PALEOGENÓMICA - Revistadigital Oves.unam.mx

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Año 24 Núm. 286ISSN 1870-3186Divulgación de la Ciencia UNAMPALEOGENÓMICAGenes antiguos, problemas modernosVida y muerteen Sian Ka’anCiclos extremosen los humedalesObesidad.¿Solo es cuestiónde calorías?

# estaspáginasDe entrada¿Será?Sergio de RégulesRáfagasNoticias de cienciay tecnologíaMartha DuhneAl granoManglaresMónica GenisOjo de moscaPaleogenómica: ¿volveránlos dinosaurios?FotoBjoern Wylezich/ShutterstockDiseñoGeorgina Reyes CoriaAño 24 Núm. 286Una joven disciplina que nos abreuna ventana al pasado para entendermejor nuestro presente.Gerardo Martínez Avilés yFederico Sánchez QuintoSeptiembre 2022La virueladel monoMartín BonfilPetenespara sobreviviral apocalipsisCuando la sequía llega a SianKa'an, árboles y cenotes sonla salvación.Víctor Rogelio Hernández MarroquínAquí estamosA todo pulmónMiguel Gómez Bravo¿Quién es?Ana Elena EscalanteHernándezAnayansin Inzunzadigital 2Descarga la guía del maestro www.comoves.unam.mxTexturas en el espacio¿Se puede revertirla pandemiade obesidad?La estrategia contra estepadecimiento ha dado pocosresultados. Pero existeuna alternativa.Iván de Jesús Arellano unam.mx/Parejas sin hijos,¿pesar o regocijo?Luis Javier PlataEn velaEspectáculo deplanetas exterioresSergio de Régules¿Qué hacer?Ciencia para leer,escuchar, very visitarFalaciasNunca fue, ni será,una simple gripaCarol PerelmanRetosMezcalerosen peligrode extinciónAntonio Ortiz

deentrada#digital 3En el libro y las películas de Parque Jurásico los científicos extraen ADN dedinosaurio de la sangre contenida en el abdomen de mosquitos prehistóricosconservados en ámbar, y a partir de ese material genético se las arreglanpara insuflar vida nuevamente a algunas especies extintas. La idea originalno es de Michael Crichton, autor de los libros, sino de otro escritor, comonos cuentan Gerardo Martínez Avilés y Federico Sánchez Quinto en elartículo de portada. Pero, más allá de corregir esta confusión, los autoresexplican para qué sirve estudiar el material genético de especies delpasado, disciplina que se conoce como paleogenómica. Spoiler: no sirvepara resucitar dinosaurios (¡y menos mal!), pero sí para resolver enigmascomo, por ejemplo, exactamente qué relación hubo entre los neandertalesy nuestros antepasados Homo sapiens, o deducir la estructura social decomunidades prehistóricas a partir del ADN de restos enterrados.En la temporada de lluvias, los humedales de Sian Ka’an, en Yucatán, seinundan y rebosan de peces de agua dulce. Pasadas las lluvias, el agua seretira y deja sin hogar a estos peces, que mueren en grandes cantidades. Alaño siguiente, empero, el humedal vuelve a poblarse. ¿Cómo sobreviven esasespecies? El secreto son los petenes, parcelas de selva que crecen alrededorde los cenotes. Víctor Rogelio Hernández Marroquín nos cuenta de lasinvestigaciones en los petenes de Yucatán de Fernando Córdova Tapias,autor de las fotografías del artículo. Sus andanzas juntos por esas tierraslos llevaron a interesantes conclusiones sobre la ecología de los petenes.Para cerrar esta edición, Iván Arellano Palma sugiere que el fracaso delcombate a la obesidad podría deberse a que hasta hace poco se hanentendido mal las causas de este trastorno: no se debe solo a que ingerimosmás calorías de las que gastamos; también importa de dónde provienen esascalorías. Un cambio de paradigma podría por fin dar resultados tangibles.

