ANEXO II Áreas De La Educación Infantil - Magisnet

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ANEXO IIÁreas de la Educación InfantilLa etapa de Educación Infantil tiene como finalidad contribuir al desarrollo emocional yafectivo, físico y motor, social, cognitivo y artístico de niños y niñas, así como a laeducación en valores cívicos para la convivencia, en estrecha cooperación con lasfamilias y otras entidades sociales y culturales del entorno del centro. Es, por tanto, uncamino de construcción personal que se inicia en el entorno familiar y se vaensanchando poco a poco, integrando nuevos aprendizajes y espacios de relación, yque se irá consolidando a lo largo de toda la vida.En Educación Infantil se deben sentar las bases para responder con eficacia, en lasfases posteriores, al primero y más importante reto de todo sistema educativo: lograrque su ciudadanía alcance el máximo desarrollo integral en un contexto inclusivo quegarantice la igualdad de oportunidades. Se plantea, por tanto, como una fase previa enel camino hacia la adquisición del Perfil de salida del alumnado al término de laeducación básica, concebido como la herramienta clave que ha de dar continuidad,coherencia y cohesión a la progresión en los aprendizajes a lo largo del periodo de laescolarización obligatoria. A lo largo de esta primera etapa educativa se debe irproduciendo un acercamiento paulatino a destrezas tales como el pensamiento crítico,la resolución de problemas, el trabajo en equipo, el diálogo constructivo, la escuchaactiva y la negociación, el análisis reflexivo, la creatividad, así como a actitudesfundamentales tales como el respeto, la sostenibilidad, la solidaridad y la visiónintercultural y global de las relaciones sociales, todas ellas imprescindibles paracontribuir a la conformación de su futuro bienestar personal y social, en un entorno deconvivencia, no violencia e igualdad.Esta etapa no es obligatoria, pero juega un papel destacado como factor de inclusión yequidad del sistema educativo, por las repercusiones de una educación infantil decalidad sobre el desarrollo individual del menor y de la sociedad en su conjunto.Coinciden en ello la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, laConvención sobre los Derechos del Niño de las Naciones Unidas (1989), los Objetivosde Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas —cuya meta 4.2 establece que, deaquí a 2030, todas las personas deberían tener acceso a unos cuidados y unaenseñanza de calidad desde su nacimiento hasta la edad de escolarización obligatoria—y la Recomendación del Consejo de Europa, de 14 de junio de 2021, por la que seestablece una garantía infantil europea. Con este fin, el currículo que se desarrolla eneste anexo se enmarca en la Recomendación del Consejo de Europa, de 22 de mayode 2019 relativa a unos sistemas de educación y cuidados de la primera infancia de altacalidad.El Perfil de salida del alumnado al término de la educación básica establece que, pararesponder con eficacia a los retos del siglo XXI, es imprescindible adquirir lascompetencias clave para el aprendizaje permanente recogidas en la Recomendacióndel Consejo de la Unión Europea de 22 de mayo de 2018. En consonancia con ello, laetapa de la Educación Infantil se plantea como un primer paso hacia el desarrollo dedichas competencias.Para el diseño de este currículo se ha partido de una visión estructural y funcional delas competencias, en la que sus tres dimensiones —la cognitiva o conocimientos; lainstrumental o destrezas, y la actitudinal o actitudes— se integran en acciones concretaspara resolver de manera eficaz una tarea significativa y contextualizada orientada al1

desarrollo integral de niñas y niños, respondiendo así al objetivo establecido para laetapa en la LOMLOE.El desarrollo de las competencias viene condicionado por las distintas formas decomprender la realidad en cada momento de la etapa, que se organiza en dos ciclosorientados en todo momento hacia la intencionalidad educativa. En el currículo delprimer ciclo se da especial relevancia a los procesos de conocimiento y dominio delpropio cuerpo y de individualización, a la construcción de una trama de relaciones einteracciones en el entorno físico y social, y al uso de los lenguajes que la hacen posible.Todo ello, regido por el principio fundamental de respeto