidos, las caracte rísticas ele nuestra sociedad ,fund ame ntalme nte s u com ple jidad. Una comple jidadq ue, confo rme al d iag nóstico más d ifundido se manifiesta e n una crisis de gobernabilidael y e n unaprogresiva rad ica lizació n de la libertad y la s ub jeti vidad humanas, lo q ue a su vez e ngendra ma yorauto no mía, con las consiguientes roturas de los lazoscomu n itarios.Pe rplejos frente a la comple jidad de una sociedadl11ultirre lacio nal, de la q ue se s upo ne de be n d a rcue nta, los medios se ven o bl igad os a hacer un granesfu e rzo pa ra cum p lir co n s u funció n. En un li bro quetie ne el e locue nte títul o ele Un mundo sin hogar,Be rger l afirma q ue d icha comple jidad some te . a ungran esfue rzo a lodos los procedimie ntos no rmales d eo pe ració n, no sólo e n la acti vidad del individuo, s inotambié n en su concie ncia . Eso que describe a esca lapersonal, ocurre análogame nte e n los me dios, sóloq ue e n este caso la solución d e hacerle una veró nicaa la complejidad , que es lo q ue hace n las pe rsonaspa ra re trae rse a s u espacio p ri va d o , pu ed e llega r aafecta r su misma naturaleza de me dios d e co municación .Para terminar de enre da r la mara i'la, ocurre queesta comple jidad es e n gran med ida ca usada por losmedios ele comunicación, qu e se constitu yen e nvíctimas y a utores d e e lla. No es casual, pues, q ueVattim0 2 describa nu estra socied ad con los té rminos. comunicación generali zada- y que contrad icie ndolos o ptimistas a nuncios de Mac Luhan, sostenga q uelos medi os, lejos de ca racte ri za r a nuestra socied adcomo más consciente y más trans pare nte, la hanvuel to más caótica.Cua ndo una procura ide ntifica r e n qué consistesu contribu ción a l caos se e ncuentra e n primer luga rcon d os fe nó me nos recie ntes q ue se re fi e re n a lp roble ma d e l tie mpo me dial. Concre ta me nte, lastransmisio nes e n di recto y lo que llama re mos el22 I CUADERNOS DE INFORMAC ION N" 12/ 1997 IFoRMENoTeAdesmembramie nto de l tie mpo ele expo sición .El p rimero p roduce una pérdida de sentido de larea lidad ; el segundo, una pérdida de l sentido de lacolecti vidad .Aunqu e ha tenido consecuen cias en nuestrasexpectativas respecto de cua lquie r tipo d e comunicació n, ha sido la p rese ncia ele los medios ele ctró nicosen pa nicular, y no la de los medios e n general, lo queha te nido mayo r incidencia e n la p roducción de lprime r efecto descrito . Las transmisio nes en directo,esa asombrosa posib ilidad tecnológica de diluir e ltie mpo, p e rmi te q ue nos e nte re mos de los hechosmientras e llos ocurre n.TIEMPO Y SENTIDOEl afá n po r la d estrucción d el tiempo , la va n agloriapor el en vivo y ell dime/o afecta n no pocas veces lacompre nsió n, e n e misores y recep tores, de aq uelloque se difunde. La velocidad en la transmisió n incidee n lo transmitido y q ueda reforzada po r esa culturape riod ística d e l golpe , q ue la mayoría d e las veces noes más que una compe tencia p or quié n dice las cosasprimero, q uié n las dice más rápido . Y lo más rápidoes la s upresió n de la rapidez: el tiempo real.Pero los costos ele la victoria e n la lucha contra eltie mpo suele paga rl os la info rmació n. En ese li bro tanestremecedo r como p oético que es El crimen pe ree IcP, Jea n Baudrilla rd se atreve a de cir que "la ré plicainstantánea de un acontecimie nto , de un acto () de uncl iscurso, s u transcripció n inmediata , tiene algo deobsceno , po rq ue e l retardo , la poste rgación , e l suspe nso son esencia les a la idea y a la palabra .Ocurre que todo acontecimie nto que se nos muestra en directo aparece como cerrad o e n sí mismo ,despojado de s us conexio nes con otros hechos preced e ntes o coetá neos. Y ocurre , tamb ié n, q ue elme diado r pie rde s u posició n d e guía fre nte al e misor.Sabe tanto como é l. Su papel habitual, el de aquel queda sentido , se morigera hasta prácticame nte d esaparecer. El tlamante mundo d e repentineidad, como lollamaba Mac Luhan, es capaz de hace r añicos lossentidos.El otro ra mediad o r tiene cada ve z más el as pectod e un simple transmisor.Así, pareciera que la cooperació n d e los medios alEII. Rozaa O. La ,elecciól/ I/Oficio,a, en/re la importa l/da JI el in terés