##RectorEnrique Graue WiechersSecretario GeneralLeonardo Lomelí VanegasCoordinador de la Investigación CientíficaWilliam Lee AlardínDirector General DGDCCésar A. Domínguez Pérez TejadaDirector de MediosAlfonso Andrés Fernández MedinaSubdirectora de Medios EscritosRosanela Álvarez RuizEditora Estrella BurgosAsistente editorial Maia F. MiretJefa de redacción Gloria ValekCoordinador científico Sergio de RégulesDiseño Georgina ReyesAsesoría Martín Bonfil, Mónica GenisComercialización Gabriela García C.Suscripciones Guadalupe FragosoPágina web Roberto Ramírez G., José SegoviaEdición digital Atenayhs Castro, Ana LaraComité editorialIván Carrillo, Rosa María Catalá,Agustín López Munguía, Alejandro Magallanes,Javier Martínez Staines, Plinio Sosadigital 4digital 4Los artículos firmados son responsabilidaddel autor por lo que el contenido de losmismos no refleja necesariamente elpunto de vista de la UNAM. Prohibida lareproducción parcial o total del contenido,por cualquier medio, sin la autorizaciónexpresa de los editores.¿Cómo ves?, Publicaciones UNAM, es unapublicación mensual numerada de laDirección General de Divulgación de laCiencia de la UNAM. Editora responsable: Estrella Burgos Ruiz. Reserva de derechosal uso exclusivo del título ante el InstitutoNacional del Derecho de Autor de laSecretaría de Educación Pública 04-2002073119042700-102. Certificado de licitudde título 10596, Certificado de licitud decontenido 8048, expedidos por la ComisiónCalificadora de Publicaciones y RevistasIlustradas de la Secretaría de Gobernación.ISSN 1870-3186.Toda correspondencia debe dirigirse a:Dirección General de Divulgación de laCiencia, Subdirección de Medios Escritos,Circuito Mario de la Cueva s/n, CiudadUniversitaria, Del. Coyoacán, Cd. de México,C.P. 04510.Tel.: (52) 55 56 22 72 97revistadigital@dgdc.unam.mxAño 24, número 286, septiembre 2022

#La Universidad Nacional Autónoma de México, a través del Institutode Investigaciones Jurídicas, es responsable de recabar sus datospersonales, del tratamiento de los mismos y de su protección yresguardo.Las finalidades para las que será tratada su información personalson las siguientes: a) La navegación óptima en el sitio; b) El registroa la suscripción de actividades académicas; c) El registro a eventosacadémicos, d) La generación de información estadística en lanavegación del sitio y e) La a difusión del vídeo (voz e imagen) denuestros eventos. Se le comunica que no se efectuarán tratamientosadicionales.Le informamos que no se realizarán transferencias de sus datospersonales a terceros.Usted podrá consultar el aviso de privacidad integral en el portalweb de este Instituto: ad.digital 5

ráfagas#digital 6Por Martha Duhne BackhaussGrandes carnívoros en peligroUn estudio realizado por científicos de la Universidad de Californiaidentificó las amenazas más graves y las acciones de conservaciónmás eficaces en 362 casos de especies de grandes carnívoros en peligro de extinción.Los grandes carnívoros, como lobos, tiburones, jaguares y águilas,son depredadores que están en la cima de las cadenas tróficas de losecosistemas a los que pertenecen, por lo que su presencia es importante para regularlos. Enfocar acciones de conservaciónen ellos asegura a su vez la conservación de muchas otrasespecies, además de que estos animales con frecuenciason especies carismáticas, e incluso símbolos nacionales.Los investigadores consultaron las bases de datos de laLista Roja de la Unión Internacional para la Conservaciónde la Naturaleza, que consigna el riesgo de extinción de cada especie, la tendencia (creciente, decreciente o estable) de la poblaciónreportada, el tipo de ecosistema donde habita, su área de distribución geográfica y acciones de conservación que tuvieron resultadospositivos.Cerca de la mitad deLos grandes carnívoros pertenecen a distintas familiaslos grandes mamíferosbiológicas: mamíferos terrestres; peces óseos de aguadulce y salada; tiburones y rayas; aves; reptiles y anfibios,carnívoros terrestres sey mamíferos marinos. Todos desempeñan papeles simiencuentra en riesgo.lares en los ecosistemas que habitan y sus necesidades ydificultades son parecidas: los grandes carnívoros en peligro de extinción necesitan enormes extensiones para