a los ritmos individuales decada niño y niña, a sus cuidados esenciales en un entorno afectivo, participativo y deigualdad que le proporciones confianza, bienestar y seguridad.Este mismo principio sigue rigiendo en el segundo ciclo de la etapa, en cuyo currículocobra protagonismo la adquisición de destrezas que contribuyan a «aprender a ser yomismo» y «aprender a hacer», iniciándose así el camino hacia el desarrollo de un ciertogrado de autonomía, responsabilidad e iniciativa en la realización de tareas. En esteciclo, el proceso de desarrollo y aprendizaje viene marcado por el aumento progresivode la actividad a través de la experimentación y del juego.El carácter paulatino e integrador en la adquisición de las competencias cobra en laetapa de la Educación Infantil una particular relevancia, porque la manera en la queniños y niñas se van apropiando del mundo que les rodea tiene en sí misma ese carácterglobal. No debe establecerse una jerarquía entre las distintas competencias, ni sepueden marcar límites diferenciados entre ellas. No obstante, la necesidad desistematizar y planificar la actividad docente aconseja la organización del currículo de laetapa en tres áreas correspondientes a ámbitos propios de la experiencia y deldesarrollo infantil: Crecer en armonía; Descubrir, disfrutar y explorar el entorno yComunicar y representar la realidad. Pero ello no supone establecer una vinculaciónunívoca entre competencias y áreas, ya que todas las áreas participan en todos losaprendizajes.En cada área, se proponen unas competencias específicas comunes para los dos ciclosde la etapa. Este elemento curricular pone en relación las competencias con losaprendizajes concretos que se producen en cada área, e identifica las capacidades quese deben saber desplegar en situaciones o actividades organizadas en torno a lossaberes básicos de dicha área. La adquisición de las competencias tiene un carácternecesariamente secuencial y progresivo a lo largo de la vida. Para reforzar y explicitarla fluidez y uniformidad de ese continuo formativo cuyas bases se deben sentar en laetapa de Educación Infantil, las competencias específicas de cada área se han definidoatendiendo, en última instancia, a los descriptores operativos que concretan el progresoesperado en la adquisición de cada competencia al completar la etapa de EducaciónPrimaria en el Perfil de salida del alumnado al término de la educación básica.Para cada área y ciclo se establecen también los criterios de evaluación que, de acuerdocon el enfoque competencial adoptado en la formulación de las competenciasespecíficas de área, deben reflejar los niveles de desempeño esperados en un momentodeterminado del proceso de aprendizaje, atendiendo a la edad y al proceso evolutivo.Por el propio carácter de la etapa, estos criterios de evaluación no tienen valoracreditativo, pero sirven de guía y orientación para identificar el ritmo y característicasdel progreso que se va produciendo y proporcionan una valiosa información paradesarrollar la labor de prevención, detección e intervención, determinante en edadestempranas. Asimismo, en cada área y ciclo se incluyen los saberes básicos que los niñosy niñas deben integrar, aprender a articular y movilizar al finalizar cada ciclo, para poder2

desplegar las actuaciones a las que refieren las competencias específicas en el gradode adquisición esperado en los mencionados criterios de evaluación.Como se ha dicho anteriormente, la división en áreas no implica que la realidad sepresente en el aula de manera parcelada; por el contrario, las tres áreas debenentenderse como ámbitos de experiencia intrínsecamente relacionados entre sí, lo querequerirá un planteamiento educativo que promueva la configuración de situaciones deaprendizaje globales, significativas y estimulantes que ayuden a establecer relacionesentre todos los elementos que conforman dicha realidad, desde el respeto a la culturade la infancia. Estas situaciones deben promover la interacción entre los iguales, paraque, en cuanto el desarrollo del niño lo permita, se pueda responder en equipo al retopropuesto. Serán, por tanto, excelentes oportunidades para desarrollar una actitudcooperativa y para aprender a resolver de manera adecuada los posibles conflictos quepuedan surgir. En el Anexo XX se proporcionan sugerencias y orientaciones para eldiseño