NFORMENOTeAcaos soci al no provien e d e que se constitu ya n enrepresentacio n es d e las múltiples v isio nes d e mundo ,com o afirma V attim o, sino de q ue empieza n a serincap aces d e dar cuenta d e un sentido o siquiera d eunos sentidos.El d esp edace del sentido de la rea lidad , q ueencuentra su origen en la transmisió n en directo ya nosólo se m anifiesta en los m edios ca p aces de simultaneidad , los electró n icos, sino qu e se ha traspasa d o ao tros, com o los impresos, q ue requieren un tiempo deelabo ració n . En la p ren sa , la cri sis del se ntido estáapa reciendo a través d e las fó rmul as de constru cció nd e los m ensajes. Cada vez más a m enudo se habla deld esp ed ace d el texto. Se habla ele artículos de distin tasentrad as, q ue p ermiten al lector ir constru yendo supro pio escri to. En d efiniti va , constituirse en su propioemisor . U na vez que se abre el espacio para estasuerte d e rayuelización d e los textos periodísti cos( p ermítase l a analogía con la novela de Julio Cortáza r), empi eza a ser cad a vez m ás d ifícil afirmar queh aya un sentido asignad o po r e! emisor e incl uso q u eh aya un sentido.U n fen ó m eno d el mismo signo , p ero que adop talas ca racterísticas p ropias del med io , se aprecia en latelevisió n . Al an aliza r las transformaciones que h atenido l a industri a telev isiva , G ianfra nco Betterinisostien e q ue los m ensajes han evolucio nado d esde lasignificació n a la comunica bilidad: "S i en el primerm om ento el acen to se p o ne en el texto q ue d ebe serconsumad o en to d a su plenitud , en el segundo seprivilegi a la transfe rencia de porcio n es singulares d einformación hasta p resci ndir d e la coheren cia deltexto .4Al fenó m en o d e las tra nsmisio n es en directo seagrega el d e la televisió n interactiva. d o nde cadatelevidente intervi ene en el mensa je que recibe. Así,pued e incidir en la selección d e uno de los fin aleso frecid os p ara un d eterminado programa.Es cierto que la imagen siempre o frece al esp ectad o r un m edio d e acced er a la rea lidad qu e esca p a ala intención d el autor, p ero en la interacti vidad laauto ría mism a supo n e la interven ción p osrerio r ele losrecepto res . Com o d ice Bettetini, el auto r prefigura laso pcion es, p ero n o pued e prever la que seleccion aráca d a u su ari o.TIEMPO Y COMUNIDADLa tecno logía no sólo ha p ermi tido hacer d esa parecer la b recha cron o lógica enrre emisió n y recepció n , sino que tam b ién h a al ierro el cami no deldesmembramiento d el tiem po ele exposición.La prensa , y mucho más estri cta mente la ra d io y latelevisió n , al m enos en sus fo rm as tra d icio n ales ,todavía supo nen un elemento comunitari o: el ri em pode ex p osición a unos letenn inad os m ensa jes. Monga rd ini ha ll egado a decir q ue el t.iem po colecti vo hat.ermin ado por colo ni za r el ti empo ind ivid ual. Yesoes ciert o . Es posihle afirmar q ue la expos ició n simul r::"lI1ea a un mism o m ensa je fo rma una comu n idad d erece pto res. Ese fe nó meno pos ibilita q ue lo." m ed iosd e comunicació n social , pro b ablem ent C0 l11 0 ninguna o tra form a cOfllllni · tti v:l. sea n Gl lxlCesde prod ucirgrandes mov imien tos de solida ri dad , po r ejemplo.La fuerza de la ex peri encia d e p arti cipació n