CONSOLEMOS Y SANEMOS LA LLAGAS DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO . - Corazones

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¡CONSOLEMOS Y SANEMOS LA LLAGAS DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO!Marzo 1, 2022¡Contemplemos las Llagas de Cristo!Hoy, 1 de marzo, es la fiesta del Sagrado Rostro de Cristo. Que fiesta tan simbólica y providencial en lasvísperas del inicio del Santo Tiempo de Cuaresma. Orando sobre lo que el Señor deseaba que fuese el caminoque dirigiera nuestro tiempo de Cuaresma, constantemente recibía la percepción de las Llagas del Rostro deCristo y las 5 Llagas que son la Fuente primordial de la contemplación de Su Pasión. Quise también incluir lacontemplación de la Llaga de su Hombro, una Llaga que es generalmente ignorada a pesar, de que como ledijera Jesús a San Bernardo de Clairvaux cuando el santo le preguntó cuál llaga le causó cruel dolor, Jesúsrespondió: “La de mi hombro que se abría mientras cargaba la Cruz en el camino al Calvario. Una terriblellaga que fue más dolorosa que las otras, pero que los hombres casi nunca hablan de ella”.No hay una verdadera conversión a menos que experimentemos un gran dolor por los sufrimientos que nuestrospropios pecados le han causado al Señor, nuestras ataduras y la obstinación en nuestras actitudes contrariasal amor que le han causado tanto dolor a Nuestro Señor. No podremos adentrarnos de corazón en la pasión yen los sufrimientos de Nuestro Señor por nuestra salvación, si no tenemos un profundo amor por El y por cadauna de Sus Llagas. Cada una de sus Llagas tiene una historia de amor que decirnos, una historia sobre el infinitoamor de Jesús por cada uno de nosotros. Tienen mucho que decirnos si nosotros deseamos de verdad escuchar.Cada Llaga es fruto de Su elección de donar su vida libre y voluntariamente para salvarnos y liberarnos denuestros pecados; cada Llaga tiene el inmenso poder de sanarnos ya que el amor es el único poder capaz decambiar, sanar, transformar el corazón humano. Cada Llaga es un refugio donde cubiertos con su PreciosaSangre y siendo exorcizados, liberados y sanados de las llagas del pecado en nuestras almas, corazones,mentes, voluntades, carácter, palabras y formas de pensar; pecados de los que necesitamos verdaderamentearrepentirnos y cortar de raíz con determinación y fortaleza de nuestro propio ser.¡Verónica eligió amar y consolar las Llagas del Rostro de Cristo!Si, por Sus Llagas somos sanados (Is 53:5), pero esta sanación no es una acción automática; es el fruto de unaseria y activa acción de amor de nuestra parte, como la que contemplamos en Verónica. Esta mujer quien,en medio del horror y la fealdad del pecado de la humanidad que la rodeaba por completo, fue capaz dedescubrir en el rostro herido de Cristo, la belleza y el esplendor del amor. Este amor le impulsó a correr haciaEl, para corresponder a Su amor. Ella eligió dar un paso al frentepara manifestar su amor y compasión por Cristo en medio de tantoodio y rechazo de tantos en contra de Él; ella eligió consolar susLlagas haciendo un sencillo gesto de bondad y delicadeza,limpiando las Llagas de su Rostro. El amor humano siempreencuentra la abundancia del amor de Dios. Su medida no es lanuestra Jesús la recompensó dándole el ciento por uno, por esegesto de usar su propio manto para limpiar Su Rostro herido. Eloptó por darle la mas grande recompensa: el rostro de Cristo grabado en el manto blanco de la Verónica, esemanto que solo un poco tiempo antes cubriera su cuerpo.Su alma estaba representada en ese manto, y desde ese momento, las Llagas del Rostro de Cristo la habíanlimpiado, purificado y sanado todas las heridas de cualquier pecado que haya poseído en su corazón. ¡El amorsiempre triunfa sobre el pecado! ¡El verdadero amor triunfa sobre nuestros pecados personales y los pecadossociales!¿Qué debemos hacer para elegir ser como Verónica en este tiempo de Cuaresma? ¿Como consolaremos lasLlagas del Rostro de Cristo de una forma concreta? Permitiéndonos ser embellecidos por las virtudes que son1