de estas situaciones de aprendizaje.Los aprendizajes en ambos ciclos se basarán en la experimentación y en el juego. Elproceso de descubrimiento y valoración del entorno a lo largo de toda la etapa debe serrico en estímulos, provocador, emocionante y respetuoso con los intereses, gustos yelecciones de los niños y las niñas. El personal educador debe hacer propuestasintencionadas en torno a juegos exploratorios divertidos y estimulantes queproporcionen el contexto y los materiales necesarios para que los alumnos debanenfrentarse a una tarea cuya resolución les resulte atractiva. Deben disfrutar, pasarlobien, reírse y tener la opción de cambiar de actividad si lo que intentan hacer no lesestimula. Las propuestas de aprendizaje deben plantear soluciones abiertas, de maneraque lo más importante sea el proceso y todas las aportaciones puedan ser valiosas. Latarea principal del personal educador se fundamenta en el acompañamiento en elproceso de aprendizaje, la escucha de las necesidades e intereses, la observación y eldiálogo. Todo ello permitirá conocer a cada criatura y facilitará la evaluación continua yel establecimiento de criterios sólidos para ajustar las sucesivas situaciones deaprendizaje.Los padres, madres y tutores son los primeros responsables del bienestar, la salud, laeducación y el desarrollo de sus hijos e hijas y el entorno familiar es el primero y el másimportante para el desarrollo de las personas. Por ello la escolarización en esta etapaha de producirse en corresponsabilidad con madres, padres o tutores legales, y ha dellevarse a cabo en un entorno rico, seguro, alegre y estimulante donde se descubra lasatisfacción de aprender compartiendo con otras personas, haciendo de laescolarización la primera experiencia vital emocionante y satisfactoria de la vida ensociedad. La escuela es, además, un fiel reflejo de la heterogeneidad que caracteriza lasociedad actual, de su variedad lingüística, étnica, social y cultural. En este sentido,conforma un contexto idóneo para aprender a convivir mostrando interés, curiosidad yrespeto por la diversidad y para facilitar el desarrollo de competencias interculturalesque despertarán, además, el deseo de aprender a comunicarse en diferentes lenguas.Por todo ello, la escuela se convertirá en un lugar especial donde el alumnado consolidesu desarrollo, adquiera nuevos aprendizajes y estrategias, y establezca relaciones conlos demás, más allá del contexto doméstico. La incorporación a la escuela en cualquiermomento de esta etapa es, por tanto, un hito fundamental en los primeros años de vida.Dada su relevancia, la transición entre el hogar y el centro educativo debe producirseen un clima de seguridad, confianza y afecto que añada, al natural sentimiento deexpectación, los de disfrute y alegría.3

En efecto, en la Educación Infantil los procesos de tránsito entre etapas son momentosimportantes. Por una parte, en el primer ciclo, los procesos de acogida y paulatinaadaptación visibilizan toda una historia personal, única, propia e irrepetible, llena devivencias y sentimientos intensos e incluso, a veces, contradictorios. El centro deberesponder a las necesidades de este primer encuentro, acogiendo a las niñas y niñosdesde el respeto a su individualidad, a su ritmo personal de desarrollo y crecimiento, yal mundo personal y diverso que lo acompaña, como principio básico que debefundamentar toda la etapa y, especialmente, este primer ciclo.Al completarse el segundo ciclo, se produce la transición hacia la etapa de educaciónobligatoria. Debe ponerse especial atención en promover la colaboración entre todos loscomponentes de la comunidad educativa —familias, personal educativo y otrosservicios— con el fin de garantizar una transición entre las etapas fluida, amable yrespetuosa con el proceso de desarrollo integral del alumnado en todas sus dimensionesy teniendo en cuenta sus potencialidades, intereses y necesidades, para asegurar asíuna mejor integración de todos los aspectos de autonomía, pedagógicos y organizativos.