en unacomuni dad d efinida en términ os tempo rales está, sinembargo, comenza ndo a debili ta rse. Los pro piosm ed ios de comu n icació n y las n uevas tecno logíascomunicacioll ales ( para n o entrar , esta vez , en eld eba te de si constitu yen p ro piamente m ed ios o no)están ofreciendo la posib ilidad ele escapar elel gru po.Con el su rgimienro de! v ideograbado r se nosperrniri ó empeza r a po ner matices a la tendenciadescrita por Monga rdini . S nos permiti ó descolo ni za rnuestro ti empo indi vi dual, ponern os en posició n derecep tores cuando querem os. Con el advenimientod e lo q ue se ha ll am ado la televisiéln 011 dernand, senos o frece la posibilidad de recibir, cuando Cj ueramoslo que nosotros p idamos. Los diarios, q ue nos d an 24ho ras de libertad p ara d ecid ir el m o mento en q ue nosexponem os a los m ensa jes, tam b ién han p rocuradoaumentar nuestra autono mía en el contenido denuestro consumo (n aturalmen te d esde siem p re mu ch o m ayor q ue en el caso de los medios electró nicos).Para eso se han segm entado. seccio nalizaclo y sup lementizado. Pero aho ra se habl a del d iario "a m ed id a. .A esto hay q ue sumar el fenó meno cOl11unicacional d e las red es com p utacionales, a cuyo espaciocu alquiera d e nosotros acced e pa ra I usca r o d ecir loque quiere cuando quiere. Esp acio que la m ayoría delas v eces representa m ás la convergencia d e interesesprivad os que una comunicació n m ediad a.4. f31" ITETINI, G IANFHAN CO:-La lelevisió n pe rsonal.,en CO I'I1ll 1'l icació l/. ySociedad. Vol. V III , NUI ,1995, p. 8 1.5. M ONG ¡\HD INI , CA II I.O:·La co lo ni zzaz io ne d ellell1po ind ividu alc e lal rans formazio nidell 'azio ne colletiva . , enEpislemologia e Sociologiu, Milán. FrancoAngelli, 1985, cil. enI.iANO, A I.EJANDHO: Lanueva. sens ibilidad,Esp asa-Calpe, Madrid,1988.El . Roza. O. La selección no/iciosa. !'I//re la i mpo rta l/ci a Ji el il/ /e rés I CUADERNOS DE INFORM AC iÓN N"12/ 1997 I23

NFORMENoTeAI paulatino vacío de importancia en los contenidos medialesexplica que demos cada vez más espacio a la emoción, a larareza, a aspectos vinculados a la vida privada. Y menos, ala consecuencia o el conflicto.el círculo se cie rra : se deja de compartir untie mpo de exposición , se deja de compartir un mc nsaje. El individualismo medial , que comie nza a gestarsecon las tri zaduras de l sentido y que se refu e rza con lapos ibilidad de auto no mía e n el consumo, se hacetecno lógicame nte posible.Este círculo vicioso, d ond e la auto nomía se vecompe lida a generar más autonomía, ha sido descritapor .losé Joaquín Brunne r: .Se ace ntúa e l individualismo. puesto que al fa lta r los puntos de refe re ncia loca lese inte rperso na les, la subjetividad se vuelve más imperiosa y las pe rso nas deben buscar, de ntro de sí mismas,e l sentido y la conrinuidad ele su experiencia . 6Vivimos, pues, en un mundo abrumaeloramentecomunicado , en e l que caela uno ele nosotros puedeactuar como e misor o receptor, se leccionar e n funciónde sus inrereses los mensajes qu c consume , dete rminarel tie mpo e n qu e se ex po ne a e llos y hasta interve nirlosen sus contenidos.De este modo. la comunicació n permanente ygloba l se hace caela vez más individual. Nos situamoscada vez más lejos de ese mundo de compromiso tota ldonde cada uno está profundamente e nvue lto en lavida de los otros, según la he rmosa visión macluhianaASÍ ,UN MUNDO COMPLEJO, UN PÚBLICOINDIVIDUALISTA6. BIHlNNEI{ , Josí:ambig uasfronte ras d la intimi dad., e n Aries)' Letras, El,'vIerclIrio. 