manifestadas en nuestros rostros, tales como la gentileza, serenidad en nuestros gestos, un rostro que reflejael amor a todos. La mortificación de nuestros sentidos, ojos, oídos, boca. y así permitir que los golpes, lascachetadas, los escupitajos que El recibió en su Rostro transformen la forma en la cual nosotros utilizamosnuestros sentidos. Sus ojos estaban llenos de sangre a causa de la corona de espinas que traspasaba su frente.Sus ojos no podían ver más allá de lo que El libremente escogía ver. Su Sangre era el poder que mantenía sumirada pura y fija, viendo en aquellos que manifestaban su odio,rechazo y la fealdad del pecado, la belleza original con la quefueron creados. Esa belleza que con Su sacrificio se les devolveríasi ellos abrían sus corazones. Por lo tanto, durante esta Cuaresma,la única manera en la que podemos consolar el sufrimiento de Susojos es transformando el poder que se le ha dado concedido anuestros ojos y ordenando nuestra mirada para que sea una miradade amor; disciplinando nuestros ojos para ver solo aquello queverdaderamente nos corresponde; ver las realidades que nos llaman a servir al Señor incondicionalmente yservir a nuestros hermanos y hermanas, a todos aquellos quienes estamos llamados a servir. Nuestros ojos hande tornarse hacia afuera, esto significa que no nos miramos a nosotros mismos sino más bien miramos lasnecesidades de los demás, como lo hizo Nuestra Señora en Caná. ¿Como usamos nuestros ojos? ¿Es la curiosidadun pecado de mis ojos? ¿Están nuestros ojos llenos de críticas y juicios? ¿Están siendo desperdiciados mirandocosas superficiales en vez de utilizarlos para leer la Palabra de Dios y contemplarle a Él a través de la lectura,el estudio y pasando algún tiempo contemplándole en la Cruz? Hay tanta penitencia que hacer por los pecadosde nuestros ojos. ¿Están cubiertos de Su Sangre como los de Nuestro Señor? esto es, ¿le permito a la Sangre deCristo purificar mi sentido del orgullo, control, egoísmo, y la envida que entran en nuestros corazones a travésde los ojos? ¿Mantenemos silencio en nuestros labios, pero hablamos mucho más alto con nuestros gestos denuestros rostro que revelan quejas, ironía, dureza o juico de los demás?¿Es mi rostro sanado por las heridas de Su Rostro?¿Es mi rostro reflejo del rostro de Nuestra Señora? ¿Es reflejo del Rostro de Cristo? ¿Muestra mi rostro al mundoel poder del amor y de la verdadera belleza de un alma redimida? ¿Es nuestro rostro un rostro de paz,serenidad, gentileza, sufrimiento maduro, y simplicidad de gestos? ¿Están mis gestos en total armonía con laconversión de corazón que deseamos verdaderamente obtener? Las Llagas de Su Rostro deben transformarnuestros rostros ya que somos llamados-as a ser un reflejo viviente del rostro de Nuestra Señora y del rostrode Jesús. ¿Puede alguien encontrar Sus rostros en los nuestros? Solo la penitencia y la mortificación en nuestrosojos, sentidos y gestos pueden llevar a cabo esta tarea de transformación de nuestros rostros.Nuestros oídos, creados para escuchar la voz de Dios y la voz de nuestros hermanos y hermanas, han sidomanchados por el pecado. ¿Que escuchamos? ¿Prestamos verdadera atención cuando se nos está hablando, ose nos está dando una instrucción? ¿Escuchamos verdaderamente la Palabra de Dios cuando está siendoproclamada permitiéndole transformar las realidades interiores de nuestro ser? ¿Escucho solo lo que quiero,siendo selectivo en mi escucha? ¿Escucho lo que quiero escuchar y no la verdad de lo que se nos está diciendoa nosotros? La fe viene del escuchar, y eso significa que el escuchar es una poderosa herramienta para recibiry guardar la Palabra que recibimos en nuestros corazones, como lo hizo Nuestra Señora. ¿Perdemos tiempo ennuestro poder de escuchar hablando cosas superficiales o escuchando cosas superficiales, no prestandoverdadera atención cuando se nos esta enseñando la Verdad que está siendo proclamada a nosotros? ¿Queremosbuscar solo a aquellos que nos dicen lo que queremos escuchar, o manipulamos la información que comunicopara obtener un beneficio egoísta, lleno de intereses personales, aun si ofende a la caridad?