desplazarse, son especies de pocas crías y son un foco de conflicto con los seres humanos,por lo que resultan muy vulnerables a las acciones humanas.En promedio 38 % de las especies de carnívoros grandesse encuentran en algún grado de riesgo: vulnerable, en peligro o críticamente en peligro. En comparación, lo están18 % de los vertebrados. Este riesgo es diferente en distintas zonas geográficas: en las regiones del Neártico, Australia y Asia solo 12 % se encuentra en riesgo, mientrasque en el trópico de África la cifra es de 39 por ciento.La mayor causa de la reducción de las poblaciones de grandes carnívoros es la transformación generalizada de sus hábitats. La explotación para consumo humano como alimento y fuente de ingresos esotra de sus principales amenazas, en especial para los peces de aguadulce: el 94 % de las poblaciones de este tipo de peces están siendosobreexplotadas. Las poblaciones de tiburones han disminuido enmás de 70 % desde 1970 debido a la sobrepesca.Los grandes carnívoros están en riesgo. Aún podemos salvarlos, peronecesitamos acciones concretas para lograrlo.Efectos de la siembra de palma de aceiteen MéxicoMiles de hectáreas se dedican a sembrar palma aceitera y la superficie consagrada a este cultivo aumenta cada año. Las plantacionesgeneran beneficios y son fuente de trabajo y de ingresos, pero susiembra también presenta enormes problemas ambientales y sociales.La palma aceitera es una especie nativa del centro y el oeste de Áfricaque tarda cuatro años en dar frutos, de los que se obtiene un aceiteque se usa para producir jabones, maquillajes, margarina, dulces, alimentos congelados y biodiésel, productos de enorme demanda enel mercado nacional e internacional.Investigadores del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) estudiaron el impacto de la siembra de esta palma en los terrenos cercanos a cuerposde agua en la región del Usumacinta, que al igual que otras de sutipo posee una alta diversidad biológica, con una enorme cantidadde lagos, lagunas, pantanos y ríos. Por medio de imágenes satelitalestomadas en el periodo de 2001 a 2017 encontraron que lasuperficie destinada al cultivo de la palma aceitera en estaregión aumentó de 2 987 a 134 197 hectáreas.El estudio demostró que los principales impactos al ambiente provienen de la deforestación y la fragmentación,que provocan una pérdida de biodiversidad, erosión y lacontaminación de cuerpos de agua por el uso de agroquímicos como fertilizantes y pesticidas. Se afectan también los servicios ambientales que los ecosistemas daban a los habitantes dela región, entre otros el acceso a agua limpia. Estos daños incidenademás en la seguridad alimentaria, ya que superficies dedicadasa la siembra de la milpa o a otros productos agrícolas ahora se dedican a producir aceite. Y los principales beneficiados son empresasprivadas que pagan sueldos bajos y no dan derechos laborales.El estudio se publicó en la revista PLoS One y es un recordatorio deque las ganancias económicas deben ser uno de los factores al evaluar un proyecto nuevo, pero no el único.Dinosaurios de climas fríosInvestigadores de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos,estudiaron huellas de dinosaurios y depósitos de roca del noroestede China y concluyeron que algunas especies de dinosaurios vivieronen regiones heladas antes de que una gran extinción les permitieraextenderse a otras regiones de la Tierra.Hasta ahora se pensaba que los dinosaurios vivían en zonas cálidasdesde hace 230 millones de años. Pero unos 200 millones de años atrásocurrió una extinción masiva ligada a erupciones volcánicas que sumieron gran parte del planeta en un ambiente frío y oscuro. Solo sobrevivieron las especies que se adaptaron a estas nuevas condicionesambientales.En los sedimentos de partículas muy finas que rodean las huellas dedinosaurio los investigadores encontraron pequeñas piedras, queidentificaron como aglomeraciones de lodo formadas en capas dehielo y nieve y depositadas en el fondo de lagos congelados. ¿Cómosobrevivieron los dinosaurios en un clima tan frío? Los investigadores sugieren que los dinosaurios primitivos debieronestar cubiertos de plumas que protegían sus cuerpos,aislándolos del frío. Con el tiempo, los