18 agosto deJOAQUíN: · Las1996, p . E lO.Cualquier escéptico de la influe ncia que tie ne n lasex pe rie ncias descritas e n los espacios infó rmalivos delos medios tradicio nales, puede afirma r, con razó n,que la inte ractividad no ha e ncontrado un terreno fé nile n los noticiarios, que la televisión cm demand y eldiario a medida no tienen la masividael con quecuentan sus versiones más antiguas, que el uso deInte rnet, aun cuando es una eno rme fu ente de info rma-24 I CUADE RN OS DE INFORMACiÓN NQ 12/ 1997 Ición, no está todavía lo suficie nteme nte difundido.De hecho , de to dos estos fe nóme nos, seguramentees el de las transmisio nes e n directo e l que másincidencia tie ne e n los espacios info rmativos --en rigo r,es allí donde se sitúa su mayor esfe ra de aplicación-oExpe rie ncias irre levantes pa ra el periodismo, se podrádecir. Y es cieno si, po r un lado, se las compara con lasposihiLidades que estas tecnologías han abieno en elca mpo ele la entretención, y, por otro, con el alcanceele la pre nsa , la radio y la televisió n tradicionales.Pero más allá de esto , la verdad es que esos mismosmedios e nfre11lan ahora a un público que está empeza nclo a desarrollar otros hábitos y o tras expectativascomunicacionales. Un público caela vez más acostumhndo a la comunicació n fragme ntada , desde e l puntode vista ele su consumo y e1el sentido de los me nsa jes.t.Cómo es que los medios traclicio nales, La prensa , laradio y la televisió n, e nfre ntan el desafío de la transmisión de noticias acerca de un mundo caela vez miiscomplejo y l11ultirre lacio nal, para un público cada vezmás individualista" Anclados a lo colectivo de l tiempointentan caela vez mús satisfacer el individualismo elesus receptores despojando a los contenidos de aquelloque es colectivo. Eso pe nnite, a su vez, sosla'yar eltremendo problema de determinar cuúles hechos, eletodos los generados por nuestra caótica sociedad, sonlos que deben ser difundidos. Hace posible reducir lacomplejidad. O , como dicen los niños cuando representa n, hace . como que, se reduce.Estamos cada vez menos cie nos ele qué es lo quedebe ser dado a conocer y la paleta de nuestrosconte nidos p osibles se ha ampliado ele tal forma , quees la misma definició n de no ticia la que ha comenzadoa perder sus contornos.Aquellos hechos debidos. que tje nen un peso espe-Enana Rozas O. La selección I/Oliciosa. el/ll e la il1lfJol1ancia y el imerés

----NFORMENOTe- - - - - - - - - -- --- - - - - -- -- - - - -Acífico para la colectividad empieza n a ser difíciles de detenninar toda vez que lo colectivo se diluye. Ca la vezEl puro vaciado d ios c ntenidos le im p o rl:ln ciaen los espacios info rmati vos de los medios no sirveestamos más inseguros respecto de qué es lo que i rnpolta.rX1ra en frentar la sit:u3ció n cOInuni cacio nal emergelll'c.¿Qu é p odem os (ya no q ué debemos) difundir.ento n ces? La consecu encia en la infom1ació n de losHay qu e enu-egar :1 alguien la definic ió n ele qué esm edios es el reemplazo de la impoltancia (q ue t.i en ese arroga para sí una cierta objeti vidad, el int eré" secom o referente lo comunitario, lo o bjetivo) por eldefine precis3meme p o r lo contrario.interesante. Difícil com etido, p o rqu e si la imp0 rlanciainterés (que tiene como referente lo individual, loSin brújula , e"taJ110S, ento nces, pendientes delsubjetivo). Este reemplazo suele ado ptar dos fo rmas, lameno r movimien to de la audiencia para red efinird e la frivializa ción de lo impo nante o la fl'ascenden-nu csu'os conteni dos. Va m os ca min ) ele una to m:1 d etalización d e lo irrelevante. Se difunde, así, aquell oque ca usa el interés de muchos individuos, p ero qu eno afecta a la comunidad. Y esto es más que un juegode p alabras. El h echo de compartir un interés n o fo rm apropiamente una comunidad po rqu e n o se generancon exio n es que ligu en a los indi viduos. Los temas qu ellamamos interesantes ge neralmente no n os pidendecisio nes y si lo hacen , ellas revierten sobre