¿Como usamos el don del habla? ¿Es nuestra boca un canal de paz, sabiduría, orden, integridad, honestidad ysinceridad? O, ¿son nuestras palabras desperdiciadas en superficialidad, vanidad, orgullo, rebelión, mentira,manipulación o resistencia activa o pasiva? Cuanta penitencia es necesaria por todas las palabras que handestruido o minimizado a otros, la comunidad o el Cuerpo Místico de Cristo, en vez de edificarlos. ¿Usamoseste poder, el poder de la palabra permitiendo que el bien y la sabiduría edifiquen a los demás, o buscamosatención a nosotros mismos? ¿Damos por la forma que nos comunicamos, un testimonio de vanidad o dehumildad, o usamos nuestras palabras para defendernos o echarles la culpa a otros por nuestras faltas?El silencio de Cristo es un exorcismo muy necesario por todas nuestras palabras vacías y todas aquellas llenasde duplicidad. La Cuaresma debe ser un tiempo de profundo silencio. Necesitamos acallar las voces de nuestracarne, el mundo y del enemigo dentro de nosotros y en el mundo. Solo el silencio de Cristo en su Pasión obtuvola más grande victoria entre las muchas voces y ruidos de tantos, y la voz del pecado Su silencio aplastó lastantas vanas palabras, los chistes, blasfemias y falsos testimonios que salieron de la boca de la humanidad yque todavía salen. ¿Cuál de estas áreas en nuestras palabras necesitan ser exorcizadas por Su poderoso silencio?2

La Llaga de Su HombroComo mencione al inicio de esta carta, San Bernardo le preguntó a Jesúscual fue Su llaga más dolorosa, a lo que Jesús respondió, “La Llaga de mihombro, la que me causo cargar la Cruz a través del Camino al Calvario.”El peso de esa pesada cruz de madera estaba ya abriendo profundamentelas llagas en todo su Cuerpo causadas por la cruel flagelación. El peso de laCruz abrió una llaga ancha y profunda en su hombro, llegando a sus huesos.¡Perdónanos, O Señor! De acuerdo con San Bernardo, Santa Matilde y SantaGertrudis, Jesús les explicó con gran dolor que ésta Llaga ha sido ignoradapor los hombres y no han orado ni honrado esta Llaga que nos recuerda elsacrificio de cargar la Cruz sobre la cual Él iba a ser crucificado.Solo hace unos meses, tuvimos el privilegio de estar en el cuarto donde SanPio experimentaba la mayoría de sus batallas con el enemigo, y donde ahorase guarda la reliquia de su Corazón incorrupto. Para mi sorpresa, vi expuestauna camiseta del santo lleno de sangre seca en el área del hombro. Lepregunte al padre Franciscano que nos estaba guiando en un camino privadoa todos los lugares importantes de San Pío: ¿tenía San Pío la llaga del hombrode Cristo? El respondió que Padre Pío nunca habló de esto pero que ellos descubrieron que él había llevadoesta llaga a través de los 50 años en los que tenía las cinco llagas visibles y que esto lo llegaron a conocer unosdías antes de su muerte. Unos días antes de morir, el Padre Pío confió al Hermano Modestino Fucci en sumonasterio en San Giovanni Rotondo, que sus grandes dolores ocurrían cuando él se quitaba la camiseta. Enese momento Fucci creía que era por la llaga de su costado. Cuando más tarde se le asignó la misión de hacerun inventario de todos los objetos dentro de la celda de Padre Pío, notó que sus camisetas tenían manchas desangre en el