Área 1. Crecer en armonía.El área Crecer en armonía se centra en las dimensiones personal y social del niño o dela niña, entendidas como inseparables y complementarias, que se desarrollan y regulande manera progresiva, conjunta y armónica, aunque solo adquiere sentido desde lacomplementariedad con las otras dos, ya que se produce en un entorno físico y naturaldeterminado y precisa de la utilización de distintos lenguajes y representaciones de larealidad.Desde el profundo respeto a los ritmos y estilos de maduración individuales, el procesode enseñanza-aprendizaje debe adaptarse a las características personales,necesidades, intereses y estilo cognitivo de cada niño o niña. Se atiende, por tanto, aldesarrollo físico-motor, a la adquisición paulatina del control de sí mismo y al procesogradual de construcción de la propia identidad, fruto de las interacciones consigo mismo,con el entorno y con los demás. En este proceso, se irá avanzando desde ladependencia total del adulto hacia una progresiva autonomía, en la medida en que cadaindividuo va aprendiendo a integrar y a utilizar los recursos y estrategias que le facilitanun desenvolvimiento ajustado y adaptado.Las competencias específicas del área identifican las actuaciones que se espera quelos niños y niñas sean capaces de desplegar en relación con su propio desarrollopersonal y social a lo largo de la etapa, como consecuencia de la intervención educativa.Las tres primeras competencias específicas desarrollan aspectos relacionados con supropio desarrollo personal: el progresivo control de sí mismos que van adquiriendo amedida que construyen su propia identidad, comienzan a establecer relaciones afectivascon los demás y van utilizando los recursos personales para desenvolverse en el mediode una forma cada vez más ajustada e independiente, valorando y confiando en susposibilidades y cualidades, y respetando las de los demás. La última competenciaespecífica atiende a la necesaria correlación entre la construcción de la propia identidady las interacciones en el entorno sociocultural en el que aquella se produce, resaltandola importancia de propiciar y favorecer interacciones sanas, sostenibles, eficaces,igualitarias y respetuosas.4

Los saberes básicos del área se presentan en dos grandes bloques: uno centrado en eldesarrollo de la propia identidad y otro que atiende a la interacción con el medio cívicoy social.En las primeras etapas, el propio cuerpo es fuente de experimentación, de aprendizajes,de relación y de expresión y base de la actividad autónoma. El entorno escolar debeproporcionar el contexto adecuado y el acompañamiento necesario, bajo una miradaatenta, paciente y respetuosa, para que los bebés puedan descubrir el placer que lesproporciona la actividad por iniciativa propia, que es su principal necesidad en relacióncon su entorno, en un ambiente estimulante de seguridad, calma y tranquilidad. De esemodo, irán reconociendo su cuerpo global y parcialmente, sus posibilidades perceptivasy de acción, expresión y movimiento, así como sus limitaciones, siendo capaces deidentificar las sensaciones que experimenta, disfrutar con ellas y servirse de lasposibilidades expresivas del cuerpo para manifestarlas.A lo largo de la etapa, se irá evolucionando desde una actividad refleja e involuntaria,hacia una actividad motora cada vez más intencional, que se va desarrollando enparalelo al control progresivo de su cuerpo. La adquisición de destrezas cada vez máscomplejas será el resultado de responder a la necesidad de utilizar instrumentos yherramientas en las actividades cotidianas y en los juegos motores, sensoriales,simbólicos y de reglas.Para el logro de una autoimagen ajustada y positiva, es importante reconocerse comopersona diferenciada de las demás. En esta etapa se inicia la construcción sexual y degénero, sin distinción entre ambas. La intervención educativa debe favorecer eldescubrimiento personal de la sexualidad y la construcción de género a través devalores de igualdad y modelos no estereotipados. El modelo relacional entre el niño oniña y el personal educador orienta y modela en gran medida el suyo propio, ya quetiende a imitar y reproducir las estrategias relacionales de las personas adultas que lesrodean; por ello es imprescindible identificar y erradicar, en su caso, los posiblesmecanismos de discriminación oculta que puedan persistir en el entorno escolar.El desarrollo de la afectividad es especialmente relevante en esta etapa, ya que es labase de los aprendizajes y conforma la personalidad infantil. Por ello, debe trabajarsedesde el primer momento con el reconocimiento, la expresión y el control progresivo deemociones y