dinosauriosde estas regiones árticas se convirtieron en lasespecies dominantes.Los resultados de esta investigación, publicada en la revistaScience Advances, sugieren que si bien las plumas de los dinosaurios fueron un factor que les permitió sobrevivir a condicionesadversas de clima, al principio no estaban relacionadas con el vuelo.Hallazgo de una cripta en las ruinas de TonináUn grupo de arqueólogos dirigido por Juan Yadeun Angulo, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y director de la ZonaArqueológica de Toniná, dio a conocer el hallazgo de una cripta enel interior del Templo del Sol, donde se encontraron más de 400 vasijas con cenizas humanas y restos de carbón, raíces y goma.Toniná se encuentra en la región montañosa del norte del estadode Chiapas, a 10 kilómetros de Ocosingo. Se construyó en la laderade un montículo, en la que se edificaron siete plataformas que alcanzan desde su base una altura de 75 metros. En la gran plaza seencuentra un juego de pelota, uno de los más grandes de su tiempo,donde también se yergue el altar de los sacrificios. Elapogeo de Toniná ocurrió durante el periodo Clásico,del 600 al 900 de nuestra era.En excavaciones recientes los arqueólogos encontraronuna piedra de 90 por 60 centímetros con la representación de un cautivo atado. Al quitarla descubrieron unaescalinata que daba a una serie de pequeñas bóvedas ycuartos que conducen a la cripta, a ocho metros de profundidad. Yadeun Angulo propone que los restos encontrados en esta cripta pertenecieron a gobernantes de Toniná y que algunos de los cadáveresfueron incinerados y sus cenizas se usaron en la elaboración de bolasde hule para el ritual del juego de pelota.Este hallazgo nos da una idea de lo compleja que fue la cosmovisiónmaya y de los secretos que aún guarda Toniná, un sitio arqueológico estudiado desde hace décadas.Estudios confirman el origen de la pandemiade COVID-19Dos investigaciones publicadas en la revista Science en julio pasadoconfirman que el origen más probable de la pandemia de COVID-19fue el Mercado Mayorista de Mariscos de Wuhan.El 31 de diciembre de 2019 el gobierno de China avisó ala Organización Mundial de la Salud que había detectadoun brote de neumonía grave de origen desconocido enla ciudad de Wuhan. Se tomaron muestras biológicas delos puestos de los vendedores y el 1 de enero de 2020 elmercado se desinfectó y fue clausurado.El equipo de científicos estudió los patrones geográficos de losprimeros casos reportados de COVID-19 y pudo determinar que,de las 174 personas hospitalizadas hasta el 2 de enero, 155 vivíanen Wuhan. Y aunque no todas trabajaban en el mercado ni lo habían visitado, sí vivían en los alrededores. En una ciudad de cercade 8 000 kilómetros cuadrados y 11 millones de habitantes, el áreacon mayor probabilidad de contagio en los inicios de la pandemiase concentró en unas cuantas cuadras cercanas al mercado.Los investigadores estudiaron los contagios reportados poco después, en los meses de enero y febrero de 2020, y encontraron quela mayoría de los casos sucedieron en las zonas más densamentepobladas de Wuhan, lo que es congruente con la forma de contagiode la enfermedad que ahora conocemos. Después analizaron lasmuestras biológicas tomadas en el mercado antes de que cerrara.Las que contenían el virus provenían de los lugares donde se vendían animales vivos.En el segundo estudio, los investigadores analizaron la evolucióngenética del virus y determinaron que, al principio de la pandemia,había dos linajes de SARS-CoV-2, que probablemente surgieronde al menos dos transmisiones del virus de animales a humanos,ambas rastreables al mercado de Wuhan.Estos estudios son importantes para entender el origen y evoluciónde las epidemias y el peligro de utilizar especies silvestres comomercancía.Fotos: ShutterstockLas acciones de recuperación más importantes fueron producto delegislaciones adecuadas, tanto nacionales como internacionales. Uncaso de éxito para las aves resultó de prohibir el uso de insecticidascomo el DDT. También fueron importantes las prohibiciones específicas que sí se cumplieron (y no quedaron solo en papel), las cualesestuvieron asociadas con acciones de recuperación de una especie ycon la conservación de su hábitat.