hombro derecho. Esa noche, el Hermano Fucci oró pidiéndole al Padre Pío por una señal siverdaderamente el llevó la llaga del hombro de Cristo. A la 1 A.M. se despertó con un dolor agudísimo en suhombro derecho y el cuarto se llenó con un aroma de flores, signo de la presencia espiritual de San Pío yescuchó una voz llamándole: “Esto es lo que tuve que sufrir!”Solo una persona sabía, de la boca de San Pío mismo, sobre esta llaga que también llevó en su cuerpo: SanJuan Pablo II. Cuando aún era Padre Wojtyla, visitó a Padre Pío y le hizo la pregunta sobre cuál era la llagamás dolorosa para él—algo así como San Bernardo pregunto a Jesús. El Padre Wojtyla espero escuchar que erala llaga del pecho de San Pío, pero, así como Jesús le dijo a San Bernardo, el santo respondió: “Es la llaga demi hombro, la que nadie conoce y nunca a ha sido tratada ni curada.”¿De qué nos tiene que liberar esta Llaga? De la falta de radicalidad en el seguimiento de Cristo. Cuando Jesúsllamó a sus discípulos, a nosotros, él dijo: “El que quiera ser mi discípulo debe negarse a sí mismo, cargar consu cruz y seguirme.” (Lc 9:23) ¿Como vivimos este llamado de seguir a Cristo en fidelidad y en totaldisponibilidad de cargar nuestras cruces diarias de la misma manera que El cargo Su Cruz por nosotros? Elnunca llamó la atención a esta llaga tan cruel Es difícil imaginar lo que significa tener una cruz pesada demadera y que ésta roce sobre una llaga abierta; y caer, ser tirado al suelo con la cruz golpeando esa llaga unay otra vez. Cuanto arrepentimiento es necesario por nuestra falta de verdadero discipulado; por las tantasformas, aun sútiles, en las que rehusamos cargar la cruz que el Señor nos presenta a través de las situacionesy eventos de la vida. ¿Cuántas veces queremos que otros carguen nuestras cruces en vez de tener el amorsuficiente para abrazar la nuestra? ¿Cuántas veces hemos llamado “cruz” a una simple dificultad o unaoposición a nuestra voluntad, o pequeñas persecuciones? ¿Cuán prontos somos en utilizar la palabra “cruz” porlos sufrimientos que nosotros mismos nos hemos causado por nuestros pecados, nuestros maloscomportamientos, imprudencia, falta de caridad y hasta el comportamiento externo que es rechazado porotros? ¿Cuánto cargamos en nuestros corazones, como resentimientos, porque alguien no me trató como esperéo deseé?Cargar la cruz es condición para ser discípulo de Jesús. Negarnos a nosotros mismos es el camino marcado poreste discipulado. ¿Como nos negamos a nosotros-as mismos? ¿Como posponemos nuestros propios intereses porel bien común? ¿Como resistimos los cambios cuando nuestros planes son cambiados por las circunstancias?¿Cuán atadas estamos a nosotros-as mismos en todas las dimensiones, en vez de negarnos u olvidarnos denosotros-as mismos? ¿Somos capaces de verdaderamente negarnos a nosotros-as mismos o entramos enfrustración, tristeza, ira o rebeldía cuando se nos llama a negarnos a nosotros-as mismos?¿Somos realmente radicales en nuestro seguimiento de Cristo? ¿Nos acomodamos en nuestra vida con el Señoraún cuando es una vida que no es verdaderamente radical y coherente con nuestra llamada? ¿Y si cargamosnuestras cruces, lo hacemos en silencio y abnegación? ¿Sabemos sufrir sin quejarnos o murmurar solos o conotros? ¿Estamos dispuestos a cargar la cruz hasta el punto de que se nos abra una llaga ancha y profunda ennuestro hombro? ¿O, la dejamos tan pronto nos molesta de alguna manera? ¿Como podemos verdaderamente3