sentimientos. La expresión instintiva de las primeras emociones, asociadasobre todo a la satisfacción de las necesidades básicas, irá evolucionando hacia formasprogresivamente complejas y sofisticadas, conscientes de las normas y valoressociales. La interacción con el entorno proporciona una información de uno mismo quecontribuye, en gran medida, a la construcción de la propia imagen, ligada a su vez aldesarrollo de sentimientos de seguridad, autoconfianza y autoestima. Por eso esimprescindible que la persona adulta establezca con el niño o niña una relación auténticay respetuosa, producto de la comprensión integral de sus necesidades.Los cuidados deben responder a estándares de calidad y contribuir a la toma deconciencia de sí mismo y de sus posibilidades. Las necesidades deben atenderse en unclima acogedor y tranquilo, que proporcione los tiempos necesarios para que cadamomento se viva como algo placentero. Solo a partir de esa sensación de bienestar, elresto de principios alcanza un valor significativo y global. En este marco, la vida escolarse organiza en torno a rutinas estables, planificadas a partir de los ritmos biológicos yvinculadas a la adquisición progresiva de hábitos saludables de alimentación, higiene ydescanso. De forma paulatina, se incrementará su iniciativa para incorporar en susprácticas cotidianas los hábitos que contribuyen al cuidado del propio cuerpo y de losespacios en los que transcurre su vida cotidiana, en paralelo al desarrollo de la5

autonomía personal y el despertar de la conciencia de la relación de interdependenciay ecodependencia entre las personas y el entorno. Así, se producirá el progreso desdela dependencia completa hacia una cierta autonomía en la satisfacción de susnecesidades y en la adquisición de hábitos sostenibles y ecosocialmente responsables.El establecimiento de vínculos afectivos de calidad con las personas significativas quele rodean potenciará la interacción y la curiosidad infantil por conocer y comprendercómo funciona la realidad. Con la incorporación al entorno escolar, irán descubriendosu pertenencia al medio social: se amplían de manera significativa las relacionesinterpersonales, se generan nuevos vínculos y se desarrollan actitudes como laconfianza, la empatía y el apego, que constituyen la sólida base para su socialización.El aula se convierte en una pequeña comunidad de convivencia en la que se desarrollanlas habilidades sociales y cada persona puede expresar sus necesidades respetandolas de los demás, entendiendo que las pautas elementales de convivencia se derivandel respeto mutuo, y aprendiendo a gestionar y resolver los conflictos de maneradialogada y evitando cualquier tipo de violencia y discriminación.La diversidad étnico-cultural posibilita el acceso de niños y niñas a los diversos usos ycostumbres sociales desde una perspectiva abierta e integradora que les permitaconocer las diversas manifestaciones culturales presentes en la sociedad y generar asíactitudes de aceptación, respeto y aprecio.Competencias Específicas1. Progresar en el control de su cuerpo y en la adquisición de distintasestrategias, adecuando sus acciones a la realidad del entorno de una manerasegura, para construir una autoimagen ajustada y positiva.El conocimiento, valoración y control que las niñas y niños van adquiriendo de símismos y del uso de los recursos de su propio cuerpo, junto a la utilización de lossentidos para desenvolverse en el medio de forma cada vez más ajustada eindependiente, son aspectos fundamentales que van conformando su autonomía ysu autodeterminación. Reconocerse como persona diferenciada de las demás,elaborar la noción del “yo” y formarse una autoimagen positiva son procesosrelevantes que requieren la toma de conciencia sobre las posibilidades de unomismo, a partir de la identificación de las cualidades personales y de las diferenciascon respecto a las otras personas, desde la aceptación y el respeto. Dichosprocesos se producen a partir de las interacciones espontáneas con el medio, delas sensaciones que experimentan y de la exploración de sí mismo, de los objetosy del entorno.A través del juego viven experiencias que contribuyen a su desarrollo armónico eintegral, demostrando creciente control y autonomía de su cuerpo y también mayorindependencia con respecto a las personas adultas. Experimentar las posibilidadesmotrices y sensitivas del propio cuerpo servirá para avanzar en el control dinámicoen desplazamientos y movimientos, superar retos y elaborar un esquema corporalcada vez más ajustado. También servirá para desarrollar destrezas necesarias enla exploración, manipulación y uso de utensilios comunes.2. Reconocer, manifestar y regular progresivamente sus emociones expresandonecesidades y sentimientos para lograr bienestar emocional y seguridadafectiva.Conocer e iniciarse en el manejo de sus emociones es una herramientafundamental para poder hacer frente, gradualmente, con seguridad y autonomía, a6