nosotrosmismos. En cambio, las d ecisio nes que cada uno d enosotros toma resp ecto de alglin tem a que impo lta ala comunidad rev ien en sobre ella. Son esas cuestioneslas que n os recu erdan que te nemos respon sabilidadesfrente a los d em ás. Son esos tem as los q ue generancon exiones y refu erza n el sentido comunitario.Este paulatino vacío d e impo rtan cia en los contenidos m ediales explica que ciemos cada vez más espacioa la em oción , a la rareza, a aspectos vinculados a la vidaprivada de las p ersonas. Y q u e ca da vez m en osp o n gam o d e m anifiesto la con secuencia o el contlicto.Tal vez el m ás v isible sínto ma de esta . indi vidualización- de lo difundido , d e este reemplazo d e laimportancia p o r el interés sea, precisamente, la vinualdesaparició n d el conflicto.Disfrazada d e un respero p o r la multiplici dad ( n ovaya a pensarse que n o som os pluralista s), apa rece enel fo ndo una trem enda falta de con sidera ción por e lo tro, como un ser que interpela. El respeto con sistesimplemente en aceptar la coex isten cia , n egá ndose ala búsqu eda d e lo común. Y com o ocurre q u e to d oconllicto supo n e aceptar qu e se comparte algo, conlo enteramente otro n o h ay el mínimo de comunidadn ecesa rio para experim entar siquiera el cont1icto. Elofrecimiento medial , así, su ele parecerse él esto: "H eaq uí las posturas. No pretenda usted que identifique-los m edios por los púhlicos, que amen'l za incluso conm os el disenso y mucho m en os sus causas" .sobrepasa r a aq uella de las fuen tes, de la cual en estosmo m enlOs ten em os todavía mayores indicios.Cuando el in li vidualisrn o de los emisores, lanpro pio de la p ren sa ideológica que proliferó en el sigl oXVHI y, entre n osotros a comien zos del siglo XIX ,parecía m origerad o como único referente de losCOIl -tenidos, enfrenta m os el p osihl e advenimiento de unindiv idu al iSIl10le los receptores q u e cumpla esamisma funció n . Y en las dos situ acio nes la pro fes ió ninfo rmativa q ueda limitada sóloélsu s aspectos lécni-cos, p ero n o ti en e nada q u e decir resp ecto d e lodifundido. Desde el punto d e v ista d e la info rma ción,los medios con'en el riesgo de transformarse en ca nales.Lo que d istingu e a unos de o tros es que en los primerosestá supuesta una in telven ción en aquello que sedifunde. Mediar es illlelvenir, no simplemente U' l nsmitil'. T oda media ció n supo ne un cOI1lenido que hace dereferente, un pliblico resp ecto del cual se m edia, y unacomunidad en fun ió n de la c ual se med ia .Uno de los principales d esa fíos éti cos que hoy díaenfrentan los medios de comunicación socia l, creemos,es la húsqueda d e una solu ció n para la ecuación q uef0 I111an los contenidos, el púhlico -entendido como losreceptores indiv idua les- y la comunidad, que surge delas relaciones que se generan entre esos receptores.Es en cuanto m edios-de-comun icació n-social, enra zón de su naturaleza de m ediado res sociales, quesobre la prensa, la rad io y la l elevisión - sohre susespa cios i nf0 Il11ati vos, principalmc m e- recae la eno rm e resp onsabilidad d e mantener v ivos los lazos comunitari os en una sociedad que ti.ende a la dispersió n.Pero , esp ecífi camente, ele procurar hacer un periodism o que sea capaz ele to marse el Uc mpo para d espel1arinterés resp ecto lo impo nanre. 1]Ellan. Rozas 0, l.a selecc ió l/ I/ot i c iosa . el/trI! la impQl1til/cía,l' el i"ter és I CUADERNOS DE INFORMACiÓN N012 / 1997 I25.

ele la prensa, la radio y la televisión tradicionales. Pero más allá de esto, la verdad es que esos mismos medios enfre11lan ahora a un público que está empe zanclo a desarrollar otros hábitos y otras expectativas comunicacionales. Un público caela vez más acostum hndo a la comunicación fragmentada, desde el punto