consolar esta llaga? - cargando nuestras cruces como verdaderos discípulos y no llamándole “cruz” a cualquierdificultad pequeña que es propia de la vida humana.La Llaga de Su Hombro tiene mucho que decirnos y espero que estemosdispuestos-as a escuchar. Escuchen el crujir del sonido de la madera en Sushuesos Escuchen el sonido del rasgar de Su carne humana bajo el peso de laCruz. Permitamos que este sonido traiga contrición y arrepentimiento pornuestra falta de verdaderamente cargar con dignidad e integridad las cruces queÉl nos permite cargar en nuestras vidas. Si, tenemos muchas preguntas quedeberían traspasar nuestros corazones, especialmente cuando hemoscontemplado con humildad y con corazones puros los sufrimientos de SusSagradas Llagas. Esta Llaga, la de Su hombro, ha sido ignorada, dijo Jesús mepregunto si esta es la única llaga que ha sido ignorada o si hemos ignorado todassus Llagas, porque no queremos pagar el precio que el amor exige.La Sagrada Llaga de Su Hombro nos enseña a cargar en silencio las cargas de nuestras vidas, de inconvenientesque encontramos y las luchas en nuestros ministerios Señor tú sabes las grandes cargas que a vecesnecesitamos llevar para cumplir tu plan de salvación. Danos fidelidad y fortaleza para cargarlas y no huir deellas, o abandonarlas, o llevar ira en nuestro corazón porque nos ha tocado llevar el peso de esas cargas.Las Llagas de Sus ManosLas manos de Jesús eran tan pequeñas en Belén tan pequeñas que podían sujetar el dedo de Nuestra Señoray el dedo de San José. ¿Quién se podía imaginar que esas eran las manos que crearon todas las cosas y, queahora, iban a ser usadas para tocar, sanar, liberar, proteger y salvar la humanidad? ¡Como estas manos tocaríanel rostro de Nuestra Señora y tocarían la belleza de su inmaculado ser!¿Cuántas veces estas manos tocaron el rostro de Su padre virginaly descubrieron la belleza de un hombre totalmente entregadoen amor generoso por Su Madre y por El? ¿Cuántas veces tocó lasmanos de San José, el carpintero, que traía el pan para la mesade la Sagrada Familia por medio de la integridad de su arduotrabajo? ¿Como usó Jesús sus manos para aprender el oficio y eltrabajo de carpintero con Su padre terrenal, como lo haría todapersona humana? Sus manos construyeron muebles quepertenecieron a las familias de Nazaret. Sus manos cargaronmadera para la carpintería de San José.Estas mismas manos pasarían por la tierra, junto a lahumanidad, haciendo el bien: sus manos sanaron a los enfermos, los ciegos, los paralíticos, a la mujerhemorroisa, al mudo Sus manos resucitaron a los muertos y exorcizaron a los poseídos. Sus manosmultiplicaron los panes y los peces para alimentar a miles de personas hambrientas. Sus manos humildementelavaron y secaron los pies de Sus apóstoles; Sus manos sostuvieron el pan y el vino que serían transformadosen Su Sangre y Su Cuerpo, el sello de la nueva alianza para la salvación de todos. Sus manos bendijeron Susmanos pusieron de regreso la oreja de su enemigo que fue cortada por la espada de Pedro; Sus manos fueronatadas como un criminal, azotadas, golpeadas y sus manos recibieron la cruz de madera que Él tendría quecargar para ser crucificado. Con Sus manos recibió el instrumento de nuestra salvación: La Cruz.Él sostuvo la cruz con sus manos El la abrazó con Sus manos; El sostuvo todo su ser en la Cruz sin dejar unsolo momento de hacerlo nunca renunciando a ella y cuando llamaron al Cirineo a ayudarle, Él no se separóde la Cruz, Él también la cargó junto a ese extraño que ahora era samaritano. Sus manos sangrientas tocabanlas calles de Jerusalén, como toco a cada persona enferma y poseída. Él estaba tocando la tierra las callesde la humanidad, para sanar los muchos caminos de la historia-pasada, presente y futura-con el poder de SuPreciosa Sangre. Sus manos tocaron el rostro de Su Madre cuando se encontraron El rostro de Su Madre fue elprimero en ser tocado con la Sangre del sacrificio del Cordero porque Ella era la Madre del Cordero, quienestaba consintiendo a Su sacrificio por la salvación de muchos. Sus manos, casi sin fuerzas, continúan subiendoal Monte Calvario donde serían clavadas en la cruz clavando las manos de Aquel que vino a darnos libertad.Si, Él tenía que ser esclavizado, clavado a la cruz, para que nosotros fuéramos libres, para liberarnos de todosnuestros apegos y todos los clavos que nos mantienen esclavizados a nuestros pecados, imperfecciones y vicios.