situaciones cambiantes e inciertas presentes en su vida cotidiana. En la satisfacciónde sus propias necesidades y en las situaciones de juego es donde las emocionesestán más vinculadas al desarrollo del yo y al conocimiento de las normas y valoressociales, ya que, a través de las interacciones con las otras personas, se avanzaen la identificación, comprensión y regulación de las emociones propias y en laapropiación de información muy valiosa sobre uno mismo. Todo ello irácontribuyendo de manera decisiva a la interiorización de sentimientos de seguridady de confianza personal, dos aspectos fundamentales para la construcción de laautoestima y la formación de una autoimagen positiva y ajustada, alejada de losestereotipos sexistas. También se desarrolla la confianza en los demás, lo queincide en la mejora de las relaciones sociales, de la automotivación con respecto alas actividades y juegos, y de la comprensión y expresión de lo que siente, piensa,prefiere y le interesa.Establecer relaciones armoniosas y de calidad supone potenciar que cada niño ycada niña pueda identificar y superar sus límites, reforzar sus fortalezas, regular susnecesidades personales, valorar el trabajo bien hecho, aprender de los errores deforma constructiva aceptando positivamente las correcciones, tomar iniciativaspropias sobre su persona y sobre el entorno, y establecer metas realistas yambiciosas con creatividad y responsabilidad, sintiéndose reconocida dentro delgrupo.3. Adoptar de modo consciente y reflexivo modelos, normas y hábitos,desarrollando la confianza en sus posibilidades y sentimientos de logro, parapromover un estilo de vida sostenible y ecosocialmente responsable.La adquisición de hábitos saludables y sostenibles y su progresiva integración en lavida cotidiana contribuye al cuidado del propio cuerpo, así como al logro de unacreciente autonomía. En este proceso resulta imprescindible que conozcan yreflexionen sobre las normas que contribuyen a crear tendencias de actuaciónrespetuosas con ellos mismos, con los demás y con el medio, desde una perspectivainterdependiente y ecorresponsable. Se espera también que se produzca un inicioen la reflexión sobre el consumo responsable de bienes y recursos.Todo ello se transfiere al aula a través de la realización de rutinas entendidas comoprácticas secuenciadas que se repiten de manera estable e intencional parafavorecer la regulación de los ritmos biológicos y el ajuste a los tiempos personales.Por ello, es preciso encontrar momentos de atención personal, a través de un tratoindividualizado a cada niño o niña, especialmente en lo referido a la satisfacción desus necesidades, a partir de su ritmo biológico y procurando su bienestar yconfortabilidad. Todo ello contribuye al desarrollo de una percepción más ajustadade sí mismo y al sentimiento de logro derivado de la percepción de la progresivacompetencia adquirida en las actividades relacionadas con la alimentación, lahigiene, el vestido o el descanso.Por último, se deben estimular iniciativas relativas a la importancia de prevenir losriesgos y evitar los accidentes.4. Establecer interacciones sociales en condiciones de igualdad, valorando laimportancia de la amistad, el respeto y la empatía, para construir su propiaidentidad basada en valores democráticos y de respeto a los derechoshumanos.La construcción de la identidad es una de las resultantes del conjunto deinteracciones con el entorno social próximo. En este proceso de reformulación de7