En 1977 el paleontólogo estadounidense Gerard Case invitó a su amigoCharles Pellegrino a ver unos insólitos fósiles que había encontrado enNueva Jersey. Eran unos trozos de ámbar que habían estado enterradoscerca de 95 millones de años y que contenían cuerpos de mosquitos enperfecto estado de conservación. Charles Pellegrino era un escritor de imaginación desbordada, y el descubrimiento de su amigo lo puso a pensar.Pellegrino escribió que si las células de los mosquitos habían soportado elpaso del tiempo dentro del ámbar, quizá lo mismo podría haber ocurridocon su ADN. Más aún, tal vez del vientre de los insectos podría extraersematerial genético de su última cena. Y considerando los organismos deaquella época, ese ADN podía ser de dinosaurio. Dando aún más vuelo asu imaginación, Pellegrino conjeturó que, con tecnología adecuada, esematerial genético podría usarse para revivir dinosaurios y otras especiesextintas.Foto: Cortesía de Dale GreenwaltLas ideas de Pellegrinoinspiraron al novelistaMichael Crichton, autorde Parque Jurásico, perotambién generaron controversia en la comunidadcientífica de principios delos años 80. En aquel entonces se pensaba que lamolécula de ADN de unfósil se degradaba conel tiempo. Pero incluso siMosquito fosilizado tras un banquete de sangre. Departamento dePaleobiología, Museo Nacional de Historia Natural, Instituto Smithsoniano.el ADN pudiera preservarse, las técnicas disponibles en esaépoca no permitían extraerlo ni descifrarlo. Pellegrino especuló que en menos de 30 años se contaría con la tecnología adecuadapara manipular e investigar material genético antiguo. Tuvo razón: hoyen día hay un campo de la ciencia que se dedica a reconstruir y analizarinformación genómica de especies antiguas, y si bien no ha logrado revivir un dinosaurio (y quizá nunca lo haga), ha permitido obtener muchainformación sobre la vida pasada y presente conservada en una cápsulade tiempo natural. El campo que estudia el ADN de organismos antiguosse conoce como paleogenómica.La molécula de la informaciónLos seres vivos somos sistemas de enorme complejidad en los que unagran cantidad de funciones y procesos se llevan a cabo de manera coordinada. Gran parte de la información necesaria para la operación detales procesos se encuentra codificada en el ADN. El ADN está hecho decuatro componentes básicos, llamados nucleótidos, que contienen distintas bases nitrogenadas: adenina (A), timina (T), citocina (C) y guanina(G). Estos nucleótidos se encuentran repartidos en secuencia a lo largode toda la estructura de doble hélice del ADN. Con las cuatro bases nitrogenadas pueden escribirse las instrucciones para realizar las funcionesdel organismo.Considerar el ADN una molécula portadora de información tiene sus ventajas. Una de ellas es que podemos identificar los mensajes codificadosen el ADN como genes. Un gen puede tener desde cientos hasta miles depares de nucleótidos y su función principal es codificar información parafabricar proteínas. Leer el código genético no es fácil. Entre otras cosas,exige poder descifrar la función de cada gen. Solo el 25 % del ADN contiene información codificada en genes. El resto tiene funciones estructurales, de regulación y hasta funciones desconocidas. La informacióngenética de todos los seres vivos del planeta está codificada en el mismoalfabeto de cuatro letras.En la Tierra todos somos parientes en cierto grado. Los seres humanos, porejemplo, compartimos el 60 % de nuestros genes con la mosca de la fruta.El porcentaje aumenta conforme consideramos especies evolutivamentemás cercanas entre sí. Los científicos pueden comparar las secuencias genómicas de diferentes organismos (lo que se conoce como genómica comparativa). Conociendo las similitudes y las diferencias en los genomas dedistintos organismos se puede inferir qué mecanismos evolutivos han actuado tanto en la conservación de características comunes, como en lasdivergencias genéticas entre los seres vivos. Los estudios de genética comparativa no están restringidos a organismos vivientes: las mismas técnicaspueden usarse para estudiar el material genético de organismos que vivieron en el pasado de la Tierra.Cápsulas de tiempoEn 1984 Russell Higuchi y Allan C. Wilson, de la Universidad de Berkeley,California, sabían de la existencia de una especie equina extinta conocida como quagga. Las quaggas se extinguieron hace poco más de 100años por influencia humana. Algunos museos y zoológicos contaban conespecímenes disecados muy bien conservados, de los que tal vez era posible extraer material genético. Sus colegas del Museo deHistoria Natural de Maguncia, Alemania, les hicieron llegarmuestras de tejido suave de una quagga disecada que