¿Que pensó Jesús cuando escuchó el sonido de los clavos y del martillo? ¿Se acordaría de su tiempo con supadre virginal en la carpintería? Ellos usaron clavos para construir El pecado, representado en aquellos quele clavaban, estaban usando los clavos para romperlo y para que se quedara atado a la cruz.4

¿Como consolamos las llagas de sus Manos? Usándolas con elmismo propósito con el que El las usó: para servirincondicionalmente; no para coger o poseer, sino para librementetocar, dar y sanar. ¿Usamos nuestras manos con la misma humildedisposición al servicio? o ¿Las usamos para poseer cosas, personas,posiciones, poder, control o riquezas? ¿Usamos nuestras manospara tocar los dolores de la humanidad o las preservamosegoístamente? ¿Usamos nuestras manos para trabajar duro, ovemos este trabajo como un obstáculo para nuestra libertad ycomodidad, o lo realizamos mediocremente? ¿Entendemos quenuestras manos son para construir y crear algo bueno y nuevo, no para destruir o ser usadas en mediocridad?¿Están nuestras manos clavadas por la esclavitud de nuestros propios pecados? ¿Esclavizamos la obra del Señory de Nuestra Señora por nuestra falta de conversión? Le damos libertad a Sus manos y las manos de NuestraSeñora para poder realizar sus designios ante la urgente necesidad de construir un mundo de paz y amor,verdad y vida; ¿O están nuestras manos tan ocupadas haciendo las cosas que nos gusta hacer, cuando nos gustahacerlas y con quien nos gusta hacerlas? ¿Están nuestras manos limitadas por nuestra falta de libertad interior?¿Están nuestras manos azotadas por los pecados de la pereza y el orgullo? ¿Están nuestras manos clavadas alas formas del viejo ser? ¿Son nuestras manos aquellas de servicio constante, simple, humilde e incondicionalsin contar el costo o el precio que tengamos que pagar?Señor, perdónanos por no besar tus manos llagadas con la sinceridad de nuestro servicio, por no ser siervos desegún Tu Corazón y Tus manos. Por las veces que nos hemos quejado acerca de nuestrotrabajo, nuestra falta de tiempo, la muchas cosas que tenemos que hacer, cuando Tunos has llamado a ser cocreadores y a maximizar como la Virgen, el trabajo y el frutode nuestras manos. Perdónanos Señor, por las veces que no hemos cantado unMagnificat y por las tantas cosas que haces por nosotros con el poder de tus manos ytodo lo que haces con la sencillez de nuestras manos. Perdónanos, Madre, cuando nohemos estado atentas a los movimientos de tus manos para recibir las gracias delCorazón de Jesús, que tú nos comunicas, o cuando no hemos tenido los ojos fijos en tudedito, para saber dónde necesitas que abramos fuentes de gracia, como hiciste conSanta Bernardita.La Llagas de Sus Pies“Que hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que trae la paz, que proclama buenas nuevas,que proclama la salvación, que le dice a Sion, “Tu Dios reina”!” (Is 52:7)En el vientre de Nuestra Señora, los pequeños pies de Jesús fueron puestos sobre las montañas de lahumanidad, trayendo las buenas nuevas y el anuncio de nuestra salvación. Desde el primer momento de Sunacimiento, debido al pecado de la humanidad, sus pequeños pies comenzaron a ir a través de tantos lugarespor causa del exilio, el desierto, la persecución contra su vida, etc. Dondequiera que Él iba, Dios estaba enmedio de la gente en silencio, pero en poder, en poder redentivo de salvación. Entonces, en Nazaret cuandofinalmente pudieron regresar, El caminó entre su pueblo; Él fue a darle comida a su padre virginal, ayudo aSu Madre a cargar el agua