sus recursos cognitivos y afectivos necesario para establecer nuevas relaciones conlos demás y con el mundo, es preciso proporcionarles sentimientos de seguridad yconfianza mediante la creación de vínculos de apego sanos y estables que haganque se sientan respetados, queridos y valorados, y adopten de manera natural losmodelos sociales adecuados en un entorno de cooperación, respeto y de empatía.En las primeras etapas, el niño o niña comienza a percibirse como diferente a losdemás; es capaz de percibir las expresiones emocionales de las otras personas,pero aún no puede adoptar su punto de vista. Mediante las distintas interacciones yla mediación de las personas adultas, irá asimilando de manera natural y progresivamodelos adecuados de relación social, basados en el respeto, la empatía, lapromoción de la igualdad de género y el respeto a los derechos humanos.El reconocimiento y aprecio hacia la pluralidad sociocultural del aula se debefomentar mediante actividades y juegos que pongan en valor las distintascostumbres y tradiciones y favorezcan la comunicación asertiva de las necesidadespropias y la escucha activa de las de los otros en procesos coeducativos ycooperativos. De esta manera, el alumnado va integrando herramientas para ofrecery pedir ayuda y resolver conflictos de manera dialogada, con el fin de alcanzar unameta común. Todo ello refuerza el sentido de pertenencia a un grupo social,contribuye a aprender a vivir en armonía con las otras personas y favorece el trabajoen equipo.PRIMER CICLOCriterios de evaluaciónCompetencia específica 11.1. Adecuar sus acciones y reacciones a cada situación, en una interacción lúdica yespontánea con el entorno, explorando sus posibilidades motoras y perceptivas yprogresando en precisión, seguridad, coordinación e intencionalidad.1.2. Mostar aceptación y respeto por el propio cuerpo y el de los demás, mejorandoprogresivamente en su conocimiento.1.3. Manifestar sentimientos de seguridad, afecto y competencia en la realización decada acción.Competencia específica 22.1. Expresar sus emociones y sentimientos, avanzando de manera progresiva hacia sucorrecta canalización.2.2. Relacionarse con las otras personas aceptando y mostrando afecto de manera libre,segura, respetuosa y alejada de estereotipos sexistas.2.3. Afrontar pequeñas adversidades, manifestando actitudes de superación, ysolicitando y prestando ayuda.Competencia específica 33.1. Incorporar estrategias y hábitos relacionados con el autocuidado y el cuidado delentorno.3.2. Reconocer y anticipar la sucesión temporal de actividades, ritmos biológicos ypautas socioculturales que estructuran la dinámica cotidiana, asociándola aelementos, procedimientos y actitudes concretas.8

Competencia específica 44.1. Establecer vínculos y relaciones de apego saludables, demostrando actitudes deafecto y empatía hacia las demás personas.4.2. Reproducir conductas y situaciones previamente observadas en su entornopróximo, basadas en el respeto, la empatía, la igualdad de género y el respeto a losderechos humanos, a través del juego de imitación.4.3. Iniciarse en la resolución de conflictos con sus iguales con la mediación de lapersona adulta, experimentando los beneficios de llegar a acuerdos.Saberes básicosA. El cuerpo y el control progresivo del mismo. Descubrimiento y reconocimiento de la propia imagen y la de las personas de suentorno. Identificación y respeto de las diferencias. Curiosidad e interés por la exploración sensomotriz. Integración sensorial delmundo a través de las posibilidades perceptivas. Exploración y experiencias activas. El movimiento libre como fuente deaprendizaje y desarrollo. El contacto con las otras personas y con los objetos. Iniciativa y curiosidad poraprender nuevas habilidades. Experimentación manipulativa y dominio progresivo de coordinación visomotrizen el contacto con objetos y materiales. Adaptación y progresivo control del movimiento y de la postura a las diferentessituaciones de la vida cotidiana. Estrategias para identificar y evitar situaciones de riesgo o peligro. El juego como actividad propia para el bienestar y disfrute. Juego exploratorio,sensorial y motor.B. Equilibrio y desarrollo de la afectividad. Identificación y adecuación de estados emocionales a las diferente

de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas —cuya meta 4.2 establece que, de aquí a 2030, todas las personas deberían tener acceso a unos cuidados y una enseñanza de calidad desde su nacimiento hasta la edad de escolarización obligatoria— . desarrollo infantil: Crecer en armonía; Descubrir, disfrutar y explorar el entorno y