habíamuerto en un zoológicohacía 140 años. A partirde la muestra fue posiblepor primera vez en la historia obtener ADN de unaespecie extinta. El análisisdel material genético dela quagga sugirió una respuesta a un problema quehabía dividido a la comunidad científica: saber siQuagga. Samuel Daniels, African Scenery and Animals, Londres.las extintas quaggas eranevolutivamente más cercanas a la cebras o a los caballos. En un estudiopublicado en 2005 en la revista Biology Letters, el equipo de Jennifer Leonard, Nadin Rohland y sus colaboradores, del Instituto Smithsoniano enWashington, determinó que las quaggas son más bien parientes de lascebras. Todo indica que la línea evolutiva de las quaggas se separó de la delas cebras hace entre 120 000 y 290 000 años, en el Pleistoceno. Despuésde la separación, las quaggas fueron perdiendo las rayas y comenzarona parecerse (superficialmente) más a los caballos, lo que confundió amedio mundo.Desde la obtención y secuenciación del ADN de las quaggas, hace pocomás de 30 años, se ha avanzado mucho en la investigación paleogenómica. Sin embargo, las cosas no son tan sencillas como simplemente ira los museos y tomar muestras de especies extintas. ¿Dónde podemosencontrar ADN antiguo? Casi cualquier lugar en donde se puedan encontrar restos de células es buen candidato para extraer material genéticoantiguo. Pero a diferencia de lo que ocurre con una quagga disecada, eltejido blando de un organismo tiende a descomponerse en condicionesnaturales. Por eso los mejores lugares para encontrar ADN antiguo bienconservado son los tejidos o estructuras orgánicas que resisten el pasodel tiempo. Hasta la fecha ha sido posible recuperar ADN antiguo a partirde huesos, dientes, pelo, tejido momificado, semillas, sedimentos y coprolitos (literalmente, popó petrificada). Si los restos son muy antiguos,el estudio es un poco más complicado.ADN antiguoLos científicos que al principio se opusieron a las ideas de Charles Pellegrino tenían un poco de razón: la molécula de ADN se degrada con eltiempo. El material genético de los organismos vivos se encuentra enconstante mantenimiento y reparación dentro de las células con la ayudade mecanismos regulados por enzimas. Una vez que el organismo muere,dichos mecanismos dejan de funcionar y el ADN empieza a degradarse.El proceso depende de muchos factores, tales como la temperatura, elpH y el grado de exposición al ambiente. Por eso no hay un cálculo estandarizado y general que relacione la tasa de degradación con el tiempotranscurrido desde la muerte del organismo.En un estudio publicado en la revista Nature en 2001 por el equipo deMichael Hofreiter, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, seestima que, en condiciones de salinidad fisiológica, pH neutro y una temperatura de 15 º C, el ADN de un organismo tardaría solo unos 100 000años en deteriorarse hasta el grado de no poder estudiarse con las técnicas actuales. Pero dicha cifra puede variar si las condiciones de conservación son más o menos perjudiciales. Por ejemplo, en condiciones defrío extremo el ADN dura más.El ADN más antiguo que se ha recuperado hasta el momento se extrajo de granos de polen encontrados en hielo del polo Norte que tieneuna antigüedad de entre 800 000 y un millón de años. En lo tocantea mamíferos, se ha recuperado el genoma completo de los restos deun caballo del Pleistoceno atrapado en permafrost hace unos 700 000años. En 2016 el grupo de Matthias Mayer, del Instituto Max Planckde Antropología Evolutiva, descifró una pequeña parte del genomade un homínido de 430 000 años de antigüedad cuyos restos fueronencontrados en la Sima de los Huesos, España. Si bien el equipo solopudo recuperar el 0.1 % del genoma, se trata de los restos de homíninos(parientes evolutivos de humanos y chimpancés) más antiguos que hanpodido ser estudiados con las técnicas de la paleogenómica. Es buenmomento para reconsiderar las ideas de Pellegrino y de Parque Jurásico.Los dinosaurios se extinguieron hace 65 millones de años. Ahora bien,los procesos de degradación hacen extremadamente difícil recuperarADN de mucho más de un millón de años: simplemente se degradatodo. Podemos decir que revivir un dinosaurio no se encuentra dentrode las posibilidades de la ciencia ni hoy, ni probablemente nunca.Contaminación genéticaProbablemente el debate más importante desencadenado por el descubrimiento de los huesos de los neandertales en 1856 ha sido su gradode parentesco con los seres humanos modernos. ¿Son los neandertalesFoto: cortesía de Federico Sánchez Quintonuestros antepasados?Por medio de estudiospaleontológicos se sabeque los seres humanosllegaron a Europa más omenos en la misma épocaen la que desaparecieronlos