de regreso a casa desde el pozo Él era uno de ellos. Él fue a la Sinagoga, al Templo;Él sirvió, trabajó, visitó a los niños y a las familias ¿Como podemos imaginar todos los lugares a los que suspies fueron?Todo lo que sabemos es que Él; caminó mucho en Su ministerio público, de un lugar para otro trayendo labuena nueva del Reino de Dios: enseñando en todas las sinagogas, caminando a través del desierto, caminandopara ir a orar y estar solo con el Padre; caminando para encontrarse con las multitudes, caminando y llamandoa Sus discípulos por nombre, enseñándoles mientras caminaban yendo alrededor del Lago de Galilea, y auncaminando sobre el agua caminando en medio de la tempestad para calmarla caminando en medio de lasrealidades de la humanidad para tocarla y sanarla, para enseñar y para liberar con el poder de Su Verdad y elpoder de Su Divinidad. La forma de Cristo era caminar adonde fuese necesario para realizar el plan del Padre,y a dondequiera que El tuviese que ir o donde otros necesitaran escucharlo y ser tocados por su presencia, suspalabras y sus manos. Esto esta tan conectado a la misión de la Visitación de Nuestra Señora, yendo presurosadonde Ella era necesitada. Como también San José, levantándose en medio de la noche y caminando a travésdel desierto para salvar a la Madre y al Niño. Cristo vivió caminando para anunciar la buena noticia del amorde Su Padre, la buena nueva del Reino de Dios, proclamando la salvación para todos que Dios se hizo hombrey que vivió entre ellos. Él vivió caminando para enseñar la verdad acerca del amor, discipulado, santidad ymisión. El caminó a tantos lugares y camino mucho para ir donde la humanidad lo necesitaba.5

El caminó hacia Jerusalén sabiendo los sufrimientos que le aguardaban allí El caminó hacia Su Pasión condeterminación y obediencia a la voluntad del Padre y por amor a nosotros, para salvarnos por su muerte yresurrección. El caminó al Sanedrín a ser juzgado por hombres con falsos testimonios; El caminó a la prisión yal hueco por donde fue arrojado al calabozo; El caminó al lugar de su flagelación; El caminó totalmente atadocon cadenas para escuchar el veredicto del pueblo enfurecido. El caminó con la Cruz sobre su hombro parallegar al lugar de Su martirio. El caminó fuera de la tumba por el poder de su resurrección; El caminó aencontrarse con Su Madre y Maria Magdalena fuera de la tumba, y de ahí fue al Cenáculo a aparecerse a susapóstoles; les pidió que fueran a Galilea que El caminaría con ellos, recordándoles la gracia del principio.Jesús siempre caminó porque “bellos son los pies sobre las montañas de aquellos que traen la buena nueva”de salvación. ¡Pero Sus pies fueron clavados en la Cruz.!Clavados para inmovilizarlo. Si, el mal no quería que Elcaminara, no quería que El proclamara la buena nueva de lasalvación. El demonio no lo quería libre para caminar, así comoel también no quiere que nosotros seamos libres para caminary realizar la bella tarea que el Señor nos ha encomendadocumplir. ¿Como podemos consolar las llagas de Sus pies? ¿Comopodemos nosotros no clavar Su obra por nuestra falta demovimiento? ¿Estamos atados a un lugar, una misión, a ciertaspersonas? ¿Somos intrépidos como Nuestra Señora y siemprelistos a ir cuando sea y a donde sea que el Reino de Dios nosnecesite? ¿Están nuestros pies clavados por nuestros caprichosa nuestra y voluntad? ¿Están nuestros pies inmovilizados pornuestra comodidad, pereza o por control? Jesús y NuestraSeñora siempre nos han pedido que seamos libres para ir adonde sea y en cualquier momento. ¿Estamos listospara simplemente empacar e ir donde sea que Ellos nos necesiten, a un nuevo lugar en la geografía de Susdesignios? ¿Vamos en simplicidad o cuando somos enviados a través de las montañas y océanos para llevar laBuena Nueva ocurre un drama en nuestros corazones?¡Tenemos mucho por que pedir perdón! Sus pies fueron clavados porque satanás estaba molesto con Su caminara través de todos los lugares que Jesús tenía que ir. ¿Estamos permitiéndole a satanás clavarnos a través denuestros apegos a lugares, a nuestra comodidad, a misiones y a personas? Necesítanos pedirle al Señor perdónverdadero cuando Su mandato misionero, de que vayamos al mundo entero a proclamar el Evangelio, no se hacumplido porque nuestros pies están atados y clavados por nosotros mismos. Cuando el enemigo quieraclavarnos, necesitamos estar listos a que con sabiduría y oportunamente cumplir las palabras de Jesús enMarcos 6:11: “Y si no los reciben en algún lugar o no los escuchen, váyanse de ese lugar y sacúdanse el polvode sus pies como testimonio contra ellos.” ¿Y si somos nosotros los que estamos resistiendo el movimiento?¿Se sacudiría Jesús las sandalias frente a nosotros y le daría la gracia a alguien más? Su obra será realizada connosotros si estamos listos a ir a través de las montañas y movernos; si estamos siempre listos a ir donde Él nosnecesite Pidamos perdón por las formas en que hemos permitido que nuestros pies sean clavados por nuestraculpa. Tenemos tanto que meditar y examinar con verdadera contrición nuestra propia disponibilidad acaminar como Él lo hizo para traer la salvación del Señor a muchos.La Llaga de Su Corazón“Uno de los soldados le traspaso el costado con la lanza, y en seguida brotó sangre y agua ” El testigo ocularde este evento tan triste que nos donó tanta vida nos llama a “contemplar al que traspasaron.”Jesús tomo nuestra naturaleza humana; el tomo un cuerpo humano, rostro, manos, pies, sentimientos, amor,pensamientos Él tenía un corazón humano, nos amó con amor divino y amor humano; y como nos dice SanJuan en su Evangelio en el capítulo 13, Jesús nos amó hasta el extremo. El amor, el verdadero amor, solopuede amar de esa manera. El amor no tiene límites en la entrega personal, en su oblación. Los únicos límitesal amor que encontraremos en nuestros corazones son los que nosotros mismos le imponemos. Jesús no cerróSu Corazón ante el rechazo, la envidia, las trampas, el abandono, las traiciones, la persecución, las negacionesy desilusiones que El experimentó a lo largo de Su vida en la tierra. Su amor estaba por encima del diluvio delmal; el arca de Su Corazón estaba por encima de las aguas enturbiadas y nunca se manchó ni disminuyó.El amor que no está dispuesto a sufrir no es digno de ser llamado amor; el amor que no está dandoconstantemente vida se hace estéril y se cierra en sí mismo, secándose y perdiendo su sentido. El amor estádispuesto a dar su propia vida por aquellos a quienes ha de salvar, proteger o por quien ha de dar vida a travésde su donación personal. El amor es la razón de la Cruz y la Cruz es el signo más grande del amor. Por lo tanto,la Cruz y Jesús crucificado debe ser la fuente de nuestra constante contemplación, sentándonos en la escueladel amor que es vivido y es donado hasta el extremo. ¿Pasamos tiempo en oración contemplando las llagas, lo6

sufrimientos que por amor Jesús soporto en la Cruz? Todos los santos nos handado ejemplo de que es solo en la contemplación de la Pasión que somosliberados de nuestros pecados, nuestra preservación personal y nuestra faltade amor generoso. Sin la contemplación de Sus Sagradas Llagas, nuestras llagascreadas por nuestro propio pecado o los pecados de otros, no se podrán sanar.Estamos ll

¡CONSOLEMOS Y SANEMOS LA LLAGAS DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO! Marzo 1, 2022 ¡Contemplemos las Llagas de Cristo! Hoy, 1 de marzo, es la fiesta del Sagrado Rostro de Cristo. Que fiesta tan simbólica y providencial en las vísperas del inicio del Santo Tiempo de Cuaresma. Orando sobre lo que el Señor deseaba que fuese el camino