neandertales. ¿Fueronestos eliminados por loshumanos, o se mezclaronambas especies? Dada laantigüedad de los hechosUn laboratorio de ADN antiguo.y la dificultad de obtener evidencia completa, dicha pregunta mantuvo entretenidos a antropólogos y paleontólogos durante mucho tiempo. El ADN antiguo ha sido clavepara resolver el debate.El científico sueco Svante Pääbo, en ese momento asociado a la Universidad de Múnich, Alemania, es experto en extracción de ADN antiguo. Élhabía clasificado secuencias de momias egipcias, de mamuts congeladosy de un famoso "hombre de hielo", llamado Ötzi, de unos 5 000 años deantigüedad, encontrado en los Alpes, en la frontera entre Austria e Italia.Junto con su becario Matthias Krings, Pääbo concentró su búsqueda deADN antiguo fuera del núcleo celular para aumentar las probabilidadesde recuperar material genético del mismo ejemplar de hombre de Neandertal que dio nombre a la especie. Para ello, los dos investigadores buscaron ADN en unos orgánulos celulares conocidos como mitocondrias,que se encuentran dispersos por toda la célula y cuya función es generar laenergía celular. Cada mitocondria contiene una cadena de ADN que constasolamente de unos 16 600 pares de nucleótidos. Pero a diferencia del genoma del núcleo, del que cada célula contiene dos copias, existen de 500a 1 000 mitocondrias con su propio genoma en cada célula. El hecho deque muchos de los estudios de evolución humana se hubieran centradoen ADN mitocondrial dio ventaja al equipo de Pääbo y Krings para poderhacer comparaciones del ADN mitocondrial de los neandertales con la correspondiente molécula de humanos modernos.Un problema al que se enfrentó el equipo fue la contaminación. Los análisis de Pääbo y Krings eran tan sensibles que podían detectar cualquiermuestra de ADN presente en el ambiente. Diariamente nuestro cuerpodesprende células de piel muerta, desparramando ADN. Para asegurarque estos estudios no se vieran afectados por el problema de la contaminación, un grupo de control dirigido por Mark Stoneking, de la Universidad de Pensilvania, replicó el procedimiento. Si los dos laboratoriosobtenían los mismos resultados con las mismas muestras, entonces erarazonable concluir que el análisis genético correspondía realmente a losneandertales y no a los investigadores.Las pruebas fueron un éxito. Ambos equipos obtuvieron 379 pares denucleótidos idénticos, con diferencias sustanciales con el ADN de los humanos modernos. Sus resultados fueron publicados en 1997 en la revista Science. Desde entonces se ha avanzado mucho en elconocimiento de la relación de los neandertales con el serhumano moderno (véase ¿Como ves? Núm. 141).Durante sus estudios dedoctorado en la Universidad Pompeu Fabra deBarcelona, España, unode los autores de este artículo, Federico Sánchez,junto con su equipo decolaboradores, estudió lahistoria evolutiva de losneandertales, caracterizando su diversidad gené-Lyuba, un mamut de 42 000 años de edadrecuperado en el permafrost ruso.tica, su estructura social ylos procesos de mestizaje con los seres humanos. El equipo encontróque, si bien la estructura social de los neandertales era muy similar ala de los Homo sapiens, la diversidad genética de los neandertales representaba solamente la tercera parte de la que se encuentra en losseres humanos que fueron sus contemporáneos. Esto quizá hizo a losneandertales mucho más susceptibles a los cambios —especialmenteclimáticos— que ocurrieron durante el Pleistoceno. Pero el destino delos neandertales sigue siendo motivo de debate.Reescribir la prehistoriaEn los últimos años se ha echado mano de la paleogenómica para arrojaralgo de luz sobre las añejas preguntas de quiénes somos y de dónde venimos.Después de sus estudios en España, Federico se unió al equipo deMattias Jakobsson durante una estancia posdoctoral en la Universidadde Uppsala, Suecia. El equipo usó datos genómicos de individuos prehistóricos para descifrar la historia poblacional y el impacto demográficode la llegada de la agricultura a Europa. Todo parece indicar que la agricultura llegó mediante migraciones graduales desde Oriente Próximo. Alo largo de su ruta, los agricultores se mezclaban con las poblaciones decazadores-recolectores que habían habitado esas zonas durante miles deaños, aunque a veces las desplazaban.Federico también dedicó parte de su investigación a determinar el parentesco y la continuidad genét

tancia máxima entre los dos planetas, 970 millones de kilómetros). Hacia las 23:00 horas podrás verlo saliendo muy brillante por el este, cerca del Cuadrángulo de Pegaso, asterismo formado por las estrellas Markab, Al - genib, Alferatz y Scheat. Para esas